Hace aproximadamente mes y medio hablábamos de cómo ARM se estaba, por fin, tomando en serio a los wearables y en concreto a los smartwatches con la presentación de su arquitectura A35, la primerera que parecía pensada para este tipo de dispositivos, al igual que el nuevo Bluetooth Smart. Sin embargo, **A35 se enfoca en el bajo consumo**, y no en la funcionalidad médica o de monitorización de salud que podemos demandar en un dispositivo así. Persiguiendo esto último, Samsung ha lanzado un bioprocesador todo en uno para medir variables médicas.
Ya en noviembre, junto a la presentación del nuevo sensor BRITECELL explicaron en qué consistiría un bioprocesador integrado, y ahora dan el paso de lanzarlo. Con él persiguen hacer wearables más eficientes, pero sobre todo más capaces y especializados, como hemos visto en los sensores que comenzaron a incorporar los smartphones, pensados desde hace mucho tiempo en exclusiva para ellos. El nuevo bioprocesador es el primero en la industria que permite monitorizar hasta 5 valores biométricos distintos, pudiendo medir **grasa corporal, nivel de estrés, temperatura de la piel, masa muscular esquelética, frecuencia cardíaca y ritmo cardíaco**.
Por otra parte, también integra microcontrolador, circuito integrado de gestión de energía, procesador de señal digital y AFE. El bioprocesador **ocupa sólo un 25% de lo que ocupan todas las partes por separado**, lo que lo hace especialmente útil en el mercado al que va dirigido, los wearables. Por ello, existen unidades de prueba de varias plataformas de wearables para demostrar su posibilidades y versatilidad dentro del mercado, como pueden ser pulseras o parches profesionales de medición médica. El bioprocesador de Samsung ya **se encuentra en fase de producción** y llegará intregado en dispositivos al mercado en la primera mitad de 2016, por lo que no sería raro ver algún demo en el Mobile World Congress.