tosferina

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La muerte de un bebé siempre es un hecho trágico, imposible de explicar con palabras. Más todavía si fallece aquejado de una enfermedad para la que existe vacuna y tratamiento. Eso es lo que ha ocurrido en España en los últimos días, donde han muerto varios recién nacidos afectados por la tosferina.

Estos terribles sucesos pueden recordarnos al caso de la difteria en Olot, en el que un niño no vacunado falleció por una enfermedad erradicada en España desde hacía 28 años. Pero el incremento de pacientes aquejados de tosferina no tiene relación con los movimientos antivacunas. A pesar de ello, las cifras oficiales sobre esta infección son realmente preocupantes. Solo en 2008, según la Organización Mundial de la Salud, hubo 16 millones de casos de tosferina y 195.000 muertes. Más del 95% de estos casos se concentró en países en desarrollo.

¿Qué es la tosferina?

Según nos explica Ignacio López Goñi, catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra y autor del blog MicroBIO, "la tosferina es producida por la bacteria Bordetella pertussis". Este microorganismo es capaz de infectar las vías respiratorias, produciendo una toxina que puede provocar lesiones en la garganta, inflamación o mucosidad.La tosferina es una de las enfermedades más contagiosas, según los expertos

"Se forma como una membrana que puede dificultar la respiración, lo que genera mucha tos, una tos típica, convulsiva, de ahí el nombre", comenta López Goñi. A pesar de que puede afectar a todas las edades, "en niños menores puede ser muy grave, ya que dificulta la respiración", sostiene el microbiólogo. De todas formas, "la letalidad es menor al 1% en niños menores de un año no vacunados", añade.

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La tosferina es considerada como una de las enfermedades más contagiosas. Como señala López Goñi, "en más de un 80% de los casos la fuente de infección son los adultos portadores de la bacteria". Según la **Asociación Española de Pediatría (AEP), "actualmente en los países occidentales hay dos picos de edad bien definidos en los que se padece esta enfermedad: lactantes menores de 3-4 meses y adolescentes, con importante morbimortalidad en el primer grupo". A la vista están, por desgracia, los casos de recién nacidos fallecidos en los últimos días.

¿La tosferina se cura?

"El tratamiento es con antibióticos", nos explica López Goñi, quien comenta que "no parece que haya problemas de resistencia"**. Según las guías de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU, los fármacos más utilizados son la eritromicina, la claritromicina y la azitromicina en pacientes de un mes o de edades superiores. En el caso de recién nacidos, es preferible administrar solo azitromicina.

¿Se puede frenar el contagio?

En palabras del especialista, "la mejor prevención es la vacunación". La vacuna que se administra es efectiva, puesto que se da a los 2, 4, 6 y 18 meses, además de administrar otra dosis de recuerdo a los 5-6 años. Según la AEP, existen ocho vacunas disponibles en España contra la tosferina, desarrolladas únicamente por dos farmacéuticas: GlaxoSmithKline y Sanofi Pasteur MSD. Cinco de estas vacunas se emplean tanto en primovacunación como en refuerzo, mientras que las tres últimas se administran solo para reforzar la inmunidad.

"El problema es que antes de los 2 meses, y hasta que la vacuna hace efecto, el bebé no está protegido y es la edad más peligrosa", destaca López Goñi. La opinión del microbiólogo coincide con los datos oficiales del Instituto de Salud Carlos III, que destacaba lo siguiente en cuanto a la distribución de los casos de tosferina por edad:

El 89,6% de los casos son menores de 14 años, acumulándose en los menores de 1 año (40%), con el máximo en los niños de 1-2 meses de edad

¿Han aumentado los casos?

Los datos anteriores se refieren al período comprendido entre 1997 y 2007. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha observado un preocupante incremento del número de casos de tosferina. En la gráfica siguiente se muestra la evolución en España desde 2007 hasta 2015, aunque este patrón parece que se da en todos los países occidentales:

"Las causas [del incremento de casos] no se conocen a ciencia cierta, pero parece que este aumento puede ser debido a un cambio en la vacuna", sostiene López Goñi. Antes la vacuna contra Bordetella pertussis se fabricaba con células bacterianas inactivas; a pesar de su gran efectividad, presentaba varios efectos secundarios. Por esta razón se comenzó a administrar la vacuna acelular, fabricada con fragmentos de proteínas del microorganismo.

Un cambio en la vacuna utilizada podría estar detrás del incremento de casos de tosferina en el mundo"Esta vacuna también protege y tiene menos efectos secundarios", nos explica el científico, "pero también se sospecha ahora que protege menos". La vacuna acelular podría inducir una inmunidad menor y menos duradera que la otra versión de la vacuna, lo que explicaría el aumento de casos. "Otra posibilidad que no podemos descartar es que la bacteria haya cambiado, que las cepas circulantes sean distintas y por ello la vacuna proteja menos", apunta.

Un trabajo publicado en la revista Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica también señalaba diversas causas que podrían explicar la reemergencia de la tosferina desde hace tres décadas en Estados Unidos y de forma no tan evidente en Europa. Entre otras razones, Fernando A. Moraga-Llop y Magda Campins-Martí enumeraban como posibles razones: los fallos la estrategia de prevención y vacunación (disminución de la inmunidad con el tiempo, menor efectividad de las vacunas acelulares o cambios genéticos en B. pertussis) y la mayor concienciación clínica, más vigilancia epidemiológica y un mejor diagnóstico de la enfermedad.

Según especialistas del Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona, las tasas de vacunación desde 1998 son superiores al 95%. Este elevado porcentaje descarta a priori que la aparición de casos de tosferina pueda deberse a "bolsas" de niños no vacunados, como sucedió en Olot. La situación epidemiológica actual, de acuerdo a los médicos, muestra un incremento de la incidencia (número de casos) y un ligero aumento de la mortalidad desde 2007, especialmente en niños menores de un año.

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Fernando A. Moraga-Llop y Magda Campins-Martí, Enferm Infecc Microbiol Clin. 2015;33(3):190–196

Desde el Vall d'Hebrón también sostienen que existe "infradeclaración de casos", a pesar de que la tosferina es una enfermedad de declaración obligatoria desde la década de los ochenta, debido a las elevadas tasas de contagio. Los expertos señalan además que "ha habido una disminución global de la hospitalización, salvo en menores de seis meses". Tanto López Goñi como los expertos catalanes apuntan que es necesaria más investigación sobre este tema.

¿Vacunar a embarazadas?

Como apuntaba López Goñi, la primera dosis de la vacuna no se administra hasta los dos meses de edad, por lo que la edad más peligrosa para contraer tosferina es precisamente la comprendida en estas primeras semanas de vida. Durante este tiempo, el bebé no está protegido. Este es el motivo por el que países como Estados Unidos, Reino Unido o Bélgica comenzaron a vacunar a las mujeres embarazadas, que de este modo podrían "transferir" los anticuerpos al sistema inmunológico de sus hijos y que estos tuvieran protección contra la tosferina al nacer.De acuerdo a la evidencia actual, vacunar a mujeres embarazadas es una estrategia efectiva y segura contra la tosferina

"El problema ha sido que hay falta de suministro de vacunas y no todas las comunidades autónomas han vacunado a las madres", señala López Goñi. De acuerdo al Ministerio de Sanidad, hasta abril de 2015 siete regiones habían introducido la vacuna contra la tosferina en embarazadas: Asturias, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Navarra y País Vasco. En las últimas horas, Aragón, Andalucía, Baleares, Castilla-La Mancha, La Rioja, Madrid, Melilla y Murcia han anunciado que también financiarán esta vacuna. Cantabria, Ceuta y Castilla y León no han confirmado la administración de la vacuna a las madres gestantes, mientras que Galicia ha manifestado que "por problemas de abastecimiento" se verá obligada a elegir entre vacunar a mujeres embarazadas o a niños.

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"No tiene sentido que haya diferencias entre CCAA, los microbios no conocen fronteras", sostiene López GoñiLos estudios realizados por el momento muestran que vacunar a mujeres embarazadas es seguro y efectivo. Por ejemplo, un trabajo publicado en The Lancet mostró una eficacia alrededor del 90%, mientras que un segundo estudio en British Medical Journal no encontró efectos adversos importantes en relación a la vacunación de las madres. Otras estrategias de inmunización, como "la del nido" (proteger a todos los allegados a un recién nacido), también están siendo investigadas para comprobar la efectividad frente a la infección. "El problema de todo esto, lo mismo que con la vacuna del meningococo B, es la falta de coordinación estatal", comenta López Goñi. Una queja recogida también en la plataforma Change por Alberto de Pablo, padre de uno de los bebés fallecidos por culpa de la tosferina.

"No es un problema de los antivacunas, el problema es que estamos mareando a la gente", sostiene el profesor de la Universidad de Navarra. Según su opinión, es urgente un consenso entre pediatras, comité de vacunas, Ministerio de Sanidad y comunidades autónomas. No tiene sentido que haya diferencias entre CCAA, salvo en el caso de las islas o Ceuta y Melilla, donde puede haber peculiaridades epidemiológicas y de ahí que haya calendarios o estrategias de vacunación distintas. "Los microbios no conocen fronteras", concluye el especialista.

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