The Last of Us es uno de los juegos más representativos de la anterior generación de consolas. Naughty Dog había centrado toda su atención en lanzar la trilogía de Uncharted. Todos disfrutábamos de las aventuras de Nathan Drake y cuando se anunció una nueva franquicia surgieron algunas dudas que no tardaron en ser disipadas. The Last of Us nace de un planteamiento bastante trillado como es una infección bacteriológica que amenaza el futuro de la humanidad.
Pese a ello acaba convirtiéndose en una oda a la paternidad que nos cuenta la preciosa y dramática historia de Joel y Ellie. Hace mucho que se especula con la posibilidad de una secuela. Naughty Dog podría presentarla en la próxima Playstation Experience y sin duda causaría un revuelo terrible entre todos los fans. Por eso hemos querido pensar en qué nos gustaría ver en una posible secuela. Estas teorías pueden contener spoilers, por lo que si todavía tienes pendiente jugar al juego quizás deberías evitar leerlas.
Una Ellie más adulta
Todavía no se sabe en línea temporal tendría lugar una hipotética secuela. Uno de los artistas del primer juego realizó una ilustración de Ellie tocando la guitarra que incendió las redes. Esta mínima pista nos hace pensar en un futuro en el que Ellie ha aprendido a cargar con lo que ocurrió en su trágica infancia. No sabemos si en algún momento la mentira de Joel saldrá a la luz pero podría ser un buen desencadenante para iniciar una nueva historia. Solo esperamos que Ellie siga fiel a sus principios y siga siendo tan malhablada e irreverente como siempre. Hacerse mayor no significa a renunciar a una parte de personalidad.
Evolución en el concepto de paternidad
Podría parecer bastante lógico que Joel tuviese un papel importante en The Last of Us 2. El primer juego empieza con un suceso trágico que cambiaría su vida para siempre. Conocer a Ellie al principio solo es un dolor a cabeza pero al final somos conscientes de que sin ella no habría sobrevivido de ninguna de las maneras. Todos estaremos de acuerdo en que Joel merece un tiempo de paz y de calma. El juego podría centrarse perfectamente en los nuevos compañeros de Ellie pero quizás sería un movimiento demasiado arriesgado prescindir de este gruñón con camisa de cuadros que nos debe una canción.
Unas mecánicas más inteligentes y mejoras en el sistema de crafteo
Una de las mayores virtudes de The Last of Us era su gran variedad de situaciones. El ritmo del juego es uno de los motivos de su éxito. Las situaciones de exploración, acción y sigilo se combinaban a la perfección. Si le ponemos poner una pega eran las tediosas partes en las que teníamos que buscar tablas para ayudar a cruzar a Ellie en algunas zonas. La primera vez era divertido pero se acaba repitiendo hasta la saciedad. Otra de las buenas decisiones del primer juego fue el original sistema de crafteo con el que podíamos reaprovechar materiales para crear objetos y mejorar nuestro equipo. Naughty Dog haría bien en fijarse en el sistema que ha utilizado Bethesda en el reciente Fallout 4.
La importancia de los refugios y la esperanza de un mundo mejor
Debemos suponer que la infección todavía sigue acabando paulatinamente con la humanidad porque lo que una de las piezas importantes sería poder visitar varios refugios y ver cómo se las apañan sus habitantes. Tampoco hace falta copiar el sistema de Motherbase de Metal Gear Solid: The Phantom Pain, pero agradeceríamos poder visitar diversos países y ser testigos de las diferencias culturales. Si seguís los cómics, la serie de The Walking Dead o el juego de Telltale seréis conscientes de la volatilidad de cada grupo y de la facilidad con la que las cosas se pueden ir al garete. Una de las cosas más criticadas de The Last of Us fue su abrupto final abierto. Algunas personas consideran que el final es perfecto mientras otras prefieren las cosas más masticadas. Sea como sea nos gustaría mantener un hilo de esperanza en un mundo mejor.