De todo el mercado de segunda mano sobre electrónica de consumo, el más vivo, con tiempos de venta más cortos y menor caída de precios es, más que probablemente, el de productos de Apple. Por norma general, un producto de Apple no va bajando de precio según pasan los meses, al contrario de lo que ocurre con marcas rivales en cualquier segmento. Hasta que Apple no presenta una renovación o descontinúa el producto, éste no baja de precio en el mercado. La consecuencia natural en la segunda mano es que los precios bajan a un ritmo mucho menor y más suave. Y además, la demanda suele ser alta.
Dentro de este mercado de segunda mano hay dos ramas principales mediante la que proceder al intercambio, a la compraventa. Una son los portales y servicios entre usuario y usuario. En ellos, los usuarios contactan unos con otros. Uno pone el anuncio, otros responden regateando o acordando un precio, y entre ellos se libra directamente el acuerdo.
Por otro lado, existen revendedores profesionales o marketplaces, como Manzanapolis, que facilitan el proceso de compraventa aportando un extra de seguridad en cada operación. En el mercado de segunda mano, a veces ocurren sorpresas que nadie quiere encontrar. Un paquete que no llega, una transferencia que se demora, un producto que llega distinto a cómo parecía ser. No es lo usual, pero puede ocurrir, así que hay que reducir al mínimo los riesgos a sufrir estas malas experiencias.
Ahí es donde entran este tipo de marketplaces que agrupan tanto a vendedores particulares como profesionales. Por un lado, evitan que se consume una venta no deseada, ya que retienen el dinero del vendedor durante tres días hasta que el comprador certifique que todo está correcto. En caso de que no, se paraliza la operación y se dirime el problema. También sirve para ayudar a los vendedores a promocionar mejor el producto y poder sacar la máxima cantidad posible a cambio. Y por otro lado, se realizan comprobaciones previas: por ejemplo, en el caso de los usuarios particulares de Manzanapolis, a los que se les comprueba el número de serie de cada producto con Apple para asegurarse de que no está denunciado por robo y las especificaciones son las descritas en el anuncio. También se contacta con todos los vendedores y se ofrece un año de garantía en caso de que sean profesionales.
Son las dos vías. En una de ellas se potencia la venta directa entre usuarios. Más rápida en términos de transferencia económica de un usuario a otro, pero también más insegura. En la otra, se ataja este riesgo de forma preventiva: el comprador está cubierto por una política de tres días de devolución en cualquiera de los casos, y de un año de garantía si se trata de un profesional.
No debemos olvidar que hay muchos productos Apple de segunda mano que se pueden adquirir dentro del propio periodo de garantía que ofrece la compañía de Cupertino. Además, hay que tener en cuenta la facilidad a la hora de publicar un producto, olvidar el clásico regateo, y el hecho de contar con un marketplace que se toma la seguridad como uno de sus principios.
Basándonos en estas últimas ventajas podremos realizar compras y ventas con una mayor confianza. También nos ayudarán a tener siempre la última generación del iPhone o iPad, por ejemplo, ya que se va actualizando aportando una cantidad económica si recuperamos buena parte de la inversión del modelo anterior vendiéndolo a un buen precio en este tipo de plataformas.