Hace años conversamos y discutimos qué hace un producto algo premium. ¿Existe incluso tal cosa? ¿Hay variables que definen universalmente algo como premium? La realidad es que todo es subjetivo, y la perspectiva importa mucho.
Para alguien que venga de comprar coches Renault, como yo, un BMW de alta gama le parecerá premium. Mientras que un usuario de BMW de gama alta salive por conducir un Bentley. — Y el dueño de un Bentley quizá quiera un Bugatti Veyron.
Un producto premium es algo que no defrauda tus expectativas. Que te hace orgulloso de haber pagado el precio que costaba. ¿Importa que sea de acero cromado, aluminio de grado aeroespacial o bambú? Solo importa cómo se siente el material en tu mano.
Importa que pueda ser distinguido entre el resto de opciones. En cierto modo también importa que sea exclusivo, pero nunca excéntrico. — La mayor parte lo reconocerá como algo premium superior a lo que tienen, aunque solo una minoría quieran y puedan comprarlo.
Cuando vas a comprarlo tienes una experiencia placentera, y cuando tienes problemas con él te tratan como a un humano. Un producto premium incluye un trato al cliente premium.
Un producto premium funciona bien siempre, no te deja tirado cuando más lo necesitas.
Quizá no podamos decidir cuál es el mejor producto en un segmento, pero tú puede decidir cual es el mejor para ti. — Es tu vida, y son tus opciones. No importa el precio, importa el valor que te aporta.
Un dispositivo premium te hace feliz.