No sorprende, ni si quiera es novedad que, en cada presentación de un producto de Apple, se comience a criticar un producto. A veces con mayor o menor desacierto, pero es normal: es una compañía muy grande, que vende productos con más margen que todos los demás y sigue sus propias directrices.

Con los iPads el tema es bastante curioso. Hace casi un año se criticaba al iPad Air 2 por tener un gran hardware, pero no ofrecer las suficientes herramientas en el sistema operativo para ser productivo. Muchos querían algo tan portátil como un iPad, pero con la versatilidad de un MacBook. El MacBook Air, aunque fuese muy pequeño, no tenía pantalla retina y no era todavía comparable en tamaño a un iPad Air.

Meses después, Apple lanza el nuevo MacBook. Un logro tecnológico que ofrecía un portátil con un sistema operativo de escritorio, la mejor pantalla en un portátil y un tamaño ridículamente pequeño, a la altura, casi, de un iPad. Curiosamente, los que querían un iPad productivo también parecían disconformes con un portátil que tenía el tamaño de un iPad junto a un teclado y un gran trackpad.

iPad Pro teclado

9 de septiembre, Apple presenta el iPad Pro. Es un iPad del tamaño del nuevo MacBook, más fino y sin teclado ni trackpad. Sigue siendo un iPad. Para que el iPad sea mejor, en lugar de adaptarse a lo que hace la Surface de Microsoft, lo que ha hecho Apple es mejorar en los puntos en los que el iPad se usaba principalmente más allá de consumir contenido: añadir un buen soporte al sistema operativo para un teclado externo y el uso de un stylus para aplicaciones de retoque fotográfico o ilustración (Apple Pencil).

No tiene sentido que Apple transforme el iPad en una Surface añadiendo OS X, para eso tiene los MacBook. El iPad es una tablet y Apple quiere que siga siendo la mejor tablet, mientras añade nuevas funciones que no comprometan la base sobre la que se asentó el iPad:

Todo el sistema operativo y contenido se toca y se trata a través de tus dedos. Tiene que ser fácil, cómodo e intuitivo. Tiene el mejor ecosistema de aplicaciones en tablets. * El hardware cada vez es más potente y hace al iPad más liviano y portable.

Introduciendo OS X en una tablet como la Surface, daría como resultado un buen portátil pero una mala tablet, que es lo que me parecen las Surfaces de Microsoft. Grandes productos, pero que como tablets me generan una frustración constante ya que la interfaz no está hecha para ser usada con los dedos. Al final no es una buena tablet y como portátil no es mucho más barato ni potente ni liviano que los competidores a ese precio.

Apple ya tiene un MacBook idóneo en movilidad para el que no necesita la potencia ni las conexiones extra de la gama pro. El iPad Pro e iOS 9 pretenden, bajo mi entender, mejorar lo que ya había y eliminar los obstáculos a varias cosas para las que el iPad no fue diseñado, pero para las que la gente sí ha querido usarlo como se ha visto a lo largo de los últimos años.

iPad Pro Cad

Quien usa un iPad a diario para trabajar, tiene ahora una alternativa mejor: más potente, con más posibilidades, con una pantalla más apta para operar con varias aplicaciones a la vez y 4GB de RAM para que no haya problemas al ejecutar grandes aplicaciones y trabajar con decenas de pestañas en el navegador. Quien escribe en un iPad, porque es su dispositivo de elección, tendrá ahora un soporte de teclado externo casi como el de OS X y quien dibuja en un iPad, porque es su dispositivo de elección, tendrá ahora un stylus con latencia casi nula, sensor de presión y de ángulo para realizar su trabajo.

El que quiere un iPad, ahora tendrá uno mejor a su disposición. Porque él no quería ni necesitaba OS X o Windows en una tablet, porque le gustan las aplicaciones de iOS, lo que se puede hacer con él, su gestión simplificada etc, con sus virtudes y defectos. Porque no es nada más que una elección, y en esa elección se incluye el sistema operativo. Uno hecho por y para la tablet, por y para las manos, aunque con los años se descubra que los usuarios necesitan y quieren más usos.

El iPad Pro no es una Surface, es un iPad mejor. Para tener OS X existe un MacBook más pequeño, incluso, que el nuevo iPad. Si hay algo que necesita el iPad no es otro sistema operativo, sino más aplicaciones que resuelvan problemas concretos. Algo que parece tener claro Apple por lo que vimos ayer.

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