Las redes de conexión inalámbricas cambiaron nuestras vidas, alterando radicalmente cómo el ser humano interactúa con los demás. Un smartphone de cien dólares te permite acceder a un mundo de información inabarcable y a comunicarte con cualquier extremo del mundo en segundos. Es difícil imaginar vivir sin un smartphone como principal puerta a Internet y centro de nuestra vida digital.

Uno de los enlaces entre dispositivo e Internet fundamentales son las operadoras, que permiten al terminal acceder a Internet. Xiao Ming de ZTE Europa designa tres eras en la conexión inalámbrica, según los objetivos de cada una:

El objetivo de las operadoras era conectar a las personas entre sí (persona-persona) en la primera era. En la segunda, las operadoras conectaban personas a los servicios, a la nube y a la inteligencia centralizada. (persona-máquina). * La era que está por llegar, la tercera, será el gran desafío de operadoras y compañías tecnológicas. Conectar a las máquinas con otras máquinas (máquina-máquina).

Se trata de conectar nuestras casas, coches, relojes y ciudades a una inteligencia superior que nos permita procesar, analizar y aprovechar la ingente capacidad de datos que el ser humano no podría asimilar por sí mismo. Para conectar todo, no sirven las redes de cuarta generación (4G), se obligatorio la implementación de las redes 5G para acelerar la carrera de las diferentes potencias en Internet de las Cosas, conducción autónoma o ciudades inteligentes. "No es posible desarrollar una tecnología si no se despliega la infraestructura adecuada," aseguró Ming en el último congreso de las telecomunicaciones en Santander. Por eso, las redes 5G no serán un simple avance, son ya una necesidad.

Bajo el desarrollo de las redes 5G, la industria puede comenzar a reinventarse, y debe volver a pensar cómo manejar las ciudades del futuro y la infraestructura de cada país. Estas redes serán mucho más capaces que sus predecesoras (3G y 4G), con velocidades de 10 Gbps, 50 veces más veloz que el 4G, y que tienen una característica determinante para muchas aplicaciones que ahora sólo podemos soñar: una latencia casi nula.

El 5G convertirá nuestra interacción de un sólo sentido con la red en algo totalmente nuevo. Una red que posibilite a las máquinas conectarse instantáneamente con el mundo sin interacción humana previa, realizando actividades que nos beneficiarán individualmente y colectivamente sin tener si quiera que pensar en ello. Actualmente, nuestro acceso a Internet es siempre bajo demanda; pero el de esta nueva generación de redes permitirá una transformación radical en cómo vivimos y compartimos nuestras vidas con los demás y el entorno. Será en gran primer paso que de verdad haga avanzar a la industria de lenguaje máquina a máquina. El 5G no trata de aumentar la velocidad de nuestras descargas, se trata de dar el primer paso en una nueva era y conectar todo a Internet al servicio de las personas.

Una nueva sociedad

La conducción autónoma es uno de los temas candentes gracias a compañías especialistas en inteligencia artificial como Google: el coche que compres dentro de 10 años podrá descargar en tiempo real el tráfico cercano y elegir la ruta más apropiada, además de evitar accidentes.

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Los beneficios que supondrá esta autonomía no sólo son económicos, evitando que haya personas trabajando en un puesto que podría realizar una máquina, sino que la verdadera ventaja será, de una vez por todas, evitar que nadie muera en las carreteras. 1.131 personas perdieron la vida en el 2014 solo en España, la mortalidad puede ser algo del pasado en unas décadas.

Las conexiones 5G marcarán la diferencia entre la vida y la muerte en los coches autónomosPero además de sensores e inteligencia artificial necesitamos, y lo necesitamos ya es una infraestructura de conexión de quinta generación. No se trata de velocidad se trata de conexiones fiables con una latencia mínima.

La latencia es el tiempo que tarda en una red el primer paquete en llegar desde que se envía, independientemente del ancho de banda o velocidad.

Ejemplo: en una red LTE, desde que pides acceder a una página web, hasta que el servidor comienza a enviar la información a tu navegador, hay un retraso entre 50 ms y 15 0ms dependiendo de varios factores. Puede parecer una cantidad de tiempo irrisoria, pero no lo es si se trata de hacer que tu coche frene a tiempo y salve tu vida.

"Si un coche va a 100km/h necesitamos 5G para que sólo tarde 1ms en comenzar a frenar," comentó Walter Ji CEO de Huawei Europa en la Telco 29 de Santander, "es la diferencia entre la vida y la muerte." Es por aplicaciones de este tipo, a las que se suman muchísimas más en el ámbito industrial, energético y sanitario por el cual calificamos el 5G como una necesidad y no un simple avance.

"El 5G no es una mejora tecnológica, es la base de una disrupción" aseguró Walter Ji.

Las grandes ciudades comenzarán una nueva eraAunque lo más atractivo sean los coches autónomos y lo que hacen las grandes empresas tecnológicas, el 5G mejorará la vida de todas las grandes ciudades del mundo. ¿Cuánta agua despilfarra una ciudad al día debido a grifos que gotean o tuberías mal selladas? ¿Centenares de miles de litros? ¿Millones? Monitorizando toda la infraestructura del agua con sensores conectados a través de 5G supondrían una gran inversión, pero se recuperaría increíblemente rápido. Pero se necesita una transmisión de datos inmensa a una gran velocidad, algo que las nuevas redes 5G podrán proveer.

Es la base de las ciudades inteligentes, donde cada elemento está conectado. Se necesita infraestructura, la colaboración de los gobiernos y la ayuda de las grandes compañías tecnológicas. No sólo para crear negocio y mejorar la vida individual de cada persona, se trata de respeto al medioambiente y de salvar vidas.

Celestino García, Vicepresidente Corporativo de Samsung Electronics España, aseguró que ya ha comenzado esta era del Internet de las Cosas, recalcando la necesidad de un acuerdo global para hacer el 5G una realidad lo antes posible. "Vamos a vivir en un mundo de sensores", aseguró, mediante los cuales las empresas podrán "rebajar drásticamente sus costes". Samsung ya trabaja en sensores, tal y cómo explico en el 29 congreso de Telecomunicaciones en Santander, "que reconocen hasta veinte olores y detectan cualquier movimiento en el espacio".

Individualmente también ofrecerá grandes ventajas. Imagina ver vídeo on demand de resolución 4K al instante, sin buffer alguno y en tu smartphone. Faltan muy pocos años para que sea una realidad, pero todavía hay que solucionar muchos problemas. El 5G es una promesa, pero también un desafío.

El 5G es un desafio

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Teniendo clara los porqués de la necesidad del 5G, hay que tener las dificultades enormes de su desarrollo y, sobre todo, futura implementación. Hay muchísimas cuestiones de seguridad y privacidad que abordar, los trayectos de tu coche pasarán al servicio de una inteligencia artificial centralizada, la señal de tu smartphone será constantemente seguida para controlar la ciudad, tu reloj sabrá más de ti que cualquier amigo.

El 5G depende del acuerdo entre gobiernos, operadoras y tecnológicasAdemás, tecnológicamente hablando, el mayor reto es poner de acuerdo a operadoras, compañías tecnológicas y, sobre todo, gobiernos. Se necesita un estándar que habilite a los seres humanos, máquinas, robots, drones, coches, weareables, electrodomésticos y sensores comunicarse en una red común y en el mismo "idioma". También necesitamos un espectro de radio mucho mayor a partir de 2020 si queremos un mundo totalmente conectado.

Las compañías tecnológicas de primer nivel ya llevan trabajando en la implementación del 5G unos años. Samsung, por ejemplo, logró velocidades de 7.5Gbps en un entorno estacionario de pruebas y 1.2Gbps en un coche viajando a 100km/h.

Dentro de 20 años, gracias a la implementación del 5G y el auge del Internet de las Cosas, viviremos en un mundo donde tendremos entre "10 y 100 veces más dispositivos que personas en la tierra". Miles de millones de máquinas enviando y recibiendo información constantemente con un sólo milisegundo de retardo y velocidades hasta hace poco impensables.

El 5G no es velocidad, es permitir que se invierta en sensores conectados, en nuevos chips, en implatación de redes, en mejorar nuestras ciudades, y comunicar al instante en donde cada milisegundo cuenta. Ya podemos comunicarnos con cualquier persona en casi cualquier parte del mundo con un simple smartphone de unos pocos dólares, es hora de conectar el mundo también.

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