Pasada la media noche, mi yo adolescente se propuso imprimir un trabajo que necesitaba entregar en el instituto la mañana siguiente. Compré una impresora hace unas semanas o meses y apenas la había usado. Por supuesto, se quedó sin tinta tras empezar a imprimir mi trabajo en finas líneas discontinuas y sólo hasta la mitad de la hoja. Tras ver el precio de los cartuchos y su capacidad en mililitros, hice lo que cualquier persona cuerda en ese momento podría haber hecho: tirar la impresora a la basura.

Han pasado ya varios años y nunca pensé que fuese a interesarme una maldita impresora otra vez. Epson ha decidido dar una alternativa a las nefastas, pero baratas, impresoras que todos podemos encontrar en las grandes superficies.

La nueva serie Epson EcoTank luce como una impresora de tinta normal, sólo que tienen los recipientes de tinta en un lateral de forma accesible y con una gran cantidad. Cuando escribo "gran cantidad" me refiero a una duración de la tinta en un uso normal de años, no semanas.

El mercado de las impresoras lleva estancado años y años. Es, sin duda, el dispositivo electrónico que más frustración puede crear. El problema es que los fabricantes entraron en una curiosa carrera de vender impresoras lo más baratas posibles, llegando a precios ridículos, para obtener beneficio de la tinta de los cartuchos. El absurdo llega hasta tales cuotas que es normal que un cartucho de tinta pueda llegar a costar más de la mitad de la impresora y, por supuesto, la carga que traen los cartuchos incluidos en estas es ridículamente pequeña.

Por eso el movimiento de Epson con esta gama es tan interesante. En lugar de competir por precio, esperando generar beneficios vendiendo tinta a precios de sangre de unicornio, competirán adoptando la estrategia inversa. Cuando compras una de las impresoras EcoTank, podrás recargar los cartuchos de una forma rápida y sencilla volcando la tinta en el recipiente. Los reemplazos incluyen muchísima tinta y cuestan unos $50 dólares; para obtener esa cantidad en ml de tinta en cartuchos de una impresora oficial común tendrías que gastar al menos 10 veces más.

Epson ET-2550, izquierda, y XP-420 a la derecha. Foto del WSJ.
Epson ET-2550, izquierda, y XP-420 a la derecha. Foto del WSJ.

Al no querer hacer dinero vendiendo tinta a precios ridículos, tendrás que pagar una gran suma al principio, por el hardware. El modelo ET-2550 cuesta $400 y el modelo superior con fax, Ethernet, etc. unos $500.

El precio de la impresora es tan elevado que no es obvio qué elegir y hay que estudiar cuántas hojas imprimimos a la semana y el costo que nos supondrían las alternativas convencionales. Si tenemos en cuenta el precio de los cartuchos originales e imprimimos mucho, el ahorro (y la conveniencia) puede ser muy grande. En cambio, si usamos cartuchos genéricos y no nos genera problemas de calidad en la impresión, la decisión es mucho más complicada.

Es la primera gama de modelos, esperemos que logren crear una tendencia y las impresoras dejen de ser el quebradero de cabeza que siempre fueron.

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