Hace unos días, Blizzard anunció la beta cerrada de Starcraft II: Legacy of the Void, que llegará a las tiendas en algún momento en invierno de este año. Si reservas tu copia ya, tendrás acceso a esta beta y podrás probar las novedades que comentaremos a continuación. Importante: que no te intenten estafar con claves de beta porque no las hay. Si has sido seleccionado, te activarán el acceso directamente en tu cuenta de Battle.net (estará disponible en el desplegable Región/Cuenta encima del botón Jugar).

El prólogo

Con el misterioso Zeratul como absoluto protagonista, podrás jugar a las tres primeras misiones del prólogo, que ya hemos probado:

  • Murmullos oscuros. Zeratul viaja en su nave hasta un recóndito rincón de una galaxia perdida y recibe una llamada de Talis, una compatriota Protoss. La misión consiste en rescatar a unos Protoss cautivos en un emplazamiento Terran y, al mismo tiempo, recopilar información importante para Zeratul. El problema es que, en mitad de todo esto, se encuentra Kerrigan, que está intentando conquistar la base Terran, destruir su núcleo de energía y conseguir más especímenes para los zerg híbridos. Es una misión a contrarreloj, pues tienes que completar los objetivos antes de que los Zerg destruyan la base Terran (lo mejor es que tienes que pasar sí o sí por el camino que usan los Zerg para atacar, así que más te vale esperar a que pase el ejército). Tendrás que conseguir recursos, crear una base sólida (no descuides las defensas porque te atacarán los Terran de vez en cuando) e ir liberando prisioneros mientras destruyes a los Terran y Zerg que se crucen por el camino.
  • Fantasmas en la niebla. Viajamos en esta ocasión al planeta Atrias, donde se encuentra el templo de Erris, que Zeratul tenía marcado para seguir cosechando información de interés para salvar al pueblo Protoss. La complejidad de esta misión reside en que no hay fuentes de gas vespeno para recolectar, así que tendrás que buscarte la vida como puedas. Atrias es un planeta inestable, en el que se producen terremotos que generan fisuras que desprenden cápsulas del tan preciado vespeno. El problema es que estas fisuras están en territorio enemigo, así que tendrás que cuidar bien los recursos que gastas a medida que avanzas en la partida. El enemigo aquí son las unidades Protoss de Amon, que irán atacando periódicamente tu base (conforme más tiempo pase, más poderosos serán los asedios).
  • El despertar del mal. En esta misión manejaremos al propio Zeratul y nos adentraremos en el templo de Erris junto a varios acechadores aliados. Tendrás que usar las habilidades especiales de Zeratul (Invisibilidad, Traslación, Armadura de vacío, Golpe sombrío) para ir haciendo estragos en las defensas de los Protoss de Amon. No será fácil porque los observadores enemigos te detectarán y tendrás que planear con antelación tus ataques. Cuando llegas al final del templo, te esperará un mensaje de Amon y un jefe final. Después de esto, tocará salir corriendo porque el templo se autrodestruye en 4 minutos y 40 segundos (el tiempo dependerá de la dificultad que elegiste al principio). ¿Lo más sensato? No te detengas a matar a las unidades que van saltando a tu paso porque cada vez serán más. Hasta un punto en el que sería imposible destruirlas a todas con Zeratul. Utiliza traslación lo máximo que puedas y reza para que no te acorralen.
Esta es la base Protoss que te espera al final de la segunda misión del Prólogo, Fantasmas en la niebla
Esta es la base Protoss que te espera al final de la segunda misión del Prólogo, Fantasmas en la niebla

Algunas novedades de Legacy of the Void

Blizzard hizo hincapié en que Legacy of the Void, aunque es la conclusión de la historia de Starcraft II, es un juego independiente y, por tanto, no necesitarás los dos anteriores (Wings of Liberty y Heart of the Swarm) para disfrutar de las novedades. Las más importantes:

  • Dos nuevos modos multijugador.
    • Modo Comandante. Si te gusta la dinámica de las misiones de campaña en las que manejas a Raynor, Kerrigan o Zeratul, este modo te gustará, pues tendrás que manejar al héroe que quieras, subir de nivel, elegir qué habilidades quieres y completar las misiones. Todo ello sin una historia concreta detrás.
    • Modo Arconte. Tendrás que compartir tu base con otro jugador y os tendréis que poner de acuerdo para destruir al equipo rival. Una buena iniciativa tanto para alguien que está empezando y necesita aprender (de otro jugador más experimentado), como para los que ya están cansados de las partidas estándar. Un jugador administrará la base y los recursos, y el otro el ejército.
      Disruptor, nueva unidad Protoss
      Disruptor, nueva unidad Protoss
  • Nuevas unidades.
    • Protoss. Dos nuevas: las Adeptas, unidades especialistas a distancia que disparan un cañón y que se proyectan a sí mismas entre las filas enemigas, y el disruptor, una bola de energía hecha para ir en plan kamikaze contra las defensas enemigas.
    • Terran. El ciclón es un nuevo robot de cuatro ruedas ideado para contener los ataques enemigos.
    • Zerg. Dos nuevas: el Asolador, una evolución de la conocida Cucaracha hecha para el asedio, y el Merodeador, que se puede enterrar para atacar unidades terrestres fijas.
  • Cambios en la estrategia de juego. Blizzard ya dejó claro que quiere acabar con la rutina inicial de toda partida estándar de Starcraft: reunir recursos, entrenar tropas y atacar, todo ello desde nuestro maravilloso rincón del mapa. La intención es 'fomentar' que los jugadores se expandan, creen bases por todo el mapa y que no huyan del conflicto en los primeros minutos de partida. Quieren que haya acción y menos previsibilidad, y por eso nos dan más recolectores al principio (para que podamos mandar a unos cuantos a crear una nueva base) y menos recursos básicos al lado de nuestro nexo.

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