Aunque gran parte de la población ve menos la televisión conforme pasa el tiempo y servicios relacionados con Internet penetran más y más en nuestras vidas, continúa siendo un media que tiene gran relevancia cultural en muchas vidas y en la sociedad en general. Y pese a esa reducción de consumo televisivo, aún es el medio de comunicación donde más dinero en publicidad se invierte, por lo que es necesario medir las audiencias de los programas para saber dónde invertir, o a qué horas es más rentable o a qué público dirigir tu producto. La medición de audiencias también es muy útil para configurar los procesos editoriales de las cadenas, y hoy veremos cómo se mide la audiencia.
La medición de las audiencias en España la gestiona Kantar Media, una empresa que forma parte del grupo Kantar, que nosotros conocemos por los análisis de mercado que realizan. Para llevar a cabo el estudio, Kantar Media tiene audímetros repartidos por toda España, en 4625 hogares. Cada aparato representa teóricamente a una población de 10000 personas. Por lo tanto, 4625 hogares son los encargados de representar a los más de 46 millones de habitantes de España. A todos nos parecerá una cifra poco representativa, pero se supone que por pura estadística los datos son fiables por repetición, y el margen de error está entre el 1% y 5%.
4625 familias representan el gusto de todos los españoles que ven la TV
¿Y cómo funcionan los audímetros? Cuando hablamos de audímetros hablamos de los dispositivos que recogen los programas de televisión que ven los miembros de la casa, y que luego envían los datos a Kantar. Tiene un aspecto similar al de un aparato de TDT, y funcionan mediante un mando a distancia. Cada miembro del hogar tiene asignado un botón que debe pulsar cuando comience a ver la televisión, con el objetivo de identificarse. De esta manera, Kantar Media sabe qué tipo de público ve cada programa, pues cada miembro de la familia tiene registrado su edad y sexo, que son datos fundamentales de cara a la publicidad. También hay botones para que se registren los invitados, y también quedan guardados sus datos demográficos. Se trata de una actividad que los hogares con audímetros realizan sin cobrar, pero por la que reciben cupones que permiten acumular puntos para regalos.
Obviamente, todo esto da lugar a que muchos de los datos sean poco fiables. Estadísticamente es cierto que la muestra puede ser similar a otros estudios, pero al ser tan permanente, los hogares tienen demasiado poder para "dar o quitar audiencia" a según qué programas, en el sentido de que si quieres favorecer a un programa, puedes dejarlo puesto más tiempo, o puedes añadir a gente en el audímetro que realmente no está viendo la televisión a tu lado. Creo que, teniendo en cuenta el año en que estamos, el proceso debería ser muy distinto, y los cambios que está sufriendo la industria, harán que, a la larga, el modelo decaiga.
Si os interesa el asunto, os recomiendo ver el documental que aparece a continuación, donde se entrevista a una persona que cuenta con un audímetro en casa. Es interesante para conocer sus motivaciones y para entender si algo así puede ser representativo del conjunto de españoles que consumen televisión: