Siemens quiere atacar al sector del coche eléctrico en su punto más débil, la toma de carga que tenemos que instalar en nuestra casa y que se convierte en la extensión del vehículo eléctrico más engorrosa e incómoda de usar. Convertir la acción de conectar el coche a la casa para cargarlo en algo más sencillo y controlable es el objetivo de Siemens con su nuevo punto carga llamado VersiCharge, el que denominan el primero en incorporar Wi-Fi.
El hecho de contar con una conexión Wi-Fi para poder conectarlo a nuestro router y así dotarlo de Internet ofrece dos ventajas muy claras: la primera es que podremos controlar la recarga de nuestro smartphone (programar, comenzar...) pero también estará conectado con los portales encargados de comunicar el precio por hora de la energía. ¿Por qué es esto tan importante? Porque el usuario podrá conocer en tiempo real los periodos valle en los que el coste de la energía es más reducido y así poder cargar su coche eléctrico por mucho menos dinero.
VersiCharge podrá ser instalado tanto en exteriores como en interiores.
Esta es para mi la mayor ventaja, y una característica fundamental a partir de ahora, en los cargadores para coches eléctricos. Además de esta importante novedad, el dispositivo desarrollado por Siemens permite consultar el historial de consumo, adaptar la configuración según los kilovatios de carga, recibir notificaciones en el smartphone de cara a conocer el estado de la recarga y añade un componente social al poder compartir este tipo de experiencia con el resto de usuarios. Un programa que me recuerda al que tiene el Nissan Leaf y sus árboles asociados a puntos para conocer al conductor más eficiente en una especie de competición con uno mismo.
El mayor problema de VersiCharge es que no estará disponible fuera de Estados Unidos, al menos de momento, un hándicap que tiene lógica si miramos la implantación del coche eléctrico fuera de Estados Unidos, que ya lleva varios años apostando (en algunos Estados) por este tipo de movilidad. No es descartable que en países como Noruega o Reino Unido pueda ser comercializado porque son los dos países fuera de Estados Unidos que están apostando por este tipo de vehículos.