phobos y deimos

Fuente: Shutterstock

Hacía ya unas semanas que no teníamos noticias nuevas sobre el planeta rojo y su conquista. ¿Se había olvidado el mundo? Ni mucho menos, la colonización de Marte sigue más viva que nunca. Y para demostrarlo, la Agencia Espacial Japonesa, conocida como JAXA, mostraba recientemente sus planes para intentarlo. Según ellos, el primer paso sería pisar las lunas Phobos y Deimos, y traer muestras. Es más, aunque la misión no está asegurada económicamente, ya se ha puesto sobre la mesa. Si consiguen el dinero, probablemente nos traigamos un buen souvenir de estas lunas. Y es que los japoneses ya tienen algo de experiencia en traer tierra del espacio.

La mítica Hayabusa

Japón cuenta entre sus logros el haber sido la primera nación capaz de traer muestras de un asteroide. En una misión que duró 7 años, la Hayabusa orbitó el asteroide Itokawa y se posó sobre el en noviembre de 2005. Tras recoger muestras, volvió a la tierra, reentrando en la atmósfera en 2010. Para poder llevar a cabo la misión, la Hayabusa contaba con Minerva, un módulo de aterrizaje discreto y potente, que demostró las capacidades japonesas para realizar operaciones espaciales. La finalidad de la misión no fue otra que traer muestras frescas de un asteroide, cuerpos que conocemos muy bien "en teoría", pero del que no disponíamos ninguna muestra real de estos cuerpos celestes. La idea es llegar a las lunas, como muy temprano, en 2022Hayabusa nos abrió las primeras puertas a tocar con manos humanas la tierra de un asteroide de verdad.

Con todo el material y la investigación realizada y completada, la JAXA, ahora, se permite el lujo de imaginar una misión similar pero que traiga muestras de Phobos y Deimos. En realidad es que tienen capacidad para ello, a falta de la inversión necesaria. La idea es llegar a las lunas, como muy temprano, en 2022, recoger datos y muestras y volver. ¿Por qué hacerlo así? Bueno, establecer la puerta de entrada a Marte en una de sus lunas puede ser menos peligroso, más barato y más sencillo que hacerlo directamente en el planeta. Existen varias razones para ello, entre las que se encuentran la energía necesaria para escapar del planeta rojo. Así que, si queremos prepararnos para colocarnos estratégicamente sobre las lunas marcianas, deberemos conocerlas adecuadamente. Y para ello deberemos explorarlas de la manera más concienzuda que podamos.

Phobos y Deimos, la puerta de entrada

La idea de usar Phobos y Deimos como un primer hito, un enlace entre Marte y la Tierra, no es nueva. Recientemente, Estados Unidos mostró no solo el interés, sino la esperanza de poder pisar Marte para 2039. Marcándose hitos asequibles, año por año, la idea es llegar hasta la vecindad de Marte, lo que incluye sus lunas, como punto de acercamiento. La idea sería montar una base semi-permanente en alguno de los satélites, con la intención de situar una base permanente y que sirva como lanzadera. Para poder llegar hasta Phobos o Deimos, el JPL de la NASA pretende usar su, todavía en desarrollo, Space Launch System, un novedoso y enorme cohete. El lanzamiento de éste está proyectado para 2029. En esta ocasión y en otra posterior, se lanzaría la instalación que esperaría en órbita a la llegada huamana. En 2032 se pretende realizar la primera misión tripulada con un sistema de hábitat en espacio profundo. La instalación sería muy parecida a la que se dispondría más adelante en Phobos y Deimos y que estaría esperando en órbita.

Opportunity
NASA Goddard Space Flight Center (Flickr)

De esta manera, la tripulación debería llegar en torno a 2033, conectar con los restos de la base y bajar al satélite para comenzar la instalación de la misma. Tanto el aterrizaje como la preparación y la disposición resultaría mucho más sencilla y barata que hacerlo directamente en Marte. Una vez que esté totalmente operativa, la situación permitiría una bajada directa a Marte, cosa que ocurriría en 2039, si todo va correctamente. Una de las intenciones, todavía utópica, es la de montar una base que albergue misiones de 12 meses realizadas cada 4 años, los primeros adoquines del camino de la colonización. Con una base establecida en Phobos y Deimos, la asistencia tanto para el aterrizaje como para la llegada al sistema sería mucho más fácil. Es curioso que Phobos, que significa miedo, y Deimos, que significa pánico, al final se terminen convirtiendo en el paso más lógico para conquistar Marte. De hecho, más que curioso resulta un tanto poético. Y lo mejor de todo es que cada día que pasa, se acerca más a la realidad que a la ficción.

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