Olgysha | Shutterstock

La fotografía de turismo está llena de demasiados prejuicios. Cuando pensamos en ella, no podemos evitar imaginar al típico extranjero con una cámara colgada del cuello y tomando las típicas fotos de la Torre Eiffel en París o de la Estatua de la Libertad en Nueva York. Pero eso no debe ser siempre así.

Debemos sumergirnos en él, en su cultura, entre su gente En ocasiones, hacer fotos en una ciudad extranjera no significa captar las típicas postales que todos conocemos. Como si de un reportaje de inmersión se tratase, creo que para conseguir una imagen que represente toda la esencia de un lugar debemos sumergirnos en él, en su cultura, entre su gente. De lo contrario, no estaríamos consiguiendo más que una leve visión superficial de aquello que nos rodea.

No se trata únicamente de hacer fotos para demostrar que hemos estado en un determinado sitio del mundo, también se puede aprovechar para captar la verdadera idiosincrasia de la vida en ese lugar. ¿Y cómo se capta esa esencia? es difícil responder a esa pregunta, pero creo que la solución a ello es intentar integrarnos lo máximo posible.

Está claro que cualquier lugar tiene su encanto, no hace falta viajar para hacer buenas fotos, pero también es cierto que existen algunos lugares que, por su cultura o paisajes, resultan ser unos emplazamientos ideales para cualquier aficionado a la fotografía. Veamos algunos de ellos.

Campos de tulipanes en Holanda

Olgysha | Shutterstock
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La llegada de abril suele traer consigo el inicio de la primavera, una estación que podemos ver representada en su máxima expresión si alguna vez visitamos los campos de tulipanes que se encuentran en Holanda.

Para ello, deberíamos acudir a la ciudad de Lisse, aunque quizá el lugar más recomendado para ser partícipe de este paisaje sea Keukenhof, un parque natural de con 15 kilómetros de senderos que nos hacen partícipe de todo este bello escenario.

El cañón Antílope

Inga Locmele| Shutterstock
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De hecho, “Phantom”, la considerada como foto más cara de la historia se capturó exactamente en este lugar. Se trata de una zona situada en los Estados Unidos, concretamente entre el norte de Arizona y el sur de Utah.

Este paraje natural se creó hace millones de años gracias a la erosión del agua, lo que finalmente ha configurado este particular entorno. No es como el Gran Cañón del Colorado, este sitúa bajo el suelo y tiene pasadizos subterráneos, por lo que la luz procedente del exterior es realmente escasa.

Bosques de Bambú de Arashiyama

meanep |Shutterstock
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El bosque de Arashiyama se encuentra cerca de Kyoto, Japón. En él podemos bambús con más de 20 metros de altura que se encargan de filtrar la luz solar. Por ello, al igual que en el cañón Antílope, sería conveniente utilizar un objetivo con el que podamos obtener una gran luminosidad, u optar por un teleobjetivo (también luminoso) para que los elementos mostrados de la imagen, en este caso los bambús, den la impresión de ser más abundantes y estar más cercanos entre sí.

Cueva Hang Son Doong

Créditos: Peter Carsten
Créditos: Peter Carsten

Se trata de una inmensa cueva situada en Quang Binh, Vietnam. Con 5 kilómetros de largo, se trata la cavidad subterránea más grande del mundo, la cual incluso fue visitada por los fotógrafos del National Geographic, quienes se encargaron de retratar lo asombroso de este lugar natural.

Hallstatt, Austria.

Pawel Kazmierczak |Shutterstock
Pawel Kazmierczak |Shutterstock

Si pensamos en un pueblo situado cerca de un lago y rodeado por montañas, la imagen de Hallstatt es la que se nos vendría a la mente. Este lugar situado en Austria es el emplazamiento ideal para sacar partido a nuestro gran angular, objetivo que nos ayudaría a inmortalizar este idílico entorno en una instantánea.

Reine, Noruega.

Iakov Kalinin|Shutterstock
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Esta aldea de Noruega se encuentra dentro de las islas Lofoten, un paisaje que tiene muchos puntos en común con Hallstatt, el mencionado en el punto anterior. La belleza natural de estas islas tienen su origen en la era vikinga, civilización que se encargó de transformar el lugar en lo que ahora conocemos.

Koyasan, Japón

Neale Cousland|Shutterstock
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De nuevo, el país nipón es un lugar de referencia para conseguir fotografías únicas. En esta ocasión nos referimos al Monte Koya, el centro más importante del budismo Shingon.

Se encuentra a unos 1000 metros sobre el mar, entre las montañas de la prefectura de Wakayama, una localización elegida por el monje Kukai en el año 819. Con más de 100 templos, supone una visita obligada si lo que buscamos es vivir una experiencia completamente inolvidable.

Sintra, Portugal

Taiga|Shutterstock
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Sintra es una villa a pocos kilómetros de Lisboa, la cual fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco. Los peculiares colores de los edificios portugueses se plasman también en el Palacio Nacional da Pena, cual se encuentra construido en base a diferentes corrientes de arte arquitectónicas. Sin duda, uno de los lugares a los que viajar para conseguir fotografías increíbles.

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