En diciembre de 2010, el Comité Ejecutivo de la FIFA anunciaba los países elegidos para los mundiales previstos para los años 2018 y 2022. Con la política de rotación de continentes para la selección de sedes, y tras largas campañas y gestiones, (ahora sabemos que en medio de un ambiente de corrupción) los elegidos serían Rusia y Catar.

Los retos que supone un evento de esta magnitud exigen un compromiso y trabajo de parte de la sede; la FIFA exige un mínimo de diez estadios con un aforo superior a los 40 mil espectadores, así como infraestructura importante en aeropuertos, hoteles, seguridad, transporte y sanidad.

La FIFA exige un mínimo de diez estadios con un aforo superior a los 40 mil espectadores

La península de Catar, ubicada en Arabia, posee la tercera mayor reserva mundial de gas natural por lo que es el país con mayor renta per cápita del mundo y lo ha llevado a alcanzar el índice de desarrollo humano más alto de todo la zona árabe. Este pequeño emirato encontró su objetivo al ser elegido como sede para la Copa del Mundo de 2022, ya que buscaba convertirse en el primer Estado Árabe en realizar esta proeza. Los planes a futuro de este país de 1. 6 millones de habitantes es una transformación espectacular con instalaciones de primer mundo.

Sin embargo, no todo es bonanza y un ambiente participativo mundial en el evento estrella de la FIFA. Desde hace varios años, organizaciones e investigadores han puesto el ojo detrás de los preparativos para 2022. Retomemos, una vez más, la gran diferencia existente entre el Norte y el Sur, y como esta clase de diferencias económicas y sociales de ciertos países potencializan un contraste evidente, doloroso. Esto da pie a un hecho que, en la comodidad de nuestra vida cotidiana, pareciera ajeno, lejano, incluso inexistente: la esclavitud moderna.

The Guardian Proyecto de estadio en Catar
The Guardian Proyecto de estadio en Catar

Que parezca ajena, lejana o inexistente no es más que una burbuja de nuestra comunidad, independientemente del país que habitemos. Por ejemplo, yo vivo en México y es doloroso saber que en mi país existe la esclavitud moderna en muchas versiones. Aún así, esto me parece ajeno, lejano, incluso inexistente, y así es para muchas personas del país. Por eso la importancia de escuchar, de estar atentos, de saber lo que estamos consumiendo, de la cadena humana que está detrás de ello. El combate a la esclavitud moderna comienza con un compromiso social, personal.

Sin embargo, hay eventos, como lo que está sucediendo en Catar, que por más ajeno, lejano, incluso inexistente que parezca, es necesario conocer. Si decidí escribir sobre esto el día de hoy, es que a mi bandeja de entrada de correo llegaron, casi al mismo tiempo, dos email que hablaban sobre este hecho. Uno, es el informe que acaba de publicar Amnistía Internacional a propósito del incumplimiento del gobierno de Catar para mejorar las condiciones laborales de los muchos trabajadores migrantes que se encuentran en este momento, y desde hace algunos años, en su territorio laborando. El otro, de Walk Free, explicando la misma situación y requiriendo la acción inmediata de parte de las autoridades de FIFA. Acá un pequeño video ilustrativo de la situación.

YouTube video

El boom y el kafala

"Yo solo quiero que se me pague lo que he ganado, a tiempo, cada mes y ser tratado con respeto. ¿Es mucho pedir?" -Sita Ram, trabajador en Catar.

A partir de la elección de la FIFA para las sedes de sus próximos torneos, Catar vive un boom impresionante de construcción en su territorio. Ya sea por el objetivo para cobijar la Copa, como para estar en primera fila de este crecimiento. Catar gastará 100 mil millones USD en infraestructura y al menos 20 mil millones en caminos y carreteras; así como se levantarán al menos 55 mil habitaciones de hotel. Migrantes de países vecinos se han dado lugar en el país árabe con el objetivo de conseguir trabajo y una remuneración importante. Se estima que alrededor de 1.2 millones de trabajadores migrantes se encuentran laborando en Catar, podemos ver que se trata de un fenómeno peculiar ya que la población total alcanza a penas los 2 millones de habitantes, y es que en ese país solo 250 mil habitantes son ciudadanos, es decir que el 90% restante son extranjeros que trabajan y viven allí.

De esos trabajadores el 22% provienen de India, otro porcentaje similar de Pakistán, 16% de Nepal, 13% de Irán, 11% de Filipinas, de Egipto y Sri Lanka 8% cada uno. El grave problema proviene desde los reclutadores de mano de obra que les prometen condiciones de trabajo que más tarde, y ya en Catar, no son cumplidas.

Si hay un lastre en las condiciones de trabajo de los trabajadores migrantes en Catar es que están sometidos bajo un sistema denominado kafala, que permite al empleador retener a los trabajadores, sin posibilidad de buscar a otros empleadores y sin poder salir del país. Esta situación es una condición laboral que expone de forma tremenda a los trabajadores, ya que se les retira su pasaporte para que no puedan circular libremente. Incluso, dentro de Catar, ya que no tienen forma de comprobar su estadía legal, es por esto que los trabajadores, si no están laborando sus largas jornadas de 12 horas, están en los lugares asignados para que vivan, los cuales tienen pésimas instalaciones, insalubres y dónde se encuentran en condiciones de hacinamiento.

World.Mic
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Las alertas ya están en rojo, se estima que en 2014 murieron dos trabajadores por día y las cifras no parecen cambiar mientras la situación extrema sigan así para ellos. Las autoridades de Catar informan que se trata de un estimado "administrativo" señalar esas muertes en relación con el trabajo que realizan las personas, ya que han muerto por fallas cardiacas y otras complicaciones; sin embargo, en investigaciones realizadas, se señala que es debido a las largas jornadas en las altas temperaturas de la región y las condiciones de vivienda que sufren los trabajadores. The Guardian ha señalado que de no cambiar drásticamente las condiciones para 2022 habrán muerto hasta 4 mil trabajadores.

Informe de Amnistía

La asociación Amnistía Internacional desarrolló en 2014 un informe sobre las condiciones en que los trabajadores migrantes en Catar se encontraban. Además de distinguir las condiciones del sistema kafala, reportó:

  • Nula protección a los trabajadores domésticos
  • Incumplimiento de pago por largos periodos
  • Cobro de comisiones al reclutar personal,
  • Condiciones laborales peligrosas
  • Obstáculos para ofrecer justicia a las víctimas de explotación
  • No permitir que se hagan asociaciones o uniones de trabajadores
  • La autoridades pertinentes no exigen a los empleadores mejorar las condiciones laborales de sus trabajadores.

A este informe, las autoridades de Catar, incluso con el apoyo del Comité Supremo, encargado de la organización del Mundial y encabezado por el Jeque Mohammed bin Hamad bin Khalifa Al-Thani, hijo del actual Emir de Catar, respondieron que a finales del año pasado se comprometían a trabajar en lo siguiente:

  • Agilizar sistema de permiso de salida actual de los empleados
  • Incrementar el castigo por retener pasaportes de 10 mil a 50 mil QAR (equivalente a &2,700 - 13700 USD)
  • Ejecutar un sistema de contratos que permitiría al empleado cambiar de empleador al concluir. Esto, en vez de un "certificado de no objeción" que es otorgado a voluntad del empleador.
  • Abolir el "sistema de los dos años" que obliga a los trabajadores no regresar a Catar luego de cumplir algún trabajo.

Todas estas medidas observadas y documentadas por Amnistía Internacional, así como los compromisos que hicieron las autoridades de Catar, fueron analizados una vez más por la organización que vigila los derechos humanos y ha publicado un nuevo reporte hace apenas un par de días. En él analiza el incumplimiento de los compromisos y que prevalecen las difíciles condiciones vistas hace un año, con un avance mínimo y muy segmentado en el tema de los pagos por medio de cuentas bancarias.

¿Por qué la FIFA?

Shutterstock
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Si se trata de un sistema propio del país de Catar, ¿por qué la FIFA tendría que hacer algo al respecto en esta materia si está fuera de su alcance? Por la misma razón que el que parezca una situación ajena, lejana e inexistente, no exime de responsabilidad a la FIFA como la organización internacional que analiza los países candidatos a ser sedes. Si pide infraestructura específica y una serie de requisitos que se deben cumplir, sería obvio que exija que todo se construya con respeto hacia los trabajadores involucrados y a quienes se les garanticen sus derechos humanos y laborales. La FIFA, cómo máximo órgano y organizador del evento más importante del balómpie tiene la obligación de observar que sus actividades se hacen en ese marco.

La FIFA debe exigir que los derechos laborales fundamentales estén protegidos como un requisito a los países cadidatos

El mismo Parlamento Europeo aprobó una resolución que exige que la FIFA envíe un mensaje "fuerte y claro a Catar" que la Copa del Mundo no debe ser realizada bajo un modelo de esclavitud moderna. Y es que esta organización tiene en su agenda, de cara a las Copas del Mundo venideras, tres temas principales: la corrupción en sus filas para la selección de los países sedes, las temperaturas de verano en Catar ya que estas hacienden a 40°C en las fechas en las que se acostumbra a realizar el torneo; así como el tema de explotación que se vive en el país árabe.

Ahora bien, mientras que en el primer tema creó dos comités para la investigación los casos de corrupción, y del que hace muy poco hubo noticias que rayan en el escándalo. Para analizar el tema de las elevadas temperaturas de verano asignó personal para las negociaciones para mover el torneo de los meses junio-julio a noviembre-diciembre cuando las temperaturas son más adecuadas. También ha estado en contacto directo con el Comité Supremo para ver las opciones ya que el cambio de fecha supone mover otros torneos de las Federaciones.

Ahora bien, si bien la FIFA ha solicitado avances e informes a las autoridades de Catar sobre la situación laboral, no hay medidas concretas. Amnistía Internacional asegura que sus acciones en esta materia están muy debajo de lo esperado en comparación de los otros asuntos trascendentales para la FIFA en su agenda para el torneo de 2022.

Así pues, informa que la FIFA debería:

  • Llame a terminar con el sistema de kafala de explotación en su forma actual en Catar. En concreto permitir a los trabajadores a cambiar libremente empleo y salir del país sin el permiso de su empleador.
  • Exigir que los derechos laborales fundamentales estén protegidos como un requisito para que los países que se seleccionarán para albergar los Mundiales.
  • Pedir a las autoridades organizadoras de Catar 2022 establecer un mecanismo seguro de denuncias que permita a los trabajadores migrantes informar de los abusos y las justicias.

¿Hay mucho que festejar en las próximas Copas del Mundo si esta situación no cambia?

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