vacunas

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El tema del niño de Olot está siendo uno de los más comentados, criticados y debatidos de estos días. Y no es para menos, siento el primer caso de difteria en España en más de 28 años, da mucho que hablar. Pero éste podría no ser el único. Ahora, Salud ha detectado la presencia de la bacteria en al menos ocho niños más. Ocho niños que, aunque son portadores, se encuentran sanos gracias a que fueron vacunados convenientemente. Pero podría no haber sido así. De hecho, incluso con la vacuna, el resultado podría haber sido muchísimo más dramático. Y todo gracias a la irresponsabilidad y a la desinformación.

8, una brecha en la barrera que nos protege a todos

Es una alarmante pero, al mismo tiempo, buena señal. Buena porque se han detectado y se puede actuar. Ya que el caso podría haber sido muchísimo peor. Según explicaba recientemente el consejero de Salud de la Generalitat, Boi Ruiz, de los 57 niños cercanos al paciente, solo 8 han mostrado la presencia de la bacteria. Pero no están contagiados ni sufren la enfermedad virulenta. ¿Por qué? Por que recibieron su vacuna, ni más ni menos. Esto ha permitido que los niños no se conviertan en vectores, es decir, que nos sigan extendiendo la enfermedad y provocando una epidemia. No obstante, la bacteria presente en su sistema, aunque no es activa o virulenta, siempre podría mutar y crear una cepa resistente. Para evitarlo, se les administrará penicilina y se les recluirá en sus casa durante unos días para evitar la extensión de la bacteria. Si esto fuese así, la bacteria podría provocar la enfermedad y generar una epidemia de No existe debate para cuestionar si vacunarse o no, solo hay desinformacióndifteria resistente. Las posibilidades de que esto ocurra aumentan exponencialmente cuanta más gente muestre presencia de la bacteria. En un número bajo, la posibilidad se reduce a prácticamente 0.

Por ello, la inmunidad grupal, que se consigue vacunando a todo el mundo, pone una barrera infranqueable, la de las estadísticas y los números, a las bacterias. Cuando ocurre algo como el caso de difteria en España, esa barrera sufre una brecha, que se agranda cuanta mas gente está implicada. Además, imaginad que uno de estos afectados, en vez de ser un niño sano es un niño con problemas inmunológicos. Esa brecha se vuelve mucho más grande. Y ni que decir tiene lo que le pasaría al niño. Por ahora, el niño de Olot se encuentra estabilizado pero grave, en el hospital. Por su parte, los padres se revacunaron y vacunaron a su otro hijo para evitar un posible contagio. Y es que la difteria no es cosa de risa. Ni es tema de debate. Ni tampoco de cuestionamiento. No vacunarse es una irresponsabilidad que afecta a la persona y a los demás. Así que no hay más que discutir.

Que sea el último caso de difteria en España

Algo gracioso, por no decir vergonzoso, es que una de las razones para recluir a los niños que se han mostrado portadores, es que el 3% de los niños de la Garrotxa, en Girona, no están vacunados. Esto puede provocar la muerte de varios de ellos si llegan a contagiarse. La bacteria presente en el cuerpo de un niño vacunado es inocua, y termina muriendo gracias a nuestro sistema inmune, adiestrado por dicha vacuna. Pero los niños no vacunados sufrirían de difteria con las terribles consecuencias que esta puede tener. La letalidad de la difteria es de entre el 5 y el 10% (20% para menores de 5 años). Es decir, 1 de cada diez niños podría morir si no estuviese vacunado. Teniendo en cuenta el alto porcentaje de los pequeños de la comarca que no lo están, hablamos de poner en peligro mortal a unos 30 niños. Eso sin contar con el resto de afectados, que sufrirían la enfermedad. Y la pregunta siguiente es ¿merece la pena? ¿Realmente el miedo a lo Los efectos secundarios son de los mejores documentados y por eso has oído hablar de ellosdesconocido y las teorías de conspiración merecen tanto la pena como para poner en peligro a decenas de niños (si no cientos o miles)?

Que las farmacéuticas son negocios lo sabemos todos. Es su trabajo y gana dinero haciéndolo. Qué existen los efectos secundarios de las vacunas, por supuesto, están bien documentados. Y algunos han sido terribles. Que no sabes que te inyectan o como se hacen las vacunas, es obvio. Pero: en las farmacéuticas trabajan personas, también. Gente que no quiere que sufras. Te cobran por un medicamento, pero te dan una solución para tu sufrimiento. Los efectos secundarios son terribles, pero las consecuencias inesperadas, los accidentes y demás pueden ocurrir con cualquier cosa. Por suerte, las vacunas son de los elementos médicos más y mejor testados en todo el mundo. Los niveles de seguridad que llevan son increíbles. Por eso los casos adversos están tan bien documentados y han llegado a dominio público, y no al revés.

Las vacunas llevan sustancias desconocidas para ti. Al igual que la leche, el pan, o incluso el agua de tu grifo. Necesitas una formación especial para entender por qué la leche lleva trazas de aluminio, o el agua lleva restos de medicamentos. O por qué el pan tiene una enzima para que sea más crujiente producida por un organismo transgénico. Sí, tu pan ecológico también. Lo que no conoces no es malo. Y tener miedo, es natural. Lo que no es lógico es tener más miedo a una conspiración de control mental y dinero a costa de tu salud que a la verdadera y terrible posibilidad de que tu hijo muera agonizando en una cama de hospital. Es más, la información está ahí para que puedas acercarte a lo que desconoces. Creo que todos deberíamos darle las gracias a esos 8 padres que vacunaron a sus hijos, así como a todos los demás. Es necesario educar, hacer entender y promover la salud colectiva. Parece que jugar con el miedo está poniéndose de moda, pero la decisión de que este sea el último caso de difteria en España es solo nuestra.

Más información

Álvarez-García F, González-Hachero J. Difteria. En Vacunas en pediatría 2012. Manual de la AEP 2012. Madrid, Exlibris Ed. 2012: p. 291-300.

American Academy of Pediatrics. Diphtheria. In: Red Book: 2012 Report of the Committee on Infectious Diseases, 29th ed, Pickering LK (Ed), American Academy of Pediatrics, Elk Grove Village, IL 2012.

Immunization, Vaccines and Biologicals. WHO-recommended surveillance standard of diphtheria. http://www.who.int/immunization/monitoring_surveillance/burden/vpd/surve...

Phalkey RK, Bhosale RV, Joshi AP, Wakchoure SS, Tambe MP, Awate P, et al. Preventing the preventable through effective surveillance: the case of diphtheria in a rural district of Maharashtra, India. BMC Public Health. 2013;13:317.

Tardío E, Sánchez E. Difteria. En Corretger-Rauet JM, Cruz-Hernández M, González-Hachero J, Moraga-Llop FA (eds). Infectología Pediátrica. Bases diagnósticas y tratamiento. 2ª ed. Caracas, Editorial Amolca 2011: p. 123-129

Tejpratap SP, Tiwari MD. Diphteria. Centers for Disease Control and Prevention. Manual for the surveillance of vaccine-preventable diseases. Centers for Disease Control and Prevention, Atlanta, GA, 2008.. Disponible en: http://www.cdc.gov/vaccines/pubs/surv-manual/chpt01-dip.html

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