En la actualidad no hay dudas. En España cada vez se venden más móviles libres, y sin sorprender ya a nadie, la mayoría son smartphones con Android. Es increíble cómo ha cambiado todo desde 2008-2009, cuando llegaron a España el iPhone y las HTC Magic y Dream, los primeros terminales con Android. Sin duda, en el período que transcurre desde esos años hasta ahora, los smartphones han cambiado la manera en que vivimos y consumimos información y no sólo en que nos comunicamos. Pero hubo antes que eso una gran oleada de teléfonos que también evolucionaron rápidamente y trajeron grandes cambios. Hoy repasaremos algunos.

Nokia 5110

Nokia 5110

Siempre le guardaré mucho cariño por ser el primer teléfono que tuvieron mis padres, cuando yo tenía unos 6 años. Aunque era pesado, siempre nos pareció que, frente a modelos anteriores, era pequeño, y su autonomía era muy buena. En España, como en todo el mundo, pronto se convirtió en el teléfono móvil más popular, y como niño, ver cualquiera de ellos era querer usarlo y pasar horas jugando a la Snake, que debutaba en la familia Nokia. Además, para los amantes de la personalización, era ideal por traer consigo las carcasas intercambiables. Sin duda, uno de los teléfonos míticos de Nokia.

Alcatel One Touch Easy

one touch easy

Aquel mismo año estaba claro que Nokia era la compañía líder del mercado, pues su mayor rival en España fue el Alcatel One Touch Easy, un terminal que muchos tuvieron pero que, incluso en su día, era bastante mediocre. Era muy aparatoso, pero contaba con virtudes como su precio y su facilidad de uso. Una recién llegada operadora al mercado español, Amena, vendió muchísimos en planes prepago económicos, que es como muchos de estos terminales se vendían en principio. Algo que gustaba mucho de estos teléfonos era la posibilidad de ser usados con pilas alcalinas AAA normales.

Ericsson T10s

Ericsson T10

Un año más tarde, llegó al mercado el Ericsson T10, un terminal de tipo clamshell de gama más baja que el Nokia y que su hermano mayor, el T28. Destacaba por ser un producto para jóvenes, y prueba de ello era su amplia selección de colores, aunque en este caso no eran intercambiables. Se popularizó por su pequeño tamaño y por tener vibración, aunque su pequeña pantalla no permitió que se pudiera jugar. Quien tenía uno, sin duda, deseaba un Ericsson T28, de lo mejor de la época.

Nokia 3310

Nokia 3310

Llegamos al auténtico rey entre todos los teléfonos que han reinado en España. El teléfono indestrucible. La moda que ahora se vive con las fundas de los móviles se vivió desde el año 2000 con las carcasas del Nokia 3310. Dado que las oficiales eran caras, afloraron miles de baja calidad. Seguía con pantalla monocromo, pero ahora era mucho más aprovechable, porque además de incluir más juegos como el Space Impact, los SMS podían ser el triple de largos. Llegó a ser tan icónico, que su diseño se hizo estándar en anuncios de politonos o de personalización, y su botón central siempre será recordado por todos como una de las piezas clave de lo intuitivo en tecnología.

Siemens C60

siemens c60

Yendo tres años hacia adelante en el tiempo, nos encontramos con un mercado de la telefonía muy cambiado. Nokia había popularizado las cámaras de fotos integradas en móviles con el 7650, pero encontrarlas en teléfonos económicos era aún bastante complicado. Siemens seguía vendiendo mucho, y nos trajo un terminal muy barato -carne de prepago-, pero con la posibilidad de añadirle una cámara externa que, pese a su tamaño, como cabe pensar, era de muy mala calidad (VGA). Era un teléfono básico, pero el contar con cosas así o los politonos hizo que fuera muy popular. Un modelo similar aunque con cámara integrada fue el Siemens MC60. Bonus: la historia de Siemens Mobile

Sharp GX15

Sharp GX15

Sharp no era una marca que tuviese tradición en España ni antes ni después de su lanzamiento, pero en la navidad de 2004 llegó un terminal que hoy podríamos equiparar al mismísimo Moto G. Un teléfono con cámara de fotos, grabación de vídeo, MMS, Bluetooth, infrarrojos y una pantalla decente por 99€ en prepago, como contó Javier Lacort en la historia del Sharp GX15. Pese a que, como él cuenta, no tuviera mucha memoria o fuera el mejor constuido del momento, no tenía mucho que envidiar a modelos punteros de la época, y todo a un precio muy inferior. Yo no tenía teléfono por la época, pero reinaba en mi instituto. Un año más tarde llegó el Sharp GX17, que básicamente era el mismo teléfono con un ligero restyling oscuro.

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