Contar con las fuentes necesarias para un reportaje no es fácil, ya que la información no siempre se encuentra disponible para el profesional. Con motivo de ello nacen reportajes de inmersión, los cuales tienen la intención de destapar hechos que otros se empeñan en ocultar.
El libro “Periodismo de inmersión para desenmascarar la realidad”, firmado por Antonio López Hidalgo, profesor de periodismo en la Universidad de Sevilla, y Mª Ángeles Fernández Barrero, resulta una obra de obligado visionado para comprender adecuadamente qué supone el periodismo de inmersión.
Antonio define el periodismo de inmersión como aquel en donde el periodista se introduce en un entorno durante un periodo de tiempo para experimentar en primera persona aquellos hechos que posteriormente relatará. Es decir, se trata de realizar un reportaje donde es el propio periodista también forma parte de la historia, y en ocasiones, incluso puede influir en ella.
Del mismo modo, en la obra del docente se recoge que el periodismo de inmersión puede tener dos variantes:
- Periodismo encubierto: donde el profesional oculta su identidad por medio de diferentes técnicas.
- Periodismo gonzo: en esta modalidad el periodista es el protagonista principal de los hechos que se relatan, pudiendo modificar la historia según crea conveniente.
Veamos algunos de los reportajes de inmersión que se pueden ver a lo largo de “Periodismo de inmersión para desenmascarar la realidad”, los cuales además revolucionaron muchas de las técnicas periodísticas empleadas hasta entonces.
Upton Sinclair: “La jungla”
El norteamericano será una figura de gran importancia para el periodismo. Además de ser el ganador de un premio Pulitzer, también fue el autor de una novela que conmocionó a gran parte de la sociedad americana.
“La jungla” es una obra que aúna la ficción con la realidad y que plasma cómo los inmigrantes ilegales eran explotados en Chicago. Concretamente, el protagonista de la obra es Jurgis Rudkus, un inmigrante que representa las malas condiciones a las que eran sometidos los extranjeros que llegaban al nuevo país.
Para su elaboración, Upton Sinclair permaneció durante 7 semanas en los barrios donde se encontraban los mataderos de Chicago, una experiencia que le resultó útil para recopilar información procedente de jefes y trabajadores con el fin de ser fiel a los hechos.
Jack London: “La gente del abismo”
El trabajo de Jack London se podría incluir dentro de las dos variantes de periodismo de inmersión mencionadas con anterioridad. El periodista vivió en primera persona lo que suponía ser un mendigo en el East End de Londres.
La intención del autor era la de obtener la experiencia suficiente para relatar cómo se desarrollaba la vida en los suburbios de la ciudad londinense. Para ello, tuvo que vivir durante varios meses en la calle, siendo víctima del hambre y la miseria.
Sin embargo, esto le permitió ganarse la confianza de otros vagabundos que también se encontraban en tan precaria situación, testimonios que sirvieron para configurar una novela que representa la vida de más de 500.000 pobres durante 1903 en Londres.
Nellie Bly: “Diez días en un manicomio”
Fue una de las primeras mujeres dedicadas en exclusiva al periodismo, la cual se encontraba caracterizada por realizar crónicas y reportajes donde la profesional era representante de una gran valentía.
Un reflejo de ello es “Diez días en un manicomio”, una crónica publicada en el New York World donde la reportera internó dentro del manicomio de Blackwell en Nueva York para denunciar el trato que recibían sus pacientes. Así, fingió estar loca para trasladar testimonios que posteriormente servirían para que el gobierno americano aumentase la subvención que recibía dicho centro.
Hunter S. Thompson: “Los Ángeles del Infierno”
Hunter S. Thompson es representante del periodismo gonzo por antonomasia. El periodista fue el creador de esta variante periodística, la cual terminará alcanzando su culmen con ”Miedo y asco en Las Vegas”, obra que también fue llevada a la gran pantalla.
No obstante, otra de las obras más representativas del autor es “Los Ángeles del Infierno”. El periodista mantuvo relaciones con la banda durante más de un año, incluso temió ser absorbido por dicho grupo al formar parte de forma muy activa del mundo que éstos representaban. Mujeres, motos y alcohol serán algunos de los ingredientes que terminarán definiendo tal clima de animadversión.
Lydia Cacho: “Los demonios del Edén”
Como ejemplo reciente de reportajes de inmersión tenemos el libro “Los demonios del Edén” publicado en 2012 por la periodista mexicana Lydia Cacho. Su obra descubrió las actividades del empresario Succar Kuri, el cual era encargado de una red de prostitución y pornografía infantil.
Por ello, Lydia se encontró perseguida y amenazada tras sus revelaciones. Asimismo, el gobierno y la justicia de Puebla actuaron en contra de la profesional a petición de personas relacionada con las ilegalidades destapadas. Finalmente, fue exiliada con la ayuda de Amnistía Internacional, organización que se preocupó por el caso tras una denuncia presentada por Lydia.