La muerte supone un tema muy delicado. Es muy difícil hablar de ella, especialmente cuando has de dejar todos tus sentimientos aparte y enfrentarte a ella con frialdad y desde un punto de vista científico. Esto es lo que ocurre cuando hablamos de la "mejoría de la muerte". De esta manera, normalmente, denominamos a un extraño fenómeno que le ocurre a ciertas personas. Este consiste en una aparente recuperación del paciente, quien de pronto parece lúcido y activo, como si se realmente estuviese mejorando. Pero es solo una ilusión y finalmente, hemos de despedirnos de él. Muchas personas afirman haberlo vivido de una manera bastante impactante en su vida. Sin embargo, la ciencia todavía no es capaz de explicar este fenómeno, si es que de verdad ocurre. Vamos a verlo con más detenimiento tratando de poner sobre la mesa lo poco que sabemos al respecto.
¿Qué es la mejoría de la muerte?
Denominamos "mejoría de la muerte" a la recuperación de salud aparente (y temporal) de la que disfrutan algunos pacientes afectados por una enfermedad grave o terminal justo unos días o unas horas antes del fallecimiento. La definición está sacada del concepto popular pues no existe un término clínico oficial para ello. Desde el punto de vista científico, la mejoría de la muerte no existe. En primer lugar, no hay datos estadísticos, ni descripción, ni medias que conceptualicen algo como la mejoría de la muerte. Desde la ciencia, la cuestión es: demuéstrame que existe algo llamado "mejoría de la muerte"; en qué consiste exactamente y cuantas veces ocurre (para saber si es casualidad o no). Solo poseemos los testimonios de los familiares y amigos. Experiencias personales y no contrastadas. Sin más información, es imposible aplicar el método científico moderno al problema. O si lo aplicamos, la respuesta más inmediata es: No existe algo llamado "mejoría de la muerte". En ese sentido, la ciencia se queda a la espera de más datos para pasar al siguiente paso, si es que se confirma que la mejoría de la muerte ocurre: el por qué. Por esta razón, sencillamente, no hay prácticamente bibliografía al respecto. Esto probablemente se deba a ser un tema muy difícil de encarar (ya que Desde el punto de vista estrictamente científico, la mejoría de la muerte no existe
es el proceso de agonía e interacción en los últimos momentos de vida).
Así que, dispuestos en esta situación, vamos a trabajar con lo que tenemos: los testimonios. Muchas personas, incluyendo profesionales de los servicios sanitarios, afirman haberlo vivido. Es más, incluso se dice que ocurre entre los animales también. Esto último solo hace el tema aún más complejo, ya que los animales tienen una inusual resistencia desde nuestro punto de vista, además de lo difícil que es hacer una comparación. En general, se considera la mejoría de la muerte como un suceso en el cual unos días u horas antes, puede incluso que solo unos instantes, el paciente se muestra lúcido de nuevo. En ese proceso hace preguntas coherentes, parece en mejor estado de salud y, según las afirmaciones, normalmente tiene cierta consciencia de que va a morir. Existen algunos casos, aún más extraños, donde el paciente se ha encontrado al borde de la muerte, experimentando esta supuesta mejoría y ha sobrevivido.
En busca de una explicación
Si, aún teniendo en cuenta de que la ciencia no está dispuesta a explicar algo que por ahora no existe oficialmente, seguimos en busca de una explicación, tendremos que hacer un ejercicio de imaginación. Supongamos que la mejoría de la muerte existe realmente. ¿Por qué podría ocurrir? En casos de estrés extremo y sensación de peligro, nuestro cuerpo está preparado para activar un sistema de emergencia, el cual segrega adrenalina y otras hormonas in extremis con las que una persona herida es capaz de sobreponerse al dolor, malestar, fatiga y otros problemas. ¿Podría funcionar un sistema parecido que se activase ante ciertas señales previas a la muerte? El problema es que los pacientes más afectados, normalmente, tienen disfunciones metabólicas tan grandes que parece casi imposible que dispongan de las más mínimas reservas (o los órganos en estado adecuado) para hacerlo. Otra opción estaría relacionada con el sistema nervioso central. Existen algunos interesantes estudios que hablan de ciertas recuperaciones ¿Podría existir un sistema de emergencia que se activa ante la inminencia de la muerte?
temporales en enfermos de Alzheimer, Huntington y otras enfermedades de degeneración neurológica. Aunque el mecanismo se desconoce, los síntomas son bastante parecidos.
Sin embargo, en el caso de la mejoría de la muerte no contamos con esta enfermedad ni con los mismo mecanismos moleculares. ¿Y si fuera una energía interna especial y guardada para tal momento? Lo siento mucho, pero no. Abusamos de la palabra "energía". Definir un concepto vago y misterioso, dentro del campo de la pseudociencia, no nos va a dar ninguna solución, así que dejaremos esto aparte. Otra opción, más triste pero también coherente, es que dicha mejoría la encontremos porque queremos encontrarla.
En un sistema parecido al efecto placebo (y a miles de cosas que rigen nuestra vida), apreciamos más ciertos detalles que otros, dándole valores falsos a ciertas situaciones. Esto es bastante posible debido a la situación dramática que vivimos en momentos de dolor. No es que no ocurran ciertos hechos (como que una persona se despierte y sonría), sino que les otorgamos un valor exacerbado (tal vez, el paciente ha sonreído 5 veces en las últimas 4 horas y no lo recordamos igual de bien). En cualquier caso, esta explicación tampoco termina de convencernos. En cualquier caso, la mejoría de la muerte es algo que está más allá, por ahora, de las explicaciones científicas. Esto no quiere decir que no exista. Tarde o temprano la encontraremos. Pero por ahora deberemos seguir a la espera, observando.