cambiar de navegador

Yo no fui quien escribió este lindo post de **varias razones por las que Firefox es mejor que Chrome, pero fui yo quien le dijo a Ander: "Hey, deberías escribir algo de por qué Firefox es mejor que Chrome", creyéndome la premisa totalmente, a pesar de que uso Chrome, y por lo que parece no es algo que vaya a cambiar en ningún momento cercano.

Realmente cuando pienso que Firefox es "mejor" que Chrome, lo creo. Pero la cuestión es que lo creo por razones que no sirven para convencerme a mi misma de usarlo**. Antes de Chrome no había duda, era Firefox sí o sí, la alternativa, Internet Explorer en el momento que lanzaran Firefox, era un espanto.

Firefox y su carrera hacia atrás

cambiar de navegador firefox

Cuando Google lanzó Chrome, Firefox no estaba en sus mejores momentos, fue tanto así que si probabas los dos navegadores en aquel momento, Firefox se sentía como un hipopótamo arrastrándose en agonía y Chrome como una bala de plástico atravesando una nube a toda velocidad. Al menos así es como yo lo recuerdo. Chrome era más rápido, liviano, simple y hasta bonito. Firefox me perdió por muchos años.

Firefox se durmió en los laureles en los primeros años de Chrome, fue así como me perdió a mi a millones de usuarios.

Entonces Chrome empezó a engordar y Google se hizo malévolo. Ningún otro navegador actualmente consume más memoria de que él, y en equipos de pocos o moderados recursos Chrome termina haciendo que todo lo demás se arrastre. Si te preocupa tu privacidad, o si tienes algún tipo de principios morales que choquen contra la corporación monstruosa en la que se ha convertido Google y no quieres que rastreen absolutamente todo lo que haces, es posible que no vayas a querer usar Chrome. La fundación Mozilla está comprometida con la libertad del usuario y no por nada tienen el único navegador de los populares que no te rastrea ni usa tus datos para hacer dinero de alguna manera.

¿Al menos lo intenté?

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Chris Humphries - Shutterstock

Lo intenté, a pesar de la costumbre y la comodidad que años usando Chrome representan para mi, he intentado más de una vez volver a Firefox, pero no he podido. Siempre descargándolo en mi PC y en mi móvil, con el objetivo de usarlo al menos como segundo navegador para acostumbrarme a el de nuevo y algún día poder usarlo como el único. Un navegador que no me espíe, que no se aproveche de mi información.

Firefox no tiene nada de malo, pero simplemente no termina de funcionar para mi. Sin embargo, tenía que probar. El fin de semana pasado decidí que lo haría por la fuerza, y el lunes ya era tanto en Android como en Windows mi navegador predeterminado. Me gasté algún tiempo valioso al final de mi jornada de trabajo en instalar las extensiones sin las que no puedo vivir en Chrome, y por suerte todas tienen su versión para Firefox: Hola, Lazarus, OneTab, y Buffer.

Mis principios no son tan fuertes como creía

cambiar de navegador google chrome

Que hoy sea miércoles y ya esté escribiendo esto puede dar la impresión de que la verdad es que no lo intenté, pero créanme que lo hice. A diario paso más de 8 horas frente al ordenador, hasta 12 en algunos casos. Empecé con el cambio el lunes, y el martes en la noche ya no podía más. Una decena de horas intentando trabajar al mismo ritmo con otro navegador es bastante, en especial cuando todo lo que haces pasa por el navegador.

Hubo cosas buenas, el consumo de memoria es un tercio en Firefox, pero en toda honestidad, eso ni siquiera me importa, pues tengo RAM para tirar al techo, de no ser así, quizás habría estado más motivada a dejar Chrome. Firefox es bastante inteligente con la publicidad invasiva y maliciosa como los popups porno sin necesidad de instalar basuras como Adblock y su mafia. Pero eso fue básicamente todo lo lindo para mi.

Aparentemente soy capaz de renunciar a mi privacidad y a regalarle mis datos a Google a cambio de aplicaciones independientes, y de no tener que abrir todo en una pestaña. Tengo la barra de tareas llena de accesos directos a aplicaciones de Chrome, y mi rutina de trabajo gana demasiado con eso, es cómodo, y es un hábito que no creo poder dejar, y tampoco quiero. Mis principios valen menos que una banana. Todo esto me hace sentir muy triste.

En Android, Firefox sigue siendo más lento que Chrome, al menos en mi experiencia con tres terminales distintos, y hay mucho contenido que no carga, especialmente el multimedia. En Windows debo decir que me decepcionó bastante, pues muchas webs y botones sociales simplemente no quieren funcionar en Firefox, y la extensión de Buffer funciona terrible. Son cosas que uso todo el tiempo, simplemente no puedo renunciar a ellas porque no estén bien hechas para Firefox. Tal vez lo intente de nuevo en unos meses, en Linux he tenido mejores experiencias, Firefox parece rendir mucho mejor por esos lados. Por ahora me quedo con Chrome, como no puedo dejar de comer tocino aunque me suba el colesterol.

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