Samsung mostrará Tizen

LEE JIN-MAN/ASSOCIATED PRESS

Lo último que supimos de Tizen fue su incorporación al Samsung Gear S, un dispositivo que puede recibir muchos adjetivos pero desde luego "icónico" no es uno de ellos. Hace un año, por estas fechas (el final de la primavera) Samsung Gear S_Pure White_3y por estos lares (entrada a L'Hospitalet de Llobregat, Barcelona), vimos un buen impulso a Tizen, "una plataforma para conectar todo el ecosistema de Samsung".

Seamos claros: Tizen, al menos en smartphones y tablets, empieza a parecerse mucho a los Bojan Krkic, Pavón, Portillo y demás ejemplos de promesas rotas del fútbol español. De todo su consorcio, sólo Samsung parece haberse interesado por Tizen, y cada vez menos hasta el punto de que ha dejado pasar un MWC completamente en blanco para él.

India. Z1.

Hace menos de tres semanas llegaron sorprendentes noticias desde India: el Samsung Tizen N1 estaba arrasando en ventas, logró cifras muy superiores a las esperadas: 100.000 unidades vendidas respecto a la previsión de 20.000 en ese plazo.

Samsung Tizen Z1, el culpable del inesperado éxito de Tizen en India.
Samsung Tizen Z1, el culpable del inesperado éxito de Tizen en India.

Sólo para aportar contexto: 100.000 ventas en un país de 1.250.000.000 de habitantes. Sigue estando alto el listón, pero mucho menos que si lo pensamos en clave de México (122.000.000) o España (47.000.000) por dar dos ejemplos. India es un buen ejemplo de que Tizen sí puede tener un mercado, pero también es cierto que es un país con muchas peculiaridades con necesidades, economía, población, etc. imposible de extrapolar a Europa, China, América del Sur o Estados Unidos.

El hogar conectado

Samsung, como cualquier tecnológica amplia de miras y con bolsillos que rellenar, lleva años apuntando al hogar conectado a través de sus TVs, lavadoras, neveras, pequeños electrodomésticos, tablets, ordenadores, relojes inteligentes, pulseras cuantificadoras, y el que debería ser el núcleo: el smartphone.

An unidentified woman talks on her cellp

Ahí es donde entró Tizen en el punto de mira de ingenieros y ejecutivos: un sistema operativo único para todos sus dispositivos, una conexión perfecta entre todos ellos.

Por otro lado... los beneficios

Cada vez que compras un juego, aplicación, película, libro o canción en Google Play, eso que tienen todos los Android, un porcentaje de esa compra va a parar a Google, que no vive de ello, digamos, pero le supone un buen pico.

Apple, que ya gana dinero (y bastante) con cada iPhone vendido, funciona exactamente igual. Sólo que al controlar tanto hardware como software, dispara los beneficios, como vemos récord tras récord en cada trimestre.

Samsung está en un centro incómodo. Fabrica dispositivos sin mucho margen. O al menos, con bastante menos margen que el de Apple. Pero al mismo tiempo, no cobra ni un centavo por cada juego, aplicación, película, libro o canción vendidas en Google Play a través de sus dispositivos. ¿A qué lleva esto? Eventuamente, puede llevar a resultados francamente peores que los que estaba acostumbrado a presentar. Así que pasar a controlar hardware y software mediante Tizen podía suponer una solución interesante para afianzar beneficios a medio y largo plazo.

rediseño de la Google Play Store

Motivos añadidos:

  • Los nuevos iPhone y sus pantallas grandes han supuesto un bocado a las ventas del resto, también de Samsung.
  • Xiaomi ataca con sus precios agresivos y su popularidad creciente en los últimos dos años, incluso sin poder salir todavía de China.
  • Fenómenos regionales. Son los fabricantes o ensambladores sin desarrollos propios que han logrado una fuerza notable en países determinados, sin lograr una fama global todavía ni continental. Se trata de firmas como bq en España, Wiko en Francia, Prestigio en Polonia o LGM en Italia. También ellos han mordido las ventas.

Pero había un problema...

Google. O mejor dicho: Android es el problema. Huir de Android puede ser un motivo perfectamente válido para ver cómo las ventas caen. Samsung lleva tiempo hilvanando su TouchWiz, homogeneizando su interfaz con la de Tizen. Calculada estrategia para que el salto desde Android sea lo más invisible e indoloro posible para quien lo haga desde un Samsung.

Pero claro, siete años después de su llegada, pretender dar un gato como si fuese una liebre haciendo como si fuese lo mismo una cosa que la otra, no parece una apuesta segura.

Por otro lado, al recién llegado le hace falta dar un valor añadido para hacerse un nombre. Si estamos ante un clon de TouchWiz, sin todas las posibilidades que da Android, y sin su enorme Play Store... ¿para qué demonios vamos a querer un Tizen aparte de para lucrar más a Samsung?

Otro problema añadido: la experiencia Nokia X

No es demasiado comparable, ok. Pero la cuestión es que Nokia, cuando todavía era Nokia, plantó un fork de Android sobre la interfaz de un Windows Phone. Migrar aplicaciones desde Android hacia este sistema era tremendamente fácil, según Nokia; tremendamente indiferente, según los desarrolladores. Unos meses después, Nokia X ni siquiera llegó a varios países (España entre ellos) y terminó siendo cancelado.

Tratar de adaptar un sistema propio, con tienda propia, para las aplicaciones hechas originalmente para otro... Demasiado complicado hasta para Nokia.

Mañana

La eterna incógnita: ¿llegará Tizen a los smartphones algún día de forma global, incluida la gama alta, y estará al nivel de los Android actuales? De momento sólo tenemos algún modelo de entrada de gama, y su desarrollo no da pie a pensar que habrá una llegada inminente.

El obstáculo de las aplicaciones. Descartada la posibilidad de ver un Tizen en pañales con una Store vacía como lo que ya hemos visto en las primeras versiones estos son los tres escenarios posibles:

  • Aplicaciones importables con un click / copiar el .sdk. Lo cual le haría la misma gracia a los desarrolladores y estudios que a mí cuando me sacan el tema de que el iPhone se dobla.

  • Una inversión enorme para atraer desarrolladores a la plataforma. Al estilo de lo que ha hecho Microsoft con el gran Rudy Huyn, por ejemplo. Pero muchísimo más grande, con más nombres famosos implicados, con más peso. Demasiado riesgo ahí para un Android todopoderoso y un iOS venido arriba, sumado al empuje que intenta hacer Microsoft con el Windows único.

  • El argumento multiplataforma. Al estilo Windows 10: una plataforma, una tienda, un Tizen. ¿Problema? Que para eso hay que contar con que todo el ecosistema de hardware, del que cuesta dinero y se amortiza en años, sea también la preferencia del consumidor. Demasiado suponer, demasiado arriesgar de nuevo.

Vamos a tardar bastante en ver a Samsung haciendo caso a Tizen más allá de para experimentos regionales de entrada de gama. Tienen demasiados dilemas que resolver y una larga estrategia que calcular para el producto que va a vertebrar un ecosistema Samsung, que además ahora se adereza de Samsung Pay y compañía (no Android Pay, claro, eso no les daría dinero). Mi consejo si es que te inquieta lo más mínimo Tizen: actúa como si no existiera, le queda demasiado tiempo todavía.

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