Uber sigue dando titulares en Europa, y esta vez no se trata de un cierre cautelar o una solicitud a las operadoras para que corten el tráfico hacia sus servicios. El problema de Uber en Francia está yendo más allá de lo que se ha venido produciendo en el resto de países europeos, puesto que la policía francesa ha entrado a las oficinas de Uber en París para buscar correos electrónicos, documentos y teléfonos móviles utilizados por los conductores de la compañía.
Y es que la entrada en vigor de la Ley Thévenaud el día uno de enero, precisamente para contentar a los taxistas, convertía de facto la actividad de Uber en ilegal. En esta línea, la compañía de transportes no ha parado precisamente su actividad en Francia con la entrada en vigor de esta ley y, lógicamente, las autoridades el país galo han entrado con todo contra Uber.
En este sentido, más de 25 policías efectuaban un registro de más de seis horas en la sede de Uber en busca de todo tipo de documentos relacionados con la actividad de Uber en el país galo. Aun así, la compañía cree que, pese a la Ley Thévenaud, UberPOP es totalmente legal en Francia y ha solicitado a la Comisión Europea que se pronuncie sobre la legalidad o no de este tipo de servicios en Europa. Mientras tanto, más de 250 conductores de Uber han sido sancionados con importantes sumas desde la entrada en vigor de la Ley Thévenaud, algo que desde la compañía consideran totalmente desorbitado:
Vemos en esta incursión de una acción desproporcionada, llevó a cabo por razones legales temblorosas. - Thibaud Simphal, gerente general de Uber Francia.
Todavía queda mucho pendiente respecto a la actividad de Uber en Europa, y desde luego habría que establecer una legislación común en torno a este tipo de países en toda la unión, bien sea para permitir su actividad, u obligar a Uber a jugar con las mismas reglas del juego del taxi. Veremos quién gana a largo plazo, pero de momento las cosas no hacen más que complicarse.