Germanwings

Aeroprints (Wikimedia)

Conmoción, miedo, exceso de información. No resulta fácil escribir en un momento como éste. La incertidumbre sobre el accidente del vuelo 4U9525 se cierne aún sobre nosotros. En las primeras horas, cuando las dudas nos asaltan y la emoción está a flor de piel, nos planteamos múltiples interrogantes. ¿Por qué el avión de Germanwings se estrelló contra los Alpes? ¿Qué ocurrió en esos largos, eternos, horribles ocho minutos?

No resulta sencillo responder a estas preguntas. Es difícil, muy difícil mantener fría la cabeza y evitar el cúmulo de datos recibidos en las últimas horas. No puedo imaginar lo que estará pasando por la cabeza de las familias y allegados de las víctimas. Es inevitable sentir una profunda tristeza y que el pánico invada nuestras conversaciones. Para resolver nuestras dudas acerca del accidente de Germanwings y la seguridad de la aviación comercial, hemos hablado con el piloto privado Joan de Batllé, autor del blog Landing Short.

La probabilidad de tener un accidente de avión

Tras la noticia del accidente del avión que cubría el trayecto entre Barcelona y Düsseldorf, muchas personas habrán sentido un miedo irracional a volar. Joan de Batllé explica que "la probabilidad de sufrir un incidente en un avión de la flota 320 es de una entre siete millones". El piloto recalca que con el término 'incidente' no se refiere a accidentes como el ocurrido en la región francesa de Barcelonette, sino que este concepto también puede abarcar a problemas con el motor durante el vuelo que no terminen de forma trágica como en esta ocasión.El número de accidentes de avión se ha reducido de forma significativa

Para hacernos una idea, de Batllé nos da una pista sobre la seguridad de la aviación comercial. "Cada día se dan más de 17.000 despegues diarios de aviones de la flota Airbus 320", que junto con la familia del Boeing 737 es de las más utilizadas. "Hemos avanzado muchísimo en la seguridad de los vuelos", afirma tajante el piloto. Y es que si aplicáramos el registro de siniestralidad de 1973 al tráfico aéreo actual, veríamos un accidente cada 41 horas. Los datos hablan por sí mismos: viajar en avión es seguro.

Debido a la gran cantidad de información recibida en las últimas horas, da la sensación de que 2014 ha sido un año fatídico para la aviación comercial. Nada más lejos de la realidad, como se observa en el siguiente gráfico. El descenso en el número de accidentes durante los últimos años es notable. Algo en lo que también coincide Joan de Batllé, que insiste "que este tipo de trágicos sucesos debe ayudarnos a mejorar aún más la seguridad de los vuelos".

Viajar en avión, por tanto, no debe producirnos miedo. Lo que también debemos tener claro es que el riesgo cero no existe, pero la seguridad ha aumentado notablemente en las últimas décadas. De hecho, se suele decir que los momentos más complicados en un vuelo son el aterrizaje y el despegue, unos instantes en los que la probabilidad de sufrir un accidente es mayor. "Esa creencia es cierta", confirma el piloto, "dado que la velocidad es baja y estamos muy próximos al suelo".

Ésta es la razón por la que en los últimos años se han hecho grandes mejoras en la seguridad de los sistemas y procedimientos aplicados en aeropuertos y aviones por tripulación y controladores. Que nos hayamos centrado en implementar las medidas de vigilancia en esas dos fases críticas ha tenido como resultado una mayor seguridad. Podría parecer, por cuestiones estadísticas, que los vuelos fallan ahora más en la fase de crucero. "No es que haya más complicaciones en esta etapa del vuelo, pero tal vez debemos fijar mejores medidas operacionales y de safety a partir de ahora", explica Joan de Batllé.

Las múltiples causas del accidente

Ante la avalancha de datos e hipótesis lanzadas en las últimas horas, el piloto consultado por Hipertextual prefiere mantener la prudencia. "Rompo una lanza para que se deje de especular sobre los motivos del accidente de Germanwings", asevera. De Batllé es crítico con las informaciones vertidas. "Cuando falla una operación a corazón abierto en un hospital, nadie comienza a plantear hipótesis sobre los problemas que ha habido en la intervención", lamenta."Con los datos que tenemos, es imposible inferir la causa del accidente"

El hecho de que el avión 4U9525 no cambiara de trayectoria durante esos ocho minutos puede ser debido a múltiples causas. Aunque se ha apuntado que pudo haber un problema de despresurización, éste es un fenómeno complejo que puede darse y ante el que los pilotos cuentan con procedimientos de actuación definidos. La despresurización es un suceso grave, que ocurre de forma explosiva o paulatina, provocando que la presión interior y exterior se igualen.

"En el caso de que ocurra una despresurización explosiva, los pilotos realizan un descenso pronunciado para evitar el aumento de presión, tratando de mantener lo que se denomina 'altitud mínima de área' en un breve período de tiempo", comenta. A 40.000 pies de altura, esta maniobra debe realizarse en menos de medio minuto, considerado como el tiempo útil de consciencia. "Es imposible con los datos que tenemos inferir que hubiera un problema de despresurización", señala tajante. "Es probable que hubiera múltiples causas, por lo que debemos esperar a conocer todos los datos y aprender de lo sucedido", afirma.

Germanwings
Andrei Dimofte (Wikimedia)

Otro de los motivos especulados es un posible fallo informático. De Batllé pide de nuevo la máxima cautela al explicar que "las incidencias de este tipo son extremadamente raras". Puede darse un problema en alguno de los sistemas electrónicos, pero en general los aviones tienen dispositivos doble o triplemente redundantes. "En el caso de que hubiera un fallo informático general, los pilotos siempre pueden desconectar el sistema y realizar el vuelo manual", comenta."El objetivo no es encontrar culpables, sino aprender de lo sucedido"

Las hipótesis que se barajan, por tanto, son múltiples. Es fundamental esperar a las conclusiones de la investigación del accidente, que también cuenta con procedimientos sumamente estandarizados, según de Batllé. "Existe un protocolo en el que se marcan qué países intervienen en el estudio, y en este caso, la autoridad aeronáutica francesa tiene mucha experiencia".

Los resultados de esta evaluación deben señalar los hechos ocurridos con el objetivo de emitir recomendaciones para mejorar la seguridad. "El objetivo no es encontrar culpables, sino aprender de lo sucedido", recalca. El hallazgo de la primera caja negra acelerará estas investigaciones, que nos permitirán saber las conversaciones entre los pilotos e incluso analizar el ruido de los motores. La segunda caja negra, en palabras del piloto, ofrecerá información técnica muy importante (comandos introducidos en el panel de control, mandos, etc.)

Las compañías low-cost son seguras

Otra de las informaciones conocidas en las últimas horas señala que el avión tenía 25 años de vuelo. "La edad no es una cifra trascendente para la investigación", comenta Joan de Batllé. En general, los modelos se renuevan por eficiencia (por ejemplo, con nuevos motores que consuman menos combustible). "Todas las piezas que componen un avión cuentan con un mantenimiento específico y una vida útil determinada", explica. El hecho de que el avión volara desde 1990 no significa que todas sus piezas y sistemas fueran de ese año, dado que se van renovando y cambiando. "Los márgenes de seguridad son amplísimos", asegura el autor del blog Landing Short."Los controles de seguridad son iguales para todas las compañías"

"Los controles de seguridad a los que se someten los aviones son iguales para todas las compañías", confirma el piloto a Hipertextual. Es decir, que una empresa sea low-cost no es sinónimo de que pase por menores inspecciones. Las evaluaciones diarias y periódicas son determinadas por la Agencia Europea de Seguridad Aérea, y en su caso, por la autoridad nacional correspondiente, siendo la AESA en el caso español.

Según Joan de Batllé, el ahorro de las compañías low-cost se aprecia en gastos como el salario de la tripulación, la existencia de business class o el servicio que ofrecen a bordo. En ningún caso la seguridad se ve comprometida. Como explica el piloto, aún es pronto para determinar las causas del accidente del 4U9525, pero en todo caso debemos mantener la prudencia y la tranquilidad. Y especialmente, aprender de lo ocurrido para evitar que vuelva a suceder.

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