La única manera de mejorar un producto excelente es conociendo de cerca el uso que se hace del mismo y las opiniones sinceras de los clientes. Michelin ha querido transmitir esta idea en su nuevo programa para desarrollar nuevos neumáticos que consigan mejorar a los actuales ofreciendo nuevas soluciones a los usuarios. Este proyecto se denomina Michelin Road Usage Lab y es uno de los más ambiciosos que se han programado para los próximos años.
3.000 conductores han sido los seleccionados, de forma aleatoria, en diferentes puntos de Europa, como España, Francia, Italia, Reino Unido o Alemania. A estas 3.000 personas, el fabricante les ha instalado un dispositivo conectado al puerto OBD de su vehículo, que recogerá toda la información posible sobre éste y sobre la forma de conducir. Estos 3.000 seleccionados son tanto jóvenes conductores, como profesionales a particulares o incluso conductores muy experimentados.
Este dispositivo cuenta con una tarjeta SIM y conexión de datos y desde el fabricante aseguran que la información enviada es totalmente anónima.
La información recogida (aceleración, kilómetros recorridos, tipo de trayecto, frenada, velocidad, estado del pavimento, temperatura, estado del neumático...) es enviada en tiempo real a los centros repartidos por Europa propiedad del fabricante.
Durante estos tres años, Michelin publicará periódicamente numerosos estudios acerca de los hábitos de los conductores al volante y cómo el resto de variables pueden afectar a la conducción. Es decir, cómo unos neumáticos en mal estado pueden ser determinantes a la hora de evitar un accidente, o cómo el estado de la carretera o del vehículo han de ser siempre óptimos.
Es la primera vez que un fabricante se arma de la telemetría y se arriesga al confiar en la experiencia de 3.000 conductores para, no solo generar informes, sino desarrollar nuevos neumáticos (más eficientes, que emitan menos ruido y que duren más) que puedan cumplir con las necesidades de casi todos los tipos de conductores.