contagiar el frío

Fuente: Shutterstock

En la cultura popular no es nuevo hablar de que se puede contagiar el frío. Sin embargo no ha sido hasta hace muy poco que la comunidad científica ha podido hacerse con pruebas de que esto ocurre realmente.

Con solo mirar una escena que nos parezca helada, tocando hielo o metiendo la mando en agua congelada, es suficiente para que descienda nuestra temperatura corporal, lo que podríamos llamar como "contagiar el frío". Eso parece indicar el estudios publicado, cuyo objetivo es entender mejor cómo reaccionamos ante los estímulos externos. Aunque la investigación es una entre un mar de publicaciones y hay varias críticas a las que podemos sujetarnos, las conclusiones no parecen descabelladas, para nada, y no es la primera vez que se sospecha de este hecho. ¿La razón? Probablemente se encuentre en las neuronas espejo.

Así se contagia el frío

Si vemos a alguien introducir las manos en el interior de un cubo de agua helada, tiritando o bajo una ventisca es probable que comencemos a sentir frío. Y no solo a nivel ficticio, probablemente nuestro cuerpo note una diferencia, que no será drástica, pero se hará notar. La razón, muy probablemente, se encuentre en la forma que tiene de actuar nuestro cerebro, en concreto nuestras neuronas espejo, las cuales tienen una importancia suprema en el aprendizaje. Éstas se encuentran, en los seres humanos, muy asociadas a nuestra área de broca y corteza parietal, se activan en el proceso de imitación y están íntimamente relacionadas con la empatía. Tanto es así que incluso de Las neuronas espejo se activan en el proceso de imitación y empatíamanifiestan cuando pensamos en una acción a imitar y no solo cuando la observamos.

Pero este proceso es conocido para acciones concisas y emociones. Sin embargo parece que también puede ocurrir con las "sensaciones". Por tanto, las neuronas espejo podrían ser las responsables de activar el mecanismo de control de la temperatura que poseemos. La homeostasis es una característica de los animales que nos permite regular, entre otras cosas, nuestra temperatura según la necesidad y por un complejo sistema de retroalimentación. Lo curioso del asunto es que, aunque se puede contagiar el frío, parece que el calor es algo más complicado. Según el estudio, esto se debería a que es más sencillo transmitir la sensación gélida del agua helada, por ejemplo, que la del calor transmitido por el agua templada. Esto, además, tendría sentido ya que para nuestro sistema homeostático es más sencillo bajar la temperatura que aumentarla, para lo que necesita más gasto energético y más tiempo.

Y así se estudia

Para poder estudiar como contagiar el frío, los investigadores diseñaron un experimento sencillo. Monitorizaron a varios pacientes mientras observaban diversos vídeos de alguien introduciendo las manos en agua a diferentes temperaturas. Los sujetos valoraron las temperaturas sin saber cuales eran, al tiempo que la temperatura en sus manos descendía. De hecho no lo hizo por igual, siendo mayor el descenso en la mano derecha que en la izquierda. Aunque la bajada, de 0,05 grados en la derecha y de 0,2 en la izquierda, pueda parecer algo anecdótico, lo cierto es que demuestra, tras el análisis La temperatura de la mano izquierda descendía menos que la de la mano derechaestadístico, que se produce, sin duda. Además, es suficiente para que nuestros receptores noten el cambio.

Esto supone una demostración de que algo tan sutil como el frío puede ser contagiado con solo mirarlo. Y si el se puede contagiar el frío, ¿qué más se puede contagiar? Este estudio puede tener una aplicación directa tanto en marketing como en psicología, además de ser una puerta a nuevos estudios en fisiología y neurología. Por otra parte, el estudio resulta un tanto escueto, con muy poquitos sujetos, solo 36, lo que hace que la muestra se quede corta. Pero el análisis es bueno, así que por ahora no hay razones para dudar de que se puede contagiar el frío. Más allá de lo curioso de la investigación, poder entender como funciona nuestro cerebro y como nos afecta físicamente sigue siendo uno de los grandes retos de la ciencia, actualmente. Aquí podemos apreciar solo un misterio más que resolver en futuras investigaciones.

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