Mientras utilizas un tu teléfono o tableta interaccionas socialmente con los demás. Esto te provoca emociones; emociones que según los investigadores pueden ser usadas para "medir" tu salud mental a través de los vídeo selfies.
Así lo afirmaban en una conferencia de la Sociedad Americana de Inteligencia Artificial, en Austin. En ella presentaban el vídeo selfie como una herramienta para comprobar las condiciones mentales en las que nos encontramos. Para ello, la Universidad de Rochester ha desarrollado una aplicación, para smartphones y ordenador, capaz de convertir cualquier dispositivo con cámara en un medidor de "salud mental" personal. Su forma de actuar es totalmente pasiva pero la metodología resulta muy interesante. La aplicación todavía es un prototipo y la investigación, presentada recientemente, todavía tiene varios pasos por delante. Eso sí, resulta muy prometedora.
Cómo usar un vídeo selfie para medir emociones
Los smartphones han sido utilizados para predecir todo tipo de información. Desde la posible expansión de una epidemia hasta la conocida monitorización nutricional, el software adecuado puede proporcionar una cantidad asombrosa de información. ¿Y por qué no sobre nuestra salud mental? La manera de hacerlo es muy ingeniosa. Un rasgo característico de nuestras emociones es que, normalmente, se reflejan en nuestros rostros. A veces de manera muy clara, otras de forma casi imperceptible. Pero ahí están. Así que el truco para saber La aplicación mide nuestro ritmo cardíaco, los parpadeos o la dilatación de las pupilas
qué estamos sintiendo en cada momento es miranos a la cara. Por supuesto, la mejor manera de hacerlo es con un vídeo selfie.
Éste no se toma conscientemente, sino que el programa graba vídeos silenciosos de nuestro rostro para analizar sus reacciones. Y lo hace mientras navegamos o usamos las redes sociales, por ejemplo. El programa es capaz de analizar "pequeñas pistas" como nuestro ritmo cardíaco aproximado, la frecuencia con la que parpadeamos o el radio de nuestras pupilas. Todos estos datos son analizados y correlacionados para descubrir nuestro estado fisiológico, un reflejo de nuestra situación emocional, a través de este vídeo selfie pasivo.
Lo importante es correlacionar los datos
Además de los pequeños detalles fisiológicos, la aplicación toma nota de nuestra interacción con los demás. Los mensajes que enviamos, que leemos, con que frecuencia y nuestra reacción al hacerlo. También es capaz de analizar la velocidad con la que hacemos click o con la que escribimos. Todos estos datos pueden ser utilizados en correlación con el vídeo selfie para realizar un "cuadro" donde se exponga nuestra posible estado psicológico. Para calibrar la app, los investigadores usaron a un grupo de 27 participantes con los que hicieron las Por ahora, la app solo es capaz de analizar emociones positivas, negativas o neutrales
primeras mediciones. Aunque por ahora, el programa solo es capaz de evaluar las emociones como positivas, negativas o neutrales.
Pero lo importante es que el equipo ha tenido resultados muy esperanzadores con esta aplicación. El prototipo es funcional y válido, así que ahora solo hay que mejorarlo e incrementar sus capacidades. Aunque pueda parecer algo frívolo o despierte la suspicacia de más de un usuario, lo cierto es que una aplicación así tiene mucho potencial. Desde análisis psicológico de apoyo a evaluación del impacto de las redes sociales en la sociedad o simplemente una cuestión de marketing pura y dura. Todo depende de cómo se enfoque esta aplicación. Por otro lado, la intención de los investigadores es que toda la información que recoge la aplicación sea completamente privada, lo que no evita la desconfianza de algunos otros investigadores. En definitiva, una aplicación ingeniosa y con bastante potencial que muestra que los vídeo selfie pueden ser usados para algo más que para pura diversión.