Si, has leido bien. Existe un proyecto que quiere demostrar cómo reducir el coste de fabricación de las baterías para hacer de los vehículos eléctricos un producto más interesante, más asequible y convertirlo así en la alternativa al coche convencional.

Una empresa llamada Grafeno 3D Lab ha demostrado la viabilidad de esta idea al imprimir en 3D una batería empleando grafeno y obteniendo no solo la posibilidad de fabricar más baratas las baterías sino con formas casi imposibles has ahora. ¿Y esto en qué nos beneficia?

Baterías adaptadas al coche y no coches adaptados a las baterías.

Los responsables afirman que es una evolución lógica con respecto a las baterías convencionales porque es totalmente personalizable en materia de forma, tamaño y especificaciones, pudiendo ser ajustada a las necesidades de cada coche. Esto permitiría crear baterías estructurales que formen parte del propio chasis, ahorrando en costes y mejorando la habitabilidad interior. El resultado es evitar que se tenga que comprometer el diseño del coche y la comodidad de los ocupantes en función de las baterías, que sea justo al contrario, que las baterías se adapten al coche.

Por el momento solo estamos hablando de un concepto, de un proyecto que puede resultar más que interesante por el uso de la tecnología de la que hace gala para mejorar lo presente y hacerlo más barato. Los desarrolladores están en una primera fase en la que tienen que mejorar mucho el producto de cara a impactos, durabilidad, autonomía, resistencia, pero promete y mucho.

El objetivo directo de la compañía es disponer para principios de 2016 de las primeras impresoras multimateriales capaces de fabricar este tipo de baterías. Tan solo queda esperar para ver la evolución y el desarrollo de esta idea.

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