Los programas de intercambio de baterías no han triunfado, de hecho, han sido grandes y sonados fracasos o promesas que fueron aplastadas por un golpe de realidad. No es cómodo, no es barato, no es útil y tendrían que existir tantas plataformas de intercambio de baterías como tipos de vehículos eléctricos existen en el mercado.

Pero existen pequeñas compañías que no cesan en estudiar estas propuestas. Una de ellas es Tesla, que ofrece a sus Model S la posibilidad de intercambiar sus baterías para aumentar rápidamente, y en menos tiempo que lo que se emplea en llenar el depósito de una berlina de lujo, la autonomía. Como decía al comienzo, un sistema para un vehículo en concreto, algo muy costoso para cualquier fabricante. La otra compañía que confía en el intercambio de baterías es un equipo de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos, que confía en la idea pero planteada de una forma algo diferente.

Intercambio de baterías

Para las pruebas adquirieron un Volkswagen Golf de 2002 y lo actualizaron con su sistema.

Y el resultado no pasa por intercambiar las pesadas y voluminosas baterías, sino directamente las celdas o módulos. Podrás pensar que menuda locura, pero tiene su sentido, al menos desde el punto de vista tecnológico. El primer avance necesario para poder realizar esta operación es la separación de los módulos de la batería permitiendo a los vehículos eléctricos conseguir una carga completa sin tener que pasar horas conectados a las estaciones de carga.

El objetivo indirecto de los investigadores es reducir el precio de adquisición del vehículo eléctrico en unos 10.000 dólares mediante un sistema de alquiler de módulos. Es la misma propuesta que la que ofrecen algunos fabricantes, te vendemos el coche y para abaratarte la factura, las baterías no te las cobramos directamente, sino que nos pagas un alquiler. Esta propuesta se ha visto como nefasta y estos fabricantes han visto cómo sus ventas se caían un precipicio ante la complicación de vender que compras el coche y las baterías por separado.

Better Place, un sistema de intercambio de baterías, resultó ser un completo fracaso.

Cambiar una batería puede resultar una operación sencilla, desenchufar y enchufar, pero cambiar las celdas es algo mucho más complicado y delicado. Este sistema requiere una forma diferente de pensar. Según Raymond de Callafon, profesor de la Universidad de California en San Diego, se puede incrementar la capacidad de almacenamiento eléctrico cuando los módulos están conectados en paralelo, pero esto requiere un cuidados control de las corrientes parásitas entre los módulos.

Es por eso que han desarrollado un algoritmo para la estimación de la carga y su control, implementado en un sistema integrado que forma parte del sistema de gestión de la batería de cada módulo. Este algoritmo es capaz de manejar los módulos de baterías que tengan diferentes niveles de carga, química, edad y condición para que el desempeño de la batería sea eficaz.

Intercambio de baterías

Intercambiar los módulos, y por ejemplo poder ir a una gasolinera y poder cambiar los módulos por unos cargados, o bien subirlos a casa y cargarlos, puede acercar el vehículo eléctrico a aquellas personas que no pueden instalar un punto de recarga privado, fundamentalmente porque no dispongan de un garaje. Pero existe un problema de seguridad, las posibles descargas eléctricas durante la extracción de los módulos de alta tensión. Los desarrolladores afirman que el sistema de gestión de la batería asegura que la tensión de salida es igual a cero sino está la llave introducida y girada. Esto mismo sucede cuando se produce un accidente, se desconectaría de forma automática el sistema para evitar cortocircuitos.

Cada módulo pesa entre 9 y 13 kilogramos, un desafío puesto que no son precisamente ligeros. El objetivo cuando esta tecnología pueda ser comercializada es que el peso de cada módulo sea de 4,5 kilogramos y que su tamaño sea como el de una caja de pañuelos. Para probarlo, van a conducir de costa a costa de Estados Unidos en un tiempo estimado de 60 horas con el Volkswagen Golf transformado y un vehículo de apoyo encargado de ir recargando los módulos para que en unos minutos se realice el cambio.

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