El proceso de electrificación del parqué automovilístico va a ser mucho más largo de lo que nos hicieron ver al comienzo los fabricantes implicados. Actualmente hay mercados donde el número de ventas de este tipo de coches no llega al 0,50% del total de matriculaciones, caso del español, y por ello existen proyectos que defienden la electrificación inteligente, es decir, mejorar los motores que ya existen solucionando sus carencias con la ayuda de la electricidad.
Ford y la ADEPT (Advanced Diesel Electric Powertrain) llevan desde 2013 trabajando muy duro para darle mucha vida a los motores térmicos. Sobre la base de un Ford Focus, este prototipo incorpora una instalación eléctrica de 48V, un alternador de 12,5 kW (aunque el prototipo presentado equipa uno de 10 kW) y un turbo con asistencia eléctrica, algo que puede ponerse de moda en los próximos años.
Este Focus sin ser híbrido tiene un consumo que se aproxima mucho a ese tipo de vehículos.
El planteamiento del proyecto es la electrificación inteligente, es decir, mejorar los actuales propulsores gracias a componentes eléctricos como los que han instalado en este Ford Focus, no se trata de hibridar un vehículo, sino de eliminar las carencias típicas de los motores de combustión.
Este Focus tiene integrado un paquete de baterías de plomo de carbono para almacenar energía y poder así aumentar los tiempos de parada del sistema S&S, el alternador es el encargado de recargar esta batería, que también debe alimentar a la pequeña turbina eléctrica instalada para eliminar el lag del turbo. El coche sigue teniendo una instalación eléctrica a 12V, pero un convertidor será el encargado de distribuir la energía entre la instalación a 48V (baterías y alternador) y 12V (la instalación convencional en los coches).
El importante proceso de electrificación inteligente logra que este Ford Focus solo emita 70 gramos de CO2 por cada kilómetro recorrido y que consuma 3 litros cada 100 kilómetros en ciclo NEDC. Estos datos son muy impresionantes al no recurrir al engaño de los híbridos de cara a la homologación de consumos imposibles de conseguir en la conducción habitual.