Desde que empezasen a surgir rumores sobre que Apple estaría trabajando en un sistema de pagos móviles, las noticias se sucedían intentado averiguar cómo implementaría este sistema y cómo sería positivo para la adopción del pago sobre el móvil. Lo cierto es que la llegada del NFC a los smartphones y las propuestas de algunos bancos, compañías y tarjetas de crédito y otros como PayPal (en alianza con Samsung) para adoptar ese sistema apenas ha calado en el mercado, y no lo ha hecho por algunas razones fundamentales: genera mucha fricción para el usuario, el sistema no está estandarizado y ni las compañías de pagos ni las tecnológicas lo han sabido vender.

Y cuando uno quiere que un sistema se adapte de forma masiva, necesita estar estandarizado, que sea apoyado por la industria y que cuando se juega con el dinero de la gente genere la mínima fricción y garantice la máxima seguridad. No es que el usuario medio tenga miedo a pagar con el movil, puesto que la historia reciente de la tecnología ha demostrado que si creas un sistema sencillo y solvente los usuarios lo usan. Aunque no es lo mismo, Square es el ejemplo perfecto: un sistema nuevo, muy sencillo de utilizar que se ha convertido en un estándar en el comercio al por menor en muchas ciudades de Estados Unidos.

Ya cuenta con los principales actores del mercado de su lado, y con los principales comercios de USAPor todo ello, la llegada de Apple Pay es una muy buena noticia. Y no solo para los usuarios de Apple, si no para el conjunto de la industria: propone un sistema muy sencillo mediante pago NFC en el que lo único que se genera es un intercambio monetario, de forma muy similar a PayPal pero a través de NFC e incluyendo al comercio online. Además de esta capa de seguridad, es necesario la firma del usuario vía Touch ID para autorizar la compra. En principio es un sistema muy sencillo, seguro y que a pesar de que genera la fricción ligada al NFC, esta es menor que el sistema de pagos móviles que había en la actualidad.

Lo más interesante de todo es que aún no ha salido al mercado y ya cuenta con el apoyo de los 3 actores fundamentales del ecosistema de pagos: compañías de tarjetas de crédito (Visa, Master Card y American Express), los principales bancos (ChaseO, BA, Citi y Wells Fargo) y con 25 de los comercios más populares (incluyendo online) de los Estados Unidos, país en el que desembarcará inicialmente.

Es decir, aún no ha llegado a los usuarios -lo hará en octubre, presumiblemente con los nuevos iPads e iOS 8.1- y ya cuenta con el apoyo de los fundamentales, solo quedando pendiente la otra parte necesaria: los usuarios que, de nuevo, echando la vista atrás suelen adoptar ese tipo de soluciones con bastante rapidez -Pasbook es uno de estos ejemplos-.

Apple no ha inventado el NFC ni los pagos móviles, pero ha creado una solución que ya tiene al sector comercial y bancario de su lado, y usuarios haciendo fila para poder pagar por el móvil como esperaban. Veremos como avanza, pero con los principales recursos de su lado, parece que estamos ante el nuevo Passbook, que en apenas 4 años, lo han introducido la mayoría de servicios de transporte, compras, ocio y espectáculos.

Si además Apple consigue reducir la fricción de Pay en la próxima revisión del sistema (y contando con que aún no ha llegado) habrá conquistado los pagos móviles.

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