Entre todas las novedades a nivel de interfaz que ha traído consigo OS X Yosemite el cambio de tipografía ha pasado medianamente desapercibido a pesar de ser una de las primeras cosas que se perciben nada más empezar a usar la nueva versión del sistema operativo de Apple. Por primera se abandona Lucida Grande como fuente del sistema en OS X a favor de Helvetica Neue, que hasta ahora había sido la fuente elegida para iOS. Un paso, el de la unificación de tipografías, que podríamos calificar de inevitable a medida que ambos sistemas operativos van sino convergiendo La legibilidad en interfaces no es el punto fuerte de la familia Helvéticaintegrándose y comunicándose mejor entre ellos. Pero, centrándonos puramente en asuntos tipográficos, ¿es correcta la elección de Apple?

Muchas han sido las críticas, sobre todo de diseñadores gráficos y tipógrafos, que a lo largo de estos años ha recibido Helvética Neue, centradas en su mayoría en la legibilidad en interfaces. Erik Spiekermann, tipógrafo alemán y diseñador, habló de este aspecto en su blog hace unos años. Palabras como milímetro pueden ser difíciles de leer sobre todo cuanto menor sea el tamaño de la letra. Esta parece ser también la linea de pensamiento del también tipógrafo Tobías Frere-Jones, que en una entrevista para Co.DESIGN explica los problemas relacionados con la utilización de Helvética Neue como fuente del sistema.

A pesar de su gran reputación, Helvetica no sirve para todo. Funciona bien en grandes tamaños, pero puede ser muy débil en tamaños pequeños. Por ejemplo, letras como la C y la S tienen formas muy cerradas que en pantallas con baja resolución o a mucha distancia no son legibles fácilmente. Lo mismo pasa con la e minúscula, una de las letras más comunes.

La legibilidad en pantalla, como dije anteriormente, no parece ser el punto fuerte de Helvética, tipografía creada en 1957 y que por tanto fue pensada para su uso en papel. Este es un aspecto en el que Lucida Grande destacaba debido a la mayor apertura de sus letras.

Lucida Grande presenta aberturas abiertas, invitando al ojo a moverse a lo largo del texto. Ha funcionado muy bien durante años, y por una buena razón. En todos los textos, pero sobre todo en las interfaces, nuestros ojos necesitan tipos de letra que cooperan en lugar de resistir.

¿Ha sido una buena decisión el cambio de tipografía? Helvética siempre ha sido criticada por su uso en pantalla e interfaces debido a su poca legibilidad y más aún si se usan versiones con un peso más delgado como la polémica Helvética Neue Ultra Light que se empleó en la tercera beta de iOS 7 y que tantas quejas provocó entre los usuarios. Personalmente, durante estos días he estado usando OS X Yosemite y si bien he notado el cambio, no diría que éste haya sido a peor. No tengo la sensación de que con Helvética Neue la legibilidad sea peor, aunque éste es un aspecto más personal y de apreciación.

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