Wolfenstein: The New Order

The New Order es la nueva entrega de la saga más clásica y quizás importante del género First Person Shooter (FPS) en los videojuegos, Wolfenstein. Esta vez desarrollada por los estudios de Machine Games, y bajo el ala protectora de Bethesda, reinventa no solo la primera entrega sino toda la saga Wolfenstein, sorprendiendo, de gran manera, con nuevos elementos pero manteniendo la esencia de disparos y acción por montones, que da gusto. The New Order ofreció ser una entrega digna de ser heredera de la saga de John Carmack, y podría haber cumplido. Este es mi análisis de Wolfentein: The New Order.

Vivir en un mundo dominado por los Nazis

Cuando fue anunciado Wolfenstein: The New Order por parte de Bethesda e id Software, confieso que sentí recelo sobre lo que sería el resultado; fue de esos momentos en los que de manera casi inmediata al ver que anuncian el remake o secuela de una de tus películas favoritas sientes una decepción anticipada, y no es para menos, luego de esa patética entrega que nació en el año 2009 bajo la producción de Activision, que no debería siquiera llevar el nombre de Wolfenstein.

Sin embargo, luego de unas 20 horas que me tomó completar la campaña y algunas horas más que llevo en la segunda vuelta que el título te invita a jugar, si así lo deseas (y lo harás) debo confesar que Wolfenstein: The New Order, me ha sorprendido, para bien. Y es que no solo Bethesda lanzó una serie de tráilers espectaculares que parecían de una gran película basada en la Segunda Guerra Mundial, los cuales como buen pesimista llegué a imaginar que el juego no estaría a tal altura, pero me alegra haberme equivocado.

No todo remake, reimaginación o secuela de una saga puede tener buenos resultados, menos de una que ya de por sí tiene unos 30 años de vida (porque Wolfenstein 3D, obra maestra de John Carmack, puede haber sido el más importante, pero no el primer Wolfenstein). De hecho, es raro cuando sucede, pero The New Order es una de estas rarezas.

En The New Order, más que el aspecto militar se enfoca en el aspecto humano, como las personas sufren bajo un régimen NaziComenzando por su historia, uno de los apartados que quien ha leído mis reseñas sabe que es de lo que más me importa en un videojuegos (con sus claras excepciones), Wolfenstein: The New Order deja un muy buen sabor de boca al inicio, y solo se va poniendo mejor a medida que avanza el juego.

Aquí estamos, nuevamente, ante un título bélico basado en la Segunda Guerra Mundial (WWII), pero a diferencia de cualquier otro título inspirado en estos acontecimientos catastróficos, esta vez no nos encontraremos de nuevo invadiendo como buenos soldados americanos a las playas de Normandía para hacer por enésima vez la misma campaña que en tantos juegos. No, puede que al inicio de The New Order nos veamos envueltos en medio de la WWII, pero después del prólogo (y esto no es un spoiler, dado que los tráilers lo anuncian) saltaremos más de una década al futuro por ciertos acontecimientos, a un momento donde la Tierra en dominada por los Nazis, y nuestro peor enemigo es el terrible y cruel general/científico Deathshead (Calavera, en español).

Y aunque William B.J. Blazkowicz, el eterno protagonista de los Wolfenstein, es un soldado americano patriota, héroe, fornido y con una enorme quijada, aquí no hablaremos de rangos ni generales, veremos el aspecto humano de un mundo azotado por el régimen Nazi, como matan sin piedad, como las personas pierden a sus seres queridos, y mucha, pero mucha crueldad. Es un juego crudo, de pasión, amor y venganza, de rebeldía y lucha por lo que se cree.

Y de disparos.

Regresando a Wolfenstein

Si hay algo que caracteriza a la saga Wolfenstein son dos aspectos principales y fundamentales: matar Nazis, y muchos disparos; The New Order no es la excepción a la regla. Mientras la lucha contra el régimen Nazi está muy marcada en la historia, los disparos no faltan, de hecho, han añadido muchos elementos nuevos que se agradecen realmente, le dan un toque nuevo a la saga y aunque en realidad no son nada nuevo en el género, son un guiño muy atractivo para todos los amantes de los FPS modernos.

Primeramente debo agradecer a los dioses, a Bethesda, a id Software y a Machine Games que Wolfenstein: The New Order escapa de ese aspecto casi obligatorio en los FPS modernos de que la salud del personaje se regenere por sí sola. Aquí no, aquí tenemos que encontrar nuestros buenos botiquines como dios manda y, aunque parcialmente la salud se regenera sola, al subir de 20 en 20 (es decir, si te hieren hasta los 31 de salud, subirá automáticamente hasta los 40 y allí se queda hasta que tomes un botiquín. Si te hieren hasta los 3, subirá hasta los 20, y así), se debe tener mucho cuidado, especialmente con una dificultad alta, para no morir en el juego.

Lo que quiere decir que se acaba eso de disparar, disparar, cubrirte al ser herido y luego volver a estar bien como si nada ha pasado, y seguir disparando. Si no tienes cuidado, morirás, especialmente cuando te enfrentas a los bosses (o jefes), que suelen dar dolores de cabeza en algunos casos.

Blazkowicz puede llevar un arsenal de armas encima, pero nada divierte más que usar dos escopetas automáticasPero escapando de lo "retro" que algunos podrían considerar a esta característica, The New Order incorpora los famosos perks que están tan de moda, y de una forma bastante curiosa y genial. Tenemos un árbol de habilidades con cuatro ramificaciones, una relacionada a las granadas, otra al sigilo (sí, sigilo) otra a las tácticas y otra al asalto (disparos, disparos). Podremos mejorar nuestras habilidades para recargar más rápido, contar con más vida, aumentar la capacidad de llevar granadas y más.

La diferencia con otros juegos es que en Wolfenstein no solo es necesario matar para ganar un punto de experiencia y gastarlo en el árbol, no, en The New Order hay retos que cumplir para desbloquear cada habilidad. Por ejemplo, alguna relacionada al sigilo te pide asesinar 5 comandantes Nazi desde la espalda sin activar la alarma, o matar 20 soldados con disparos en la cabeza usando una pistola. Esto se agradece porque nos obliga a probar distintos modos de juego, y cumplir retos, no solo andar por ahí disparando a lo loco y sin sentido.

Sin embargo, tomando en cuenta que Blazkowicz puede llevar encima un arsenal de armas completo (aunque solo 3 granadas, lo que no tiene mucho sentido), te encontrarás muchas veces saltando de la pistola al rifle de asalto, del rifle de asalto al rifle con mira sniper, de este a la potente LKW (arma especial del juego), y de esta a usar dos escopetas automáticas de forma simultánea y destruir todo a tu paso, incluso algunas paredes y coberturas, que se pueden atravesar con balas. El lado FPS de The New Order se inspira en lo clásico, y la verdad cumple a la perfección.

_Ein Regime muss fallen_

Wolfenstein: The New Order no se queda corto en acción. En sus diferentes capítulos tendremos que realizar misiones de todo tipo y que muestran los tantos aspectos sensibles del régimen Nazi, lo que le da un toque aún más realista al título, y sobre todo lo llena de escenas crudas y explícitas. En The New Order se tratan tópicos como los experimentos humanos que realizaron los Nazis, los terribles campos de concentración, y el maltrato u homicidio de personas discapacitadas, además de mostrar la tortura.

Es un título que apunta a tus emociones, más allá de la adrenalina, y nuevamente en la saga esta clase de aspectos se agradecen. Más allá de lo gore incluso el nuevo Wolfenstein cuenta con escenas de sexo que no caen en lo vulgar, ni se ubican en el juego nada más para darle un poco de fan service al adolescente granudo promedio que muchos estudios creen que son los únicos que disfrutan un buen videojuegos. No, aquí el sexo se trata como algo adulto, como algo que disfruta tanto el hombre como la mujer, que los relaja y alegra en tiempos de rebelión y guerra. Es raro encontrar un juego con madurez suficiente para hablar de sexo de esta forma.

Finalmente, aunque el juego cuenta con un gran aspecto gráfico, muy detallado, no es lo mejor que he visto en esta nueva generación que apenas comienza. Con ello no quiero decir que sea malo, para nada, solo que no es brillante en el aspecto gráfico. Eso sí, el detalle en las armas y el arte en los escenarios es espectacular. Me encanta cómo Machine Games ha imaginado un mundo controlado por los Nazis, y las obras y edificaciones exuberantes que abundan por doquier, como el mismísimo Hitler se imaginaba a Berlín algún día, y que nunca sucedió.

¿Cómo sería el mundo si los Nazis hubieran ganado la guerra? No lo queremos saber, pero The New Order parece imaginarlo muy bien.

Conclusión

No es fácil reinventar una saga, darle un nuevo inicio luego de 22 años de haber alcanzado su cumbre. Wolfenstein: The New Order no supera al gran Wolfenstein 3D, pero me encanta lo que ha logrado. Es un juego con madurez emocional que aunque se basa en caerse a disparos y asesinar soldados nazis, robots nazis y hasta perros nazis, a lo loco, te relata una buena historia, de una gran manera.

Deathshead es uno de los enemigos más crueles y sádicos que he visto en un videojuego. Al inicio de The New Order enfrenta a Blazkowicz a una decisión muy difícil, de vida o muerte, y el juego cambia a partir de entonces. Es un título que ofrece rejugabilidad para completar la historia de dos maneras, dependiendo de dos personas y como ellas complementan la historia de tu personaje.

Las actuaciones e interpretaciones para dar vida a todos los personajes es espectacular, sabemos que Bethesda se ha enfocado mucho en esto durante la última década, y los títulos de The Elder Scrolls son la mejor prueba. Machine Games ha tomado esta saga tan épica en sus manos y ha hecho una gran obra, no queda más que aplaudir a este joven estudio. Lo mejor, The New Order no necesita un modo multijugador, y me encanta cuando un estudio no lo mete a la fuerza, sino que se basa en apostar con todo en su campaña, es digno de aplausos.

¿Es Wolfenstein: The New Order todo lo que esperábamos? En gran parte, sí. TNO cumplió al ser un FPS lleno de elementos nostálgicos y elementos nuevos, al contar una gran historia, al tener personajes memorables, con relaciones que se sienten reales y también la mejor versión moderna de Blazkowicz, que como ha cambiado en estos más de 20 años. Me atrevería a decir que, aunque no es perfecto, tiene todo lo que un amante de los FPS clásicos puede pedir hoy en día, o para que el que solo juega a un Call of Duty de los nuevos sepa lo que era un FPS de antaño, de los clásicos, los grandes. En resumen, me atrevería a decir que es un título que todo early adopter en esta nueva generación debería probar; que matar Nazis puede resultar muy divertido.