En septiembre de 2013, justo en los días previos a IFA 2013 (Berlín), Microsoft anunció oficialmente la compra de Nokia por 7.200 millones de euros. No obstante, esa compra no se ha hecho oficial hasta el pasado mes de abril, cuando, tras ser aprobada la operación por los diferentes organismos reguladores, Nokia comenzó a operar como una filial de Microsoft bajo el nombre de Microsoft Mobile.

Pero debemos de aclarar una cosa: Microsoft no compró Nokia, compró solo la división de móviles y servicios, que es solo una de las varias que componían Nokia. Esta es la razón por la que Microsoft se ha visto obligada a registrar la empresa "Microsoft Mobile Oyl" (con sede en Finlandia), así como a sustituir todos los brandings de Nokia por los de Microsoft. Caso aparte es el marketing, donde parece que Microsoft continuará usando la marca Nokia durante este periodo de transición. Nokia seguirá operando, pero de una forma muy diferente Así pues, si Microsoft solo ha adquirido una división de Nokia, ¿qué ocurre con el resto de divisiones? ¿Desaparecerán? No. El resto de divisiones seguirán existiendo y se mantendrán bajo la marca Nokia, que continuará operando con normalidad y seguirá existiendo como empresa independiente. La única diferencia es que su foco no será la creación de smartphones y dispositivos, pues ya no cuentan con la división de telefonía móvil que han vendido a Microsoft.

Nokia Microsoft

Tal y como afirmó su nuevo CEO, Rajeev Suri, –recordemos que Stephen Elop, anterior CEO de Nokia, también ha migrado a Microsoft como VP de Móviles y Servicios– la compañía finlandesa continuará operando en los otros tres focos que aún tienen presentes: consultoría, sistemas de telecomunicaciones (antenas, redes y similares) y servicios de cartografía (HERE Maps). Estos tres negocios, aunque siguen perteneciendo al mundo de las comunicaciones, son completamente diferentes al mundo de los smartphones y los dispositivos, que había sido el eje central de la compañía finlandesa durante los últimos años. De hecho, gracias a esa división de móviles y servicios, la compañía logró alcanzar una posición dominante en todo el mundo, controlando el sector de la telefonía y ganándose una reputación considerable en este sector (razón por la que muchos aún lloran su marcha). No es el primer cambio de rumbo en la historia de Nokia El camino al que se enfrenta ahora Nokia es bastante diferente al anterior, e incluso diría que mucho más difícil. Y es que, tras perder el eje central de negocio de la compañía, les va a costar recuperarse, especialmente si tenemos en cuenta que en el resto de nichos donde siguen participando (sistemas de telecomunicaciones y cartografía, sobre todo), la competencia está realmente fuerte. No obstante, no es el primer cambio de rumbo al que la compañía finlandesa se enfrenta en su historia. Los inicios de Nokia estaban relacionados con la pulpa de madera y el papel, un sector totalmente diferente al de las telecomunicaciones, el cual ha sido su foco durante los últimos años. Así pues, si ha sido capaz de sobrevivir durante tantos años y sobreponerse a cambios de rumbos tan grandes como el que acabamos de citar, es muy probable que esta vez vuelva a hacerlo. Eso sí, el camino no será fácil, y muchos otros ya han fracasado en él, pero ya saben, hablamos de Nokia, una empresa que nos ha sorprendido durante muchos años y que, aunque su rumbo sea totalmente diferente, probablemente lo siga haciendo.

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