Cuantificadores

Hay preguntas que tienen difícil respuesta: ¿Colacao o Nesquik? ¿Nikon o Canon? ¿Samsung o Apple? Todas ellas con una respuesta que de por sí no será excluyente, basada en la opinión de los usuarios. Pero en la actualidad, donde la vorágine de los dispositivos de medición de la actividad diaria o cuantificadores ha supuesto el lanzamientos de decenas de dispositivos y tecnologías diferentes nos preguntamos: ¿cuáles son mejores, aquellos que miden la actividad en el bolsillo o en la muñeca? Una pregunta no exenta de polémica pues las marcas apuestan por una forma de cuantificar dependiendo del target al que pretenden llegar. Para arrojar algo de luz a este asunto he tenido la suerte de probar durante una semana dos dispositivos de la misma marca pero con ubicaciones diferentes para saber cuán precisas son sus mediciones y cuál de los dos es el más certero.

Cuantificadores, esa palabra que genera tantos adeptos como acérrimos. Según algunos estudios, numerosas empresas (y mi humilde opinión), la medición de tus hábitos diarios mejora enormemente la salud de quien se toma en serio la información que estos le dan. Pero, ¿cómo de precisos son estos datos? En la actualidad encontramos muchas soluciones de empresas como Jawbone, Fitbit, Apple, Samsung y Nike entre otros, que ponen su tecnología al servicio de la salud de los usuarios. Cuantificadores: ¿una moda pasajera o una tendencia de futuro? Tecnologías y dispositivos que difieren mucho los unos de los otros, pues mientras que algunas apuestan por la medición a través de dispositivos de bolsillo o el propio smartphone (como Apple con el co-procesador M7); otras prefieren la medición en forma de pulsera o brazalete.

Durante una semana, después de casi un año utilizando varios cuantificadores, opté por arrojar algo de luz a esta cuestión utilizando al mismo tiempo dos dispositivos de la misma marca que según sus fabricantes tienen el mismo grado de precisión (y prácticamente las mismas características): Fitbit One y Fitbit Force. El primero es considerado como el mejor medidor de actividad diaria en forma de dispositivo para el bolsillo o pinza, mientras que el segundo pese a los numerosos problemas a los que se ha enfrentado la compañía por los sarpullidos causados a varios usuarios, posee las mismas características que su hermano de bolsillo. Frente a frente, midiendo el mismo tipo de actividad. Como punto para obtener un contraste, también probé al mismo tiempo la última pulsera de Jawbone: UP24, con sincronización Bluetooth 4.0 inteligente. En definitiva, 3 dispositivos midiendo lo mismo.

Cuantificadores

Dejando los resultados para el final, la experiencia de usuario con estos cuantificadores es dispar. Nos encontramos con que el dispositivo de bolsillo (Fitbit One) posee ese factor de peligrosidad que nos da cualquier aparato que no se encuentre "anclado" a nosotros, pues no es la primera vez que algún usuario inocentemente ha estado a punto de lavar sus pantalones con el cuantificador en cuestión o perderlo en cualquier lugar. Pero al contrario que la pulsera, permite la posibilidad de descansar en cualquier momento de la actividad de medir tus variables. Por su parte las pulseras como la Fibit Force, poseen un wear-factor sin igual, mimetizándose con nosotros para pasar desapercibidas en el día a día. Esto hace que cosas como la medición del sueño sea más sencilla pues no hace falta incluir hardware adicional. La medición es similar aunque en algunas ocasiones hay errores con el movimiento de las manos Además gracias a la resistencia al agua de la mayoría de ellas podremos nadar (sólo el modelo Flex) o ducharnos con ellas sin problemas.

Pero pasemos directamente al asunto en cuestión: los resultados. Sorprendentemente la diferencia es menos perceptible de lo que se podía esperar. En 7 días el resultado más dispar de todos mis pasos diarios (unos 12000 al día) no superó los 500 pasos entre dispositivos. Fue el Fitbit Force y la Jawbone UP24 quienes dieron los resultados más elevados mientras que Fitbit One se ajustó más a la realidad. Curiosamente las dos pulseras obtuvieron resultados que distaban poco entre sí, pero al observar más en detalle los pasos realizados con la aplicación UP se puede observar cuándo, pese a estar de forma estática, el movimiento del brazo por cualquier tipo de razón (como teclear por ejemplo), puede ser considerado pasos según la intensidad del mismo.

Está claro que poco a poco la precisión de esta tecnología que poseen los dispositivos cuantificadores mejorará. Hasta el momento, sea cual sea su marca o modelo, no dejan de ser más que un gadgets con una única finalidad: mejorar nuestra salud. Pero, ¿hasta que punto lo consiguen?

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