La situación de Nextel Argentina había sido turbulenta los últimos meses, luego del duro revés que sufrió la compañía al no poder acceder al espectro 3G para ofertar servicios de este tipo y las pérdidas en ganancias y usuarios, hechos que los orillaron a realizar una serie importante de recortes de personal, mismos que ser vieron mermados por las propias instancias de gobierno al violentar los estatus para la ejecución de este tipo de acciones. El panorama para Nextel no lucía promisorio, sin embargo la compañía ha salido nuevamente a la luz pública, para mostrar su postura oficial ante este problema, así como su estrategia para superarlo: incursionar en el mercado de servicios 4G.
Nextel tiene 2 millones de líneas móviles en Argentina.
De acuerdo con reportes recientes Nextel tiene planes para elevar la apuesta en el mercado argentino, introduciendo tecnología LTE en este mercado, lo que la convertiría en la primera operadora incursionando bajo este esquema de oferta dentro del país. Según se informa a través de diversas fuentes allegadas a la empresa, el plan de incursionar en la implementación de servicios 4G es concebido como el medio por el cual la compañía recuperaría su lugar entre la base de usuarios. Actualmente en Argentina existen cerca de 40 millones de líneas de telefonía celular, de las cuales apenas 2 pertenecen a Nextel, la compañía en fechas recientes no pudo acceder al espectro radioeléctrico necesario para ofrecer servicios 3G y ahora pretender ir por el siguiente paso de evolución en la materia puede sonar a algo fuera de toda proporción, pero de resultar cierto representaría un avance significativo para el mercado argentino.
Los reportes circulando apuntan a Nextel ante la negativa del gobierno local por acceder al uso del espectro para ofertar servicios 3G, han decidido implementar una nueva estrategia enfocada ahora en ser los primeros en lanzar servicios LTE. Por lo cual la empresa estaría en estos momentos haciendo estudios para la implementación futura de esta red, que no representaría un costo elevado de inversión para la infraestructura ya instalada.