Pantallas flexibles

Durante los últimos meses –y especialmente durante el último CES 2014– hemos visto cómo todos los fabricantes de pantallas y dispositivos electrónicos tienden a montar pantallas flexibles en sus productos. Véase el LG G Flex, el Samsung Galaxy Round o alguna de las múltiples televisiones que hemos visto durante el CES 2014 con esta característica. Sin embargo, la pregunta que muchos nos hacemos en la actualidad es ¿sirven de algo las pantallas flexibles o es una necesidad que los fabricantes pretenden crear en los usuarios como si se tratase de "the next big thing"?

En los smartphones y tablets, basta con mirar el LG G Flex y el Samsung Galaxy Round para ver que la supuesta flexibilidad de la pantalla, efectivamente, no aporta nada. Es cierto que es algo más cómodo cuando realizamos una llamada de teléfono gracias a su curvatura natural, al igual que colabora a un mejor manejo del dispositivo (especialmente con pantallas tan grandes como las de los últimos smartphones), pero no es, ni de lejos, la revolución que los fabricantes pretenden vender. Y es que, a pesar de que el panel en sí es flexible, el resto de componentes internos del dispositivo no lo son (a excepción de las baterías, de las cuales ya existen modalidades flexibles), lo que implica que el terminal se mantiene estático, con una flexibilidad mínima.

LG G Flex

Así pues, las pantallas flexibles en los smartphones y tablets, de momento, no aportan nada, ni son la revolución que los fabricantes de dispositivos electrónicos pretenden hacernos creer. Eso sí, en un futuro, cuando esa flexibilidad se vea acompañada de otros componentes flexibles, probablemente sí podremos hablar de revolución y de "the next big thing".

Todo lo contrario ocurre en el mercado de los "wearables", donde sí cobran mucho más sentido este tipo de pantallas. Y es que, hasta ahora los fabricantes no podían montar pantallas en este tipo de productos debido a la limitación, en términos de flexibilidad, que estas tenían; sin embargo, con estas nuevas pantallas flexibles, los fabricantes de "wearables" como Fitbit, Pebble, Nike o Jawbone cuentan con la posibilidad de incorporar una pantalla a sus productos sin limitar la flexibilidad de los mismos (aspecto clave en un "wearable"), lo que se traduce en productos mejores capaces de mostrar incluso más información que la que han mostrado hasta ahora.

Pantallas Flexibles

Es cierto que los "wearables" también montan chips en su interior (los cuales no son flexibles por el momento) pero, tal y como hemos estado viendo este último año, esos componentes se pueden aislar en una parte de la pulsera (véase Fitbit Flex o Jawbone Up), dejando el resto del dispositivo flexible. Una situación muy diferente a la de los smartphones, en la que no se pueden aislar tan fácilmente los componentes del mismo en una sola parte (con la intención de que el resto del dispositivo sea flexible).

El otro gran mercado donde las pantallas flexibles están intentando hacerse un hueco es, obviamente, en el de las televisiones, algo que llevamos viendo desde el pasado CES 2013 y que se ha repetido, incluso de forma más intensiva, a lo largo del recién finalizado CES 2014. Sin embargo, y aunque los fabricantes se empeñen en ello, es en este nicho de mercado en el que menos sentido tienen, por el momento, las pantallas flexibles o curvas. Y es que, si nos fijamos detenidamente, a un usuario estándar, pocas ventajas le aporta esta flexibilidad o curvatura de la pantalla.

smart tv lg

No obstante, eso no significa que este tipo de pantallas no tengan su target. Por ejemplo, son idóneas para sitios públicos como bares, recintos, cines... lugares donde las pantallas son mucho más grandes y, gracias a esa curvatura, se puede crear una experiencia más "envolvente". Sin embargo, en un hogar, donde los paneles no suelen superar las 50" de diagonal y la distancia entre el panel y el individuo es considerable, el uso de un panel curvo no logra crear esa experiencia envolvente (la cual es su principal virtud), careciendo completamente de sentido su curvatura.

Es evidente que las pantallas flexibles son el futuro de la tecnología, aunque no por ello deben de incorporarse en todos los productos que se nos ocurran. En algunos, como los "wearables", encajan a la perfección; mientras que en otros como los smartphones, las tablets y las TVs, o bien no acaban de aportar utilidad o, simplemente, carecen de sentido. No obstante, la era de las pantallas flexibles acaba de comenzar, por lo que, al igual que años atrás aparecieron otras tecnologías importantes, es muy probable que la situación cambie en pocos años y, acompañadas de otros avances, las pantallas flexibles comiencen a tener mucho más sentido y utilidad de la que actualmente encontramos.

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