Una característica particular de Apple es el esfuerzo que ponen en tratar de cumplir un mínimo de los estándares ecológicos de producción. De hecho, ese mínimo suele ser más alto que el de muchas otras compañías de su sector. La llegada de su nuevo Mac Pro ha sido observada con lupa por el Green Electronics Council recibiendo una valoración de oro por parte de la EPEAT. Esto quiere decir que el Mac Pro cumple gratamente con los parámetros ecológicos tanto en su proceso de fabricación como en su vida media de la EPEAT, la principal herramienta de valoración medio ambiental en procesos industriales con las que cuenta E.E.U.U. Aunque eso no quiere decir que no exista contaminación por parte de la compañía, los esfuerzos son muchos para mejorar las relaciones entre Apple y el medio ambiente.
Greenpeace y iFixit acusaron a Apple de producir el portátil menos reciclable de la década
El nuevo Mac Pro, un dispositivo con una potencia enorme, es capaz de consumir un 68% menos de energía que su antecesor mientras se encuentra en espera de realizar algún proceso. Otros puntos fuertes son su envoltura, que consume un 74% menos de aluminio y acero, ocupa un 82% menos del volumen de su predecesor, permitiendo un transporte más sencillo y cumple, además, con todos los requerimientos del programa ENERGY STAR 6.0, también una medida de medida del nivel ecológico de un producto en Estados Unidos. Vamos a echarle un vistazo detenido al informe.
Apple y los gases de efecto invernadero
Gran parte de estos datos se reflejan directamente en la huella de carbono del Mac Pro. Una de las principales tareas por las que se lucha es la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono. La huella de carbono no es otra cosa que la suma de un producto en cuanto a su emisión de CO2, y es la medida que se emplea como indicadora general de contaminación. Esta se calcula en base a toda su vida: desde la producción hasta su reciclaje o desechado pasando por su transporte y utilización. En este sentido parece que Apple y el medio ambiente están en un mismo grupo de intereses.
Según su informe, Apple busca minimizar la emisión de gases de efecto invernadero asentando estrictos objetivos de producción y diseño que van en busca de la mayor eficiencia energética. Y como vemos arriba parece que algunos de los objetivos se cumplen. El último reporte disponible, de 2010 (Modelo MD771), databa la huella de carbono del Mac Pro con una emisión de 1790 KG/año. El nuevo modelo cuenta tan solo con 940 Kg/año, una reducción del 47% de las emisiones. Además, como veremos, el foco principal es, ahora, la producción y no el uso que le podemos dar los usuarios al producto.
Apple y el medio ambiente: Eficiencia energética
Aquí viene el verdadero punto fuerte del nuevo Mac Pro. Como comentábamos, el nuevo Mac Pro es capaz de consumir hasta un 68% menos de energía mientras no está trabajando en un proceso a pleno rendimiento. Su diseño del núcleo térmico, mucho más eficiente, ha conseguido reducir la huella de carbono, es decir, el uso energético del dispositivo, en gran medida, pasando de ser el 59% al 33% del foco de emisión de carbono.
El aumento de la eficiencia energética, ahora, es del 90%, según las estimaciones realizadas y para cualquier sistema eléctrico (de 100V, 115V o 230V) habiendo aumentado un 5% el de su predecesor debido, como hemos comentado ya a su diseño, otra de las razones por las podemos ver la preocupación que existe entre Apple y el medio ambiente. Todos estos puntos cumplen con los requerimientos del programa ENERGY STAR 6.0, una iniciativa de la agencia medioambiental Americana que premia las buenas prácticas y el respeto ecológico, aunque existen varias voces en contra de su objetividad.
Transporte y producción
Por último, el nuevo Mac Pro, según el informe, cuenta con una mayor eficiencia en cuanto a los materiales usados. En primer lugar hablamos de un 74% menos de aluminio y acero, dos fuentes importantes de emisión de gases de efecto invernadero. Esto se debe principalmente a la reducción de tamaño, muy drástica, lo que que influye también en la capacidad de transporte. La relación entre Apple y el medio ambiente se ha visto también mejorada en este sentido ya que pudiendo transportar mayor cantidad de producto en menos espacio aumenta la eficiencia y se reduce la huella de carbono.
Por otro lado, el nuevo Mac Pro cumple con varias de las características anteriores como es que no contiene PVC, compuestos organo-bromados (BFRs en concreto) y posee una carcasa de aluminio reciclable. Además añade algunos puntos energéticos más y un núcleo formado principalmente por aluminio y cobre, siendo especialmente este último, fáciles de reciclar dependiendo de como estén dispuestos. En general podemos decir que Apple ha hecho un buen trabajo con el nuevo Mac Pro.
Aunque su huella de carbono sigue siendo importante, la relación entre Apple y el medio ambiente sigue mejorando día a día. Hace un tiempo Greenpeace, junto a iFixit.org acusaron, probablemente con razón, a Apple de haber construido el ordenador portátil más difícil de reparara y/o reciclar, el MacBook Air con pantalla de retina. Con el Mac Pro parece, sin embargo, que se han esmerado en enmendar muchos de los errores. La lucha entre la comodidad, el diseño y el medio ambiente seguirá siendo ardua. Todavía queda un largo camino que recorrer.