Si bien Edward Snowden ha pasado a un discreto segundo plano tras conseguir asilo en Rusia, sus revelaciones y filtraciones siguen dando mucho que hablar sobre la NSA y sus programas de espionaje. Los documentos que recopiló Snowden, y que terminó entregando a la prensa, nos siguen dibujando las operaciones de espionaje y recopilación de datos de la NSA; unas operaciones que siempre hemos asociado a servicios de Internet pero que, según publicaba hoy el semanario alemán Der Spiegel, también se extendió a las transacciones bancarias y los movimientos de tarjetas de crédito de usuarios de todo el mundo.

¿Espiar transacciones económicas? ¿Qué sentido tiene recopilar este tipo de información? Según publicó en el día de hoy Der Spiegel, la NSA estuvo recopilando datos relativos a transacciones bancarias y pagos internacionales, incluyendo los movimientos de tarjetas de crédito que implicasen un intercambio de dinero a nivel internacional.

Según los documentos a los que tuvo acceso este semanario alemán, este programa de la NSA tuvo lugar en el año 2011, recibió el nombre de "Follow the Money" (FTM) y registró alrededor de 180 millones de transacciones (donde el 84% estaba asociado a pagos con tarjetas de crédito). Las compañías financieras que ofrecen servicios de tarjetas de crédito (VISA, Mastercard, etc.) serían un objetivo para la NSA y la Agencia habría conseguido interceptar sus transacciones y extraer información de los sistemas de pago de estas compañías (lo que no se sabe es si el acceso fue consentido o si la NSA lo hizo con sus propios medios).

Teniendo en cuenta que el objetivo de la NSA son las actividades que tienen lugar fuera del territorio estadounidense, el programa FTM se habría centrado en las transacciones monetarias que se desarrollaron en Europa, Oriente Medio y África. Según los datos que aparecen en una presentación a la que ha tenido acceso Spiegel, la NSA accedió a los datos de VISA durante el año 2010 y se enfocó en registrar las transacciones que tenían lugar en estas zonas geográficas.

Además del programa Follow The Money, la NSA habría llevado a cabo otro programa denominado Tracfin con el que estuvo recopilando datos bancarios a nivel mundial y, según parece, podría haber interceptado la red de la Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication (SWIFT) que, precisamente, gestiona y mantiene una red de comunicaciones que se utiliza para la interconexión de entidades bancarias y facilitar las transacciones.

Por tanto, a la vista de esta información, los tentáculos de la NSA irían más allá del control de Internet puesto que también habría estado "a la caza de datos" procedentes de transacciones económicas y uso de tarjetas de crédito en Europa, Oriente Medio y África.

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