Hace unas semanas te hablábamos de cómo un ingeniero de seguridad de Twitter y el director de inteligencia de seguridad de la firma IOActive consiguieron tomar el control de un vehículo pudiendo acelerar y frenar a su voluntad mientras disfrutaban de una conversación en la parte trasera del coche. Recordarás que tuvieron que dedicarle varias horas y numerosas modificaciones para poder hacerlo aunque demostraron que la unión entre hackers y coches puede dar más de un quebradero de cabeza a algún fabricante.

Pero en esa demostración una cosa quedó bien clara: hacerse con el control físicamente es algo que el propietario del coche notaría por lo que hay que buscar otras maneras de entrar en el vehículo: empleando las conexiones inalámbricas.

Muchos vehículos, algunos los hemos probado como el Audi Q5 Hybrid, tienen la posibilidad de crear una red wifi para que todos los pasajeros tengan conexión a internet y el sistema multimedia se nutra de la actualidad que permite estar on-line. Y es en este punto donde podrían entrar los hackers y tomar el control del coche.

El profesor Stefan Savage, de la Universidad de California, San Diego, realizó a The Independent unas declaraciones que a algunos no le harán mucha gracia:

Los ataques inalámbricos hacia los coches son posibles y lo se porque mi equipo de investigación y yo hemos hecho justamente eso mismo.

Hemos demostrado que podemos tomar el control de un vehículo de manera inalámbrica usando el Bluetooth y las redes de datos móviles gracias a los errores descubiertos en los sistemas multimedia y en las herramientas de diagnóstico.

Con todo esto hemos podido tener un control arbitrario de las ECUs y entre otras cosas hemos modificado la capacidad de frenado para actuar de manera remota o los hemos podido desactivar por completo.

Savage añadió que este tipo de trabajo no lo puede hacer cualquier hacker, solamente los que tengan más recursos para poder tener un coche de pruebas y las herramientas necesarias podría dar con la clave. Además, Savage es consciente de los esfuerzos que plantean los fabricantes de vehículos ante estos problemas separando los sistemas críticos de los enfocados al disfrute para que, en caso de que una persona pueda acceder no pase de poder cambiar la canción a su antojo.

El futuro de la seguridad vial del futuro depende de que los fabricantes sean tan meticulosos con la tecnología como lo son con la técnica a la hora de crearlos. Sino, podría darse el caso de que un virus o malware afectase a un gran número de vehículos haciendo que se estrellen o que se paren a la vez creando el caos.

Muchos fabricantes están realizando grandes esfuerzos por ofrecernos servicios nunca pensados en un coche, pero también están haciendo dolorosos esfuerzos económicos para que la seguridad no se pueda ver comprometida en ningún momento. Simplemente porque si un sólo vehículo puede ser susceptible de un hackeo tan serio como la posibilidad de perder la gobernabilidad del coche, ese fabricante será condenado por los medios de comunicación y ajusticiado por los usuarios. Es por esto que el matrimonio entre hackers y coches dará muchos temas de conversación y dentro de poco será muy recurrente en los informativos de muchos países.

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