Nokia presentó ayer el Lumia 1020, su nuevo teléfono con cámara de 41 megapíxeles. Muchas de las características del Lumia 1020, así como sus fotografías promocionales, ya se habían filtrado, pero todavía debían ser confirmadas por la compañía. Estas filtraciones, por cierto, también pueden ser una buena noticia para la empresa, ya que parecen indicar interés por parte de los usuarios. En cuanto al teléfono, a la citada cámara une unas especificaciones que, sobre el papel, parecen suficientes para competir con los pesos pesados del mercado. Pero lo mejor es que la firma finlandesa ha lanzado por primera vez en mucho tiempo un producto que ha sorprendido.
Esto no quiere decir que los anteriores Lumia fuesen malos. De hecho, tanto el Lumia 520 como el Lumia 720 son teléfonos espectaculares en relación calidad-precio, pero se trata de dispositivos de gama baja o, como mucho, media. Su nuevo hermano mayor sería más bien el sucesor de los modelos 920 y 925. El segundo corregía los errores del 920 e incluía materiales nobles en su cuerpo, pero llegó demasiado tarde. De todos modos, se podría considerar el precursor de esta tendencia.
La más sorprendente de las características del Lumia 1020, como decimos, es su sensor de 41 megapíxeles. Esto, unido a la tecnología Pure View y a la óptica Carl Zeiss, debería permitir hacer fotografías espectaculares. No obstante, una cosa son las especificaciones y otra el comportamiento real. Nokia es famosa por las cámaras de sus terminales y durante la presentación del dispositivo se pudo ver en funcionamiento, así que, en principio, tiene buena pinta.
El resto de especificaciones del teléfono son más o menos lo que cabría esperar de un equipo de gama media o alta, sin muchas sorpresas ni novedades:
- Procesador de doble núcleo Snapdragon S4 a 1,5 GHz
- 32GB o 64 GB de memoria interna
- 2GB de RAM
- Pantalla de 4.5 pulgadas AMOLED WXGA con Gorilla Glass 3 y ClearBlack
- 130.4 x 71.4 x 10.4 milímetros
- 158 gramos
- Batería de 2000mAh
A primera vista, destaca (para mal) el procesador, que no sorprende en absoluto. Habrá que ver cómo responde, ya que el Lumia 1020 tiene papeles para ser uno de los mejores teléfonos Windows Phone, si no el mejor. Sin embargo, una mala experiencia de usuario acabaría con sus opciones. A su favor tiene que este sistema operativo es bastante fluido en equipos con procesadores similares o peores.
También hay que destacar, en este caso como algo positivo, que es más delgado que el Lumia 920 (aunque también es más ancho) y, sobre todo, que es más ligero. Entre el Lumia 925 y este Lumia 1020 han hecho que el que era el buque insignia se quede obsoleto en menos de un año, pero a cambio hay dos buenos teléfonos donde elegir. Uno de ellos, el recién presentado, superior al otro.
Ahora hay que ver cómo responde el mercado. A primera vista, parece uno de los mejores Windows Phone (aunque no es muy complicado) y mucho mejor que la mayoría de terminales Android de gama media y muchos de gama alta (esto tiene más mérito). A su favor, un diseño original y con personalidad; no es el trozo de plástico negro sin alma que encontramos en un gran porcentaje de teléfonos con el sistema operativo de Google. Desde los tiempos del Nokia 5800 Xpress, la compañía no había tenido un candidato tan serio a seducir al público. Y en este caso será con un buen equipo.
Además, la experiencia en equipos de gama baja y media es mucho mejor en esta plataforma que en Android, por mucho que lidere el mercado (en gama alta ya es otra historia). El problema es que Windows Phone todavía tiene mucho camino por recorrer y las características del Lumia 1020, cámara incluida, se quedan en segundo plano ante una tienda de aplicaciones comparativamente desierta. Pero Nokia ha conseguido por primera vez en mucho tiempo crear expectación. La gente, al menos en el sector, quiere ver y probar el Lumia 1020. Esto no será suficiente para hacer que los finlandeses recuperen su posición dominante de hace unos años, pero sí sería un primer paso para hacerlo. Otra cosa es que lo consigan.