Teléfonos y tabletas cada vez son más usados para el juego móvil por dos motivos: su ubicuidad (es más común tenerlos encima que una consola portátil) y, sobre todo, su creciente catálogo de juegos, tanto en Android como en iOS. Sin embargo, el control en muchos de estos títulos deja bastante que desear y no consigue acercarse a la experiencia ofrecida por dispositivos como PS Vita o Nitendo 3DS. Esto podría cambiar pronto, como podrás ver en este análisis de Moga Pro.Moga Pro es el sucesor de Moga, uno de los primeros mandos para dispositivos Android que llegó al mercado. Su predecesor sorprendió por lo práctico que resultaba y por tener un precio bastante ajustado (49,99 dólares, el mismo que tiene ahora la nueva versión). Sin embargo, quedaba la duda de si realmente merecía la pena hacer este desembolso por un dispositivo con un uso en apariencia tan marginal. Como veremos en este análisis de Moga Pro, sí; sin duda, merece la pena.

Eso sí, esto no quiere decir que el controlador sea perfecto y, desde luego, está dirigido a un sector bastante específico del mercado. Por lo tanto, no es para todo el mundo. Pero no decepcionará a aquellos a quienes va dirigido, pues cumple a la perfección con aquello que promete: una experiencia de juego similar a la de una consola portátil.

Es más, en contextos algo específicos, Moga Pro puede compararse con una consola de sobremesa o, al menos, con una Ouya. Para ello es necesario de disponer de una tableta con salida HDMI y un televisor al que conectarla, pero, en cualquier caso, tampoco son unos requisitos prohibitivos y no supone ningún coste adicional. Volveremos más tarde sobre ello.

Por lo demás, el controlador responder a la perfección, tiene una duración de batería muy buena y se nota que el diseño y la colocación de los botones están muy cuidados. Cualquier jugador de Xbox se acostumbrará en seguida, pues el mando es sigue las líneas del de la máquina de Microsoft. De todos modos, tampoco es necesario ser usuario de esta consola para tener una experiencia completa.

Diseño

A primera vista, Moga Pro parece uno de los muchos mandos que fabrican terceros para Xbox 360. Cuenta con dos sticks y un pad direccional (dispuestos como en esta consola), seis botones de acción (dos de ellos en la parte superior) y dos gatillos. Además, claro, de los dedicados a las funciones ajenas al juego: Start, Select y emparejamiento por Bluetooth. Curiosamente, los cuatro botones de la parte frontal siguen la nomenclatura de Microsoft (es decir, Y, X, A y B), mientras que los superiores son iguales que los del Dual Shock de Sony (L1, L2, R1 y R2).

El cuerpo del mando es de plástico y goma para mejorar el agarre. La primera vez que se sostiene sorprende lo liviano que es, pero esto es una ventaja, pues a la hora de jugar hay que sumar el peso del teléfono. Éste se sostiene mediante una pieza que se oculta en la parte central del controlador y que puede sujetar dispositivos con pantallas de hasta unas 5,5 pulgadas.

En un principio la sujeción puede parece endeble, pero en todas las pruebas que efectué para realizar este análisis de Moga Pro no tuve ningún problema en este sentido. Sí es cierto que el proceso de colocar el teléfono no es muy cómodo (especialmente si hay que tratar de evitar los botones de volumen del smartphone), pero tampoco se puede decir que sea complicado y con práctica se realiza en unos instantes.

Análisis de Moga Pro, el controlador Android

En general, si bien no es el dispositivo más bonito del mercado, tiene un diseño elegante y bastante sobrio. En el mercado de los periféricos es común encontrar auténticas aberraciones con motivos tan horteras como llamativos, con colores fosforitos e iluminaciones innecesarias. Moga Pro no cae en este error y únicamente incluye el logotipo de su fabricante en un tamaño y tono bastante discretos.

Respuesta y uso

La respuesta, tanto a nivel de hardware como de software, es sencillamente excelente. Los botones tienen la rigidez suficiente como para que no sea molesto pulsarlos, pero sin que haya ningún tipo de duda sobre si se han presionado o no.

Análisis de Moga Pro: detalleAdemás, todo el proceso de vinculación es sencillo y bastante intuitivo (aunque se echa en falta que la propia aplicación permita acceder a los ajustes para activar el Bluetooth). Hay dos modos de configuración, A y B, destinados respectivamente a los juegos compatibles y a los semicompatibles. La propia aplicación sirve tanto de catálogo como de lanzadera desde la que iniciar los juegos.

Los juegos compatibles son todos aquellos que están disponibles en el cada vez más amplio catálogo de Moga (algunos únicamente se pueden usar con Moga Pro y no con su predecesor), mientras que los semicompatibles son aquellos que se pueden configurar de forma manual. Como es lógico, en los primeros la experiencia es más completa y, en general, mejor. Los controles están bien implementados, por lo que la respuesta es más buena. No obstante, no siempre está todo cuidado y hay ocasiones en las que, por ejemplo, se nos pedirá que deslicemos un dedo por la pantalla o será imposible usar el stick izquierdo para mover al personaje y habrá que recurrir al pad direccional.

Pero todo esto son errores menores y puntuales que no deberían afectar a la hora de analizar la respuesta del controlador. Ésta, como hemos dicho, es sorprendente. En ningún momento parece que estemos usando dos dispositivos diferentes y vinculados, sino un único equipo.

Móvil, tableta o televisor

Moga Pro permite jugar con tres pantallas diferentes: móvil, tableta o un televisor conectado a una tableta con salida HDMI. En el primer caso el dispositivo se engancha directamente al controlador, como hemos visto, y lo convierte prácticamente en una consola portátil.

Cuando se utiliza el mando con una tableta se puede usar un pequeño soporte -que viene incluido con el periférico- para apoyar el dispositivo. Resulta bastante útil, pero el escaso tamaño de este tipo de pantallas no es lo más adecuado para este tipo de juego. El soporte requiere, lógicamente, una base y en según qué tabletas (entre las 7 y las 9 pulgadas, básicamente), estar en una mesa es demasiada distancia.

Análisis de Moga Pro, el controlador Android

A cambio, se obtienen procesadores generalmente más potentes y pantallas de mayor tamaño. Si se encuentra la posición adecuada, la experiencia será superior a la del juego con un teléfono, aunque sea a costa de perder movilidad. Sin embargo, al no haber un límite de dispositivos a los que se puede vincular un Moga Pro, esto debería considerarse más una ventaja para aquellos que dispongan de más de un terminal Android, pues multiplica las posibilidades y las formas de juego.

En este sentido, la tercera opción parece la más exagerada. Realmente hay pocos juegos móviles que vayan a poder sacar todo el partido de un televisor HD y si el juego requiere que el usuario interactúe con la pantalla será un auténtico engorro. Dicho esto, es una posibilidad más que exigiríamos si no estuviese incluida.

Catálogo

El catálogo es a la vez uno de los puntos fuertes y débiles de este periférico. Es fuerte, porque en su lanzamiento apenas contaba con 15 juegos disponibles y hoy hay más de 60; pero también es débil porque 60 es una cifra irrisoria si se compara con cualquier consola.

Que haya 60 juegos disponibles no implica que haya 60 obras maestrasAdemás, hay que tener en cuenta que el hecho de que haya 60 juegos disponibles no implica que haya 60 obras maestras. Más bien, al contrario. Hay algunos títulos imprescindibles, como Grand Theft Auto: Vice City o N.O.V.A. 3 (que, por cierto, se puede descargar de forma gratuita al adquirir el mando), pero también hay otros bastante mediocres.

Lo bueno es que si un juego comprado pasa a ser compatible, el usuario no tendrá que volver a pagar por él, así que eso no debería ser una preocupación. Por su parte, el crecimiento del catálogo es lento, pero constante, así que siempre habrá nuevos juegos a los que jugar.

Conclusión

Sobre el papel, Moga Pro convierte cualquier teléfono Android en una consola portátil. En realidad, depende del dispositivo (no es lo mismo usar un HTC One que un smartphone de gama baja), pero si dispones de un buen terminal y te gusta el juego móvil, no deberías dudarlo.

El precio, 49,99 dólares, no es especialmente elevado (es lo que cuesta un mando de una consola de sobremesa) e incluye la descarga gratuita de dos juegos. Después, transforma por completo el teléfono. Eso sí, la duración de la batería es, en la mayoría de los casos, muy superior a la del teléfono, así que hay que andarse con cuidado.

El principal problema es la escasez del catálogo. Poco a poco van llegando nuevos títulos, pero que nadie piense que nada más sacar Moga Pro de su caja tendrá miles de juegos de calidad a su disposición.

Pros

  • Respuesta perfecta Diseño sobrio La batería nunca será un problema

Contras

  • Sólo disponible para Android El catálogo es escaso

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