Bajo la tecnología denominada como Epidermal electronics, varios científicos de la Universidad de Illinois han desarrollado sensores electrónicos impresos en la piel que podrían ayudar a los servicios médicos a realizar un seguimiento de los pacientes tras una intervención quirúrgica.
Aprovechando los últimos avances en la electrónica flexible, los investigadores han ideado una manera de "imprimir" los dispositivos directamente sobre la piel. La idea es que estos sistemas puedan utilizarse para realizar un seguimiento del estado de cicatrización de la piel tras una operación.
Un desarrollo que tiene a la llamada epidermal electronics como actor principal. Investigaciones anteriores ya habían demostrado sus posibilidades en laboratorio, dispositivos que consisten en electrodos ultrafinos, sensores electrónicos inalámbricos que funcionan como sistemas de comunicación. En teoría, estos se podrían unir a la piel y registrar y trasmitir mediciones electrofisiológicas para usos médicos. Unos primeros diseños que tenían un problema, su fijación en la piel se perdía con el contacto en el agua. Según John Rogers, investigador principal del nuevo desarrollo:
Lo que hemos descubierto es una nueva manera de imprimir la electrónica directamente en la piel, haciendo que el dispositivo sea más duradero y resistente. Hemos encontrado que no se necesita el respaldo de un elastómero, podemos utilizar un sello de goma para ofrecer un material ultrafino que se adhiere a la superficie de la piel.
Rogers explica que el resultado es un dispositivo más conforme a la clase de rugosidad que está presente de manera natural en la superficie de la piel. Una tecnología que puede ser usada durante dos semanas, las anteriores al proceso de exfoliación natural de la piel.
Durante este tiempo, el dispositivo puede medir la temperatura, la tensión o el estado de hidratación de la piel, un seguimiento extremadamente útil que podrá servir como aplicación específica para controlar la cicatrización de heridas tras una operación cuando un paciente abandona un hospital, de esta forma se podría transmitir la información de forma inalámbrica a los centros de salud.
Los próximos meses del laboratorio están enfocados en el desarrollo y perfeccionamiento de las fuentes de energía inalámbricas y sistemas de comunicación de estos sensores electrónicos impresos. Si el avance continúa según lo planeado, el científico espera que en un año y medio existan sistemas lo suficientemente sofisticados como para implementarse en los centros.