¿Cómo son las fotos de la NASA? “Hay ciertamente una estética NASA”, confiesa Michelle Murphy, una de las fotógrafas oficiales de la entidad, “les gusta el azul NASA –es como un azul LED- y mucha profundidad de campo. Los investigadores quieren poder ver todos los aspectos de su proyecto, y hacer zoom en cualquiera de las imágenes para poder ver cómo esa pieza del equipo fue diseñada. Quiero hacer fotografía artística en la NASA, así que espero además poder contribuir a su estética incluyendo además mi propia perspectiva”.

La historia de Murphy en la NASA comienza hace alrededor de nueve años, cuando comienza a trabajar en el Instituto de Investigación Glenn en la ciudad de Cleveland, Ohio. Como estudiante en el Instituto de Arte de Cleveland, la fotógrafa se interesó por el programa espacial, y el relativo halo de misterio que lo envuelve. Además, tenía ganas de celebrar a las mujeres de la industria, algo muchas veces ignorado. Como parte de su trabajo de tesis, fue al campamento espacial para adultos, y conoció el laboratorio de fotografía del instituto Glenn. Un día antes de presentar su tesis universitaria, tuvo su primera entrevista en Glenn. El resto es historia.

El trabajo de Murphy es variado. Fotografía eventos corporativos, imágenes para visas y pasaportes, imágenes empresariales, investigaciones de hardware, instalaciones y edificios, y los empleados de la NASA. “Estas personas están haciendo páginas y páginas de reportes relacionados con aerodinámica y exploración espacial, mi trabajo es resumir su trabajo en una única imagen”, confiesa la fotógrafa, y ciertamente no es trabajo fácil. Su tipo de asignación favorito es el seguimiento personal de un científico y su proyecto, junto a las instalaciones donde se está llevando a cabo un experimento.

Si bien cuando hablamos de fotografía de la NASA nos imaginamos cuerpos celestes como nunca antes los vimos, las imágenes de Murphy son más terráqueas. Es un trabajo donde se pone énfasis en la iluminación, tomando fotografías muchas veces en laboratorios repletos de equipos electrónicos y cables que no pueden desenchufarse por nada del mundo. Murphy tiene que usar iluminación alternativa para enfatizar ciertos aspectos de un hardware, por ejemplo, y hacer que otros queden en un plano secundario. “Fotografío muchos objetos metálicos en lugares metálicos, lo que es muy complicado en términos de iluminación, pero el desafío hace que sea divertido”, afirma.

Murphy usa una Nikon D3x con lentes Nikkor 24–70mm f/2.8G y 17–35mm f/2.8G, y dos flashes SB-900. Ocasionalmente, también emplea un macro 60mm f/2.8D AF y 70–200mm f/2.8G, junto con otros accesorios que dependen de la ocasión.

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