Uno de los síntomas de las actuales condiciones de crisis económica y financiera es la falta de inversiones dentro de las políticas públicas y, claro está, la ralentización de las inversiones privadas. Esta fórmula de ajuste es algo que se nota, por ejemplo, en el despliegue de infraestructuras de comunicación y en la lentitud con la que los operadores actualizan la tecnología de sus redes o invierten en despliegue para llevar conexiones más rápidas a todos los núcleos de población de un país. Normalmente, con la idea de que este tipo de despliegues no se frene y el acceso a Internet de banda ancha se convierta en un servicio universal, las autoridades suelen recoger medidas que incentiven la inversión privada y, en el caso de Europa, la Agenda Digital Europea (cuya responsable es Neelie Kroes) es el plan director que hace de palanca del sector tecnológico europeo. La banda ancha puede ser un motor económico (y Google Fiber es un buen ejemplo) y, con esa idea, la Agenda Digital Europea se ha marcado como hito que para el año 2020, como mínimo, cualquier ciudadano de la UE tenga a su disposición una conexión de 30 megas.

¿30 Mbps para el año 2020? Quizás, a primera vista, nos pueda parecer una tasa de velocidad pequeña si la comparamos con algunas ofertas comerciales (Adamo en España ofrecía 300 Mbps pero, dejando a un lado los núcleos urbanos, existen muchas zonas del territorio, por ejemplo en España, donde con mucha suerte se consigue contratar una conexión ADSL de 1 Mbps de velocidad de bajada o, directamente, se ha depender de conexiones 3G si es que hay buena cobertura de servicio (que no siempre es posible).

Entre que las zonas rurales no suelen ser objetivo prioritario de los operadores, que estos tienden a maximizar la amortización de sus inversiones y que muchos han ralentizado sus despliegues, nos encontramos con grandes desigualdades en el acceso a servicios y, por tanto, escenarios en los que tienen que intervenir las autoridades para fomentar el desarrollo y la inversión.

Objetivos

En este caso, Neelie Kroes, Vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de la Agenda Digital para Europa, se ha marcado como objetivo cubrir todo el territorio de la Unión y garantizar una especie de servicio universal básico de 30 Mbps, es decir, que como mínimo esa tendrá que ser la oferta que tengamos a nuestro alcance en cualquier lugar del territorio. Teniendo en cuenta que nos encontramos ante un objetivo global, los operadores y gobiernos de los países miembros se encuentran ante un reto importante para vertebrar su territorio con infraestructuras que permitan ofrecer banda ancha a todos los ciudadanos.

¿Y qué escenario dibuja Europa? Una mejor coordinación entre operadores y entre operadores y Administraciones Públicas, por ejemplo, a la hora de plantear una obra civil o compartir emplazamientos o infraestructuras, preparar los edificios de nueva construcción para el acceso a redes de alta velocidad (algo que en España tenemos recogido en nuestra legislación desde 2011) y, sobre todo, pasar a la acción frente a hacer planes y más planes sobre el papel.

Imagen: Andrew Ashton en Flickr.

De la misma manera que en Kansas City se ha observado un singular crecimiento de start-ups que empiezan a brotar alrededor del sevicio FTTH de Google (y eso que aún no se oferta a empresas), la UE estima que un aumento del 10% en la banda ancha de un país se puede materializar en un aumento del PIB del 1,5% y, como prueba de ello, ponen el ejemplo de Estados Unidos, China o Corea del Sur como referentes en esta materia.

Medidas de la Agenda Digital

¿Y cómo se materializan todas estas ideas? ¿Cómo pretende la Comisión conseguir esos 30 megas de la Agenda Digital Europea? En cuanto al despliegue de Banda Ancha, la Agenda Digital Europea para 2020 se plantea 4 ejes de actuación que estimularían el despliegue, ahorrarían dinero a los operadores y, con este ahorro, bajar el precio de la cuota de acceso a los usuarios (alrededor de un 30%), un esquema más que interesante que se apoyaría sobre lo siguiente:

Eliminar la duplicidad de esfuerzos fomentando el "despliegue eficiente" y la cooperación entre operadores, es decir, compartir infraestructuras y emplazamientos para cubrir más sin tener que aumentar la inversión. Una medida que suena bien sobre el papel pero que, en un mercado competitivo, suele ser complicado de aplicar y, para ello, la Comisión Europea espera preparar un marco regulatorio que tabule precios entre operadores para fomentar estas iniciativas y que todos los actores salgan ganando.

Potenciar la coordinación entre operadores a la hora de realizar despliegues para que, por ejemplo, aprovechen la misma zanja levantada en una calle para canalizar sus infraestructuras en vez de estar, constantemente, realizando trabajos unos sobre otros. Puede parecer una tontería pero compartiendo los costes de este tipo de obras se podría ahorrar bastante dinero.

La Comisión Europea se compromete a agilizar los trámites de licencias y permisos, incluso para el sector de las comunicaciones móviles. Proponen una especie de "ventanilla única" que agilice la presentación de solicitudes y, además, una simplificación del proceso administrativo para resolver en un máximo de 6 meses.

Preparar todos los edificios de nueva construcción para los servicios de banda ancha así como adaptar cualquier edificio en el que se realice una obra de remodelación.

La idea es que estas 4 líneas maestras se materialicen en un paquete de medidas y en un marco regulatorio que tendrá que transponerse en cada país miembro de la UE para homogeneizar las actuaciones y que todos rememos en la misma dirección.

En cierta medida, todas estas actuaciones nos parecen lógicas y de sentido común, sin embargo, por lógicas que parezcan no es algo que se esté dando en todos los países. Dinamarca y Finlandia, por ejemplo, están cerca de este objetivo de los 30 Mbps pero en España, aún, andamos algo lejos de esta cota mínima.

¿Y cómo se transpondrá esto en España?

Países como Francia llevan tiempo trabajando en planes que tienen como objetivo cubrir al 70% de la población con acceso de 100 Mbps en FTTH para el año 2019 y, tal y como hemos comentado, Finlandia con su acceso universal de 100 Mbps está muy bien encaminada para cumplir con creces este objetivo de la Agenda Digital Europea. ¿Y qué pasa con los 30 megas de la Agenda Digital Europea en España? ¿Llegaremos a cumplir ese objetivo?

cobertura banda ancha 30 mbps españa - Los 30 megas de la Agenda Digital Europea
Ministerio de Industria, Turismo y Comercio

En el caso de España la aproximación es algo distinta y hace algo más de un mes que se aprobó en Consejo de Ministros la Agenda Digital para España para 2015 que, entre otras medidas, recogía el Plan de telecomunicaciones y redes ultrarrápidas que se pone como objetivo que, para el año 2015, el 50% de los españoles tenga acceso a conexiones FTTH de 100 Mbps fomentando la inversión eficiente de los operadores, es decir, que en cierta medida está en sintonía con la coordinación de esfuerzos para fomentar el despliegue y a facilitarles las cosas a los operadores pero, en cuanto a objetivos, solamente se centraba en la mitad de la población porque, como servicio mínimo, nuestros gobernantes parece que tienen grabado en sus mentes 1 Mbps como "una velocidad decente" y que, a día de hoy, es lo que tenemos regulado como "banda ancha universal" (lo mínimo que deberíamos tener a nuestro alcance).

cobertura banda ancha 100 mbps españa
Ministerio de Industria, Turismo y Comercio

Para hacernos una idea de la situación en la que nos encontramos, los datos de cobertura de banda ancha en España indican que el 53% de la población, actualmente, se encuentra en condiciones de contratar un acceso de 30 Mbps y, para velocidades de 100 Mbps, el servicio solamente está accesible al 47% de la población. Dicho de otra forma, España tiene 7 años para incentivar el despliegue y duplicar la disponibilidad de acceso a este tipo de servicios.

Viendo los mapas actuales de cobertura y la parálisis en el despliegue, la verdad, veo bastante complicado alcanzar la cota de 30 Mbps que ha fijado la Agenda Digital Europea, máxime cuando nuestro "servicio universal" está estancado en 1 Mbps, una velocidad que en pleno 2013 da bastante risa que esté reconocida como "básica" pero que, en el fondo, preocupa mucho que éste sea el concepto de "banda ancha" con el que se conforman nuestros políticos.

En 7 años, realmente, se puede construir mucho pero más allá de los buenos deseos de coordinación entre operadores o la relajación de la burocracia administrativa, si los operadores no tienen deseos de invertir en redes de nueva generación, este tipo de medidas terminarán cayendo en saco roto y, la verdad, nuestra economía a día de hoy a duras penas podría soportar un programa de incentivos al despliegue que estimule la inversión (porque, además, cada vez es menor la cantidad de fondos FEDER que nos llegan desde Europa).

¿LLegaremos a tener 30 Mbps en cualquier lugar del territorio en 2020? Ojalá que cumplamos este objetivo pero, a día de hoy, 1 Mbps le sigue pareciendo una "conexión decente" a nuestros gobernantes y hasta que no cambien esta percepción lo veo complicado.

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