No hay planes de que desaparezcan las réflex Olympus, según ha afirmado la compañia en una nota de prensa emitida ayer. La nota busca defenderse de los rumores aparecidos en algunos medios, en los que se decía que Olympus abandonaría definitivamente el desarrollo de cámaras réflex como una vía para recortar sus pérdidas. Aquellos clientes de la marca que conserven aún la esperanza en ver aparecer una sucesora de la Olympus E-5 tienen algo a lo que agarrarse.
El rumor surgía tras publicar Olympus que esperaban para el cierre del año fiscal japonés unas pérdidas en su división de fotografía de unos 127 millones de euros. Unas pérdidas que obligarían a una profunda reorganización de la división. Esto, unido a la entrada en el accionariado por parte de Sony, alimentaron los rumores de la desaparición de la gama de réflex Olympus, huérfana de nuevos modelos desde la presentación de la E-5 hace casi tres años.
No es la primera nota de prensa de la compañía nipona anunciando que las réflex Olympus no forman parte aún del pasado. En agosto del año pasado el propio Akira Watanabe, manager de Olympus Imaging, afirmaba que ofrecerían a sus clientes una cámara con un cuerpo y unas prestaciones adecuadas para los objetivos Top-Pro del sistema 4/3, citando al 90-250 f/2.8. Si bien es cierto que se cuidó de usar la palabra réflex, tampoco hemos visto un producto de otro tipo que cumpla el perfil insinuado.
El escándalo de fraude, que destapó el entonces CEO de la compañía Michael Woodford -quién acabaría contándolo en un libro- y acabó con varios directivos declarándose culpables golpeó durante estos años a Olympus. Tal vez esta situación de inestabilidad haya sido la causante de que este proyecto, de haber existido alguna vez, se viese pospuesto.
Mientras tanto vimos aparecer la Olympus OMD EM-5. Más allá de su estética retro, Olympus conseguía por fin un sensor digital (de origen Sony) que le daba un rendimiento a la altura de la competencia. En el mercado de las EVIL, que fueron los primeros en abrir, habían sido adelantados en este factor por los demás fabricantes que se fueron apuntando. Ahora estaban de nuevo en el grupo de cabeza.
Si cuando se presentó la E-5 muchos hablaron de "canto de cisne" del sistema 4/3, y pensaron que sería la última réflex Olympus, la realidad no les ha quitado la razón de momento. A los que aún esperan una sucesora, tampoco se las han quitado las sucesivas declaraciones oficiales.
Ingredientes hay para una nueva réflex Olympus, sin duda un copia y pega del cuerpo de la E5 y el sensor de la OMD EM-5 y unas pocas mejoras dejarían a los clientes satisfechos. Solo falta que la voluntad que se manifiesta en las declaraciones pase a los hechos.