En ALTFoto hemos tardado en analizar la nueva versión Adobe Lightroom 4, porque hemos querido hacer las suficientes pruebas como para asegurarnos de entender totalmente sus nuevos módulos y sobre todo su interesante módulo de revelado, que cambia la rutina de trabajo y si no tenemos cuidado, cambiará la estética de nuestras fotografías.
Adobe Lightroom fue la respuesta de Adobe a los programas de la competencia que querían desbancarle de su puesto dominante en el mundo de los programas de edición. Sus inicios fueron titubeantes, pero hoy poca gente se acuerda de Aperture, que por otra parte, es un excelente programa sólo para aquellos que tengan las máquinas de la manzana. Lr ha ganado la batalla y con su nueva versión ha escalado muchos puestos en cuanto a calidad final, que es lo que realmente importa.
Pero lo que más me preocupa es que el programa funciona tan bien, que podemos convertir nuestra fotografía en una víctima del procesado y no en el resultado de una búsqueda personal. El miedo que tengo es que hacer un hdr perfecto, sin mácula, con detalle en las sombras y en las luces, con una representación perfecta de las texturas, es ahora más sencillo que nunca, gracias a los nuevos y eficaces controles del módulo de revelado de la versión 4.
Pero antes de meternos en salsa, veamos los defectos de la antigua versión 3 y las precauciones que teníamos que seguir para conseguir un buen resultado, que siempre era posible.
Luz de relleno y Recuperación
Estos dos controladores alegraron la vida a muchos fotógrafos que vieron la posibilidad de solucionar sin problemas aparentes la subexposición y sobreexposición de sus fotografías. Se terminaron las capas de ajuste y el paso obligado por Photoshop para corregir una zona oscura o unas luces quemadas.
Pero pronto sonaron las alarmas. Tened cuidado, dijeron los especialistas del tema. El gran problema de estas dos opciones, que por fortuna han desaparecido, es que generan artefactos en las imágenes cuando se abusa de su uso. Además, si usamos Luz de relleno, tenemos que compensar con Contraste. Pero veamos con ejemplos a qué me refiero.
La siguiente foto es el contraluz de un árbol. La hice así con toda la intención. A lo mejor no acerté, pero así pensaba en ese momento. El histograma está perfecto. Puede que ahora me de cuenta de que es necesario iluminar las texturas del tronco. La única solución es acudir a Luz de relleno.
Menos mal que existe esta posibilidad, pensábamos muchos. Ahora nuestro trabajo se simplifica. Sin hacer ningún esfuerzo, podemos ver la corteza del árbol. Si lo único que hay que hacer es asumir que ahora hay que subir Contraste, bienvenido sea el reajuste.
Pero no es oro todo lo que reluce. Vamos a ver la fotografía de cerca. Y veréis el problema del que hemos hablado tantas veces, y por lo que no recomendamos su uso, aunque parezca tener la llave de nuestros problemas de exposición. Si utilizamos valores altos de Luz de relleno, se forman halos, o diría mejor, hilos alrededor del objeto que delatan un mal uso del editor de imágenes. Con Recuperación pasaría exactamente lo mismo en las zonas de alto contraste que intentemos salvar.
Por este motivo preferimos trabajar con otras herramientas, que si bien no son tan fáciles como estas, sí que consiguen resultados menos desafortunados. Y si te resistes a abandonarlas, con bajos valores pueden hasta pasar desapercibidas.
Claridad
Este comando aumenta el contraste en las zonas medias para dar acutancia al conjunto de la imagen, es decir, mayor sensación de nitidez. Todos los que nos encontramos con esta opción por primera vez acudimos a los valores más altos para mejorar la escena y tener la sensación de haberla atrapado con una Leica armada con un Summicron.
Volvemos a utilizar la misma fotografía, pero en esta ocasión, subimos el valor Claridad para conseguir el efecto deseado. Pero lo que nos encontramos es la presencia arrebatadora de los halos en el tronco y en las nubes. Como siempre y en muchas cosas, la moderación es muy recomendable. Personalmente nunca subo de +10.
Ahora veamos la misma fotografía revelada con el nuevo motor de Lightroom. De momento sólo veremos un fotograma con los valores asignados para conseguir una imagen bien revelada, sin problemas extraños. Podemos fijarnos en la nueva distribución del panel Básicos, que veremos en otro artículo más detenidamente. Lo mejor de todo es que han desaparecido los ajustes que hemos tratado aquí. Les han cambiado el nombre y han mejorado su función hasta unos límites insospechados.
Ahora será muy difícil equivocarse, pero será más complicado ver dónde tenemos que parar.