El terremoto que golpeó Japón el año pasado ha hecho que muchas compañías y universidades japonesas dediquen tiempo al desarrollo de nuevos sistemas de construcción que hagan más resistentes los edificios o, por ejemplo, desarrollar redes de telefonía móvil de respaldo que sean de fácil despliegue. Sin embargo, la línea que más ha atraído a las empresas es, sin duda alguna, el ámbito de las centrales nucleares tras la crisis de la central de Fukushima. Teléfonos móviles con contadores de radiación o exoesqueletos con protección anti-radiación son algunos ejemplos de proyectos que han surgido tras la crisis de esta central nuclear conocida en el mundo entero (y que se va a demantelar). La última empresa en incorporarse a esta senda ha sido Toshiba puesto que acaba de presentar un robot de 4 patas capaz de funcionar en condiciones de alta radiación y con el que se podría explorar una central en caso de emergencia, por ejemplo, para misiones de reconocimiento o búsqueda y rescate.

Con cierto parecido al AlphaDog de los Marines de Estados Unidos, este robot es capaz de moverse sobre una superficie repleta de escombros en entornos en los que sería complicado que se moviese un equipo de emergencia a pesar de que el entorno esté contaminado y presente altas concentraciones de radiación (que no interferiría en las comunicaciones inalámbricas para controlar el robot).

La idea es que este robot pueda utilizarse en tareas de exploración de zonas restringidas como, por ejemplo, la cámara de supresión de la central de Fukushima que, tras el accidente, se encuentra en una zona de difícil acceso por los escombros que la circundan y, con esa idea, el robot de Toshiba puede moverse y caminar sobre superficies irregulares (andar sobre escombros) o bajar escaleras mientras envía, a tiempo real, las imágenes que capta con sus cámaras.

A pesar de las intenciones, la presentación llevada a cabo por Toshiba no demostró todo el potencial que se presuponía por las especificaciones puesto que los movimientos son aún lentos y, durante un momento, una de las patas del robot se quedó congelada y necesitó un reinicio (según cuentan las crónicas). De hecho, a pesar de las intenciones y la "presentación en sociedad", parece que la adaptación a cambios en el terreno aún debe mejorarse puesto que requiere bastante tiempo en realizar los movimientos (algo que no es deseable en situaciones de emergencia).

De todas formas, la idea es bastante interesante y sigue la senda abierta por otros proyectos de investigación (incluso con cuadricópteros) que buscan el uso de robots en este tipo de situaciones para evitar que el personal de emergencia o los operarios se tengan que exponer más de lo necesario.

Imágenes: Phys.org

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