Aunque últimamente la misión de la NASA de la que más se habla es la misión Curiosity, la agencia espacial estadounidense, a pesar de las restricciones económicas, mantiene otros programas de exploración que siguen dando sus frutos. Uno de los programas que lleva tiempo generando espectaculares imágenes es el LRO, es decir, la sonda espacial Lunar Reconnaissance Orbiter que desde el año 2009 se mueve en una órbita alrededor de la Luna para fotografiar la superficie de nuestro satélite y caracterizar su superficie (localización de agua, realizar estudios cartográficos y geológicos, etc). Gracias a esta misión hemos podido rememorar la travesía del primer rover lunar que se usó en la misión Apolo 15 (viendo imágenes de los surcos que dejó sobre el terreno) o viajar en un paseo virtual alrededor la Luna y, hoy mismo, si disponemos de unas gafas 3D (o nos fabricamos unas) podremos disfrutar de una colección de imágenes en 3D de la superficie lunar.

La sonda LRO, entre sus 100 kilogramos de equipo, dispone de una cámara de alta resolución con la que se están obteniendo imágenes de la superficie lunar y que está a cargo de la Universidad de Arizona y la Universidad Estatal de Arizona. Gracias a estas fotografías, que tienen una resolución en la que cada píxel equivale a dos metros de terreno e, incluso, se han obtenido imágenes donde cada píxel equivale a 0,5 metros de terreno; el equipo decidió dar un punto de vista distinto y aprovechar toda esta información para ofrecer modelos 3D de nuestro satélite.

Realizando capturas esteroscópicas, el equipo está procesando las fotografías para ofrecer imágenes 3D que puedan verse usando unas gafas convencionales (las que llevan lentes azules y rojas) y que permitan al usuario apreciar la orografía del terreno. ¿Y cómo realizan estas fotos? El equipo de Arizona realiza dos capturas distintas para cada fotografía 3D y, para ello, de cada porción de terreno sacan un par de imágenes con la LROC (Lunar Reconnaissance Orbiter Camera), eso sí cada imagen se toma desde una órbita e inclinación distinta para, posteriormente, procesarlas y casar los datos para obtener la imagen 3D.

La iniciativa es muy interesante porque nos permite apreciar la orografía de la superficie lunar sin necesidad de recurrir a complejos modelos de simulación por ordenador, solamente tenemos que acceder a la web del proyecto y ponernos unas gafas que podemos hacernos nosotros mismos (abriendo así el apasionante mundo de la exploración espacial a todos los aficionados o los centros educativos).

Vale la pena echar un ojo a las imágenes que han compartido en la web de la NASA y que, poco a poco, irán completando con nuevas capturas.

Imágenes: NASA

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