Aunque últimamente no se hable mucho de Julian Assange y de WikiLeaks, la web de filtraciones más famosa de la historia sigue estando viva y, de hecho, cuenta con bastante material sobre la guerra civil que se está desarrollando en Siria. Las filtraciones de los famosos cables del Departamento de Estado de Estados Unidos puso a WikiLeaks en el punto de mira del gobierno estadounidense y la persecución a nivel global provocó que empresas como PayPal, Amazon, Visa y MasterCard boicoteasen el proyecto negándoles el hosting o la tramitación de sus pagos. La asfixia financiera a la que ha sido sometida al proyecto en este tiempo, y que sigue castigándolo, lo ha llevado a una situación extremadamente crítica: han paralizado la subida de nuevos documentos a la web y han abierto una campaña para recaudar fondos de manera solidaria.
El bloqueo financiero al que está siendo sometido el proyecto, y que llevó a denunciar a Visa y MasterCard ante la Comisión Europea, está haciendo caer su tesorería hasta un nivel alarmante que le ha obligado a parar su actividad. De una caja que ascendía a 800.000 euros en diciembre de 2010, a finales de junio las cuentas de la organización mostraban que el circulante había bajado hasta 100.000 euros y, lógicamente, sin ingresos este dinero se terminará agotando en unos meses.
Después de las publicaciones de WikiLeaks relativas a los crímenes de guerra cometidos por Estados Unidos en 2010, las instituciones financieras de Estados Unidos pusieron en marcha un bloqueo contra WikiLeaks fuera de cualquier tipo de proceso judicial o administrativo. El bloqueo ha reducido sustancialmente el crecimiento económico de WikiLeaks al haber reducido en un 95% el volumen de donaciones, provocando unas pérdidas de unos 20 millones de dólares
¿Y por qué han llegado a esta situación? Tal y como comentábamos al inicio, tanto Visa como MasterCard cerraron el acceso a WikiLeaks a sus servicios de pago y, por tanto, no pueden recibir donaciones a través de transacciones con tarjetas de crédito (que por cierto son los mayores operadores del mundo en este ámbito) y al haber sido bloqueada su cuenta en PayPal, las vías de financiación procedentes de donantes de todo el mundo se cerró drásticamente (reduciendo la financiación en un 95%). Con la idea de intentar activar la actividad económica, la organización ha publicado un comunicado en el que llama a la acción a todos aquéllos que quieran contribuir con el proyecto.
Intentando burlar este bloqueo financiero, la organización ha llegado a un acuerdo con una ONG francesa (Fondo para la Denfensa de la Neutralidad de la Red) para que sea ésta la titular de un sistema de pagos a través del sistema francés de crédito, Carte Bleue, para que sea esta organización la que recaude fondos para la organización, un hecho con el que Julian Assange espera dar la vuelta a esta partida:
Les vencimos en Islandia y, por Dios, les venceremos también en Francia. Pararemos esto. Les demostraremos al mundo una vez más su corrupta complacencia a los poderes de Washington. Estamos esperando. Nuestros abogados están esperando. El mundo entero está esperando. Vamos a hacerlo.