Lo que vemos en la imagen es un hito conseguido por un grupo de investigadores de la Universidad de Griffith. Habían conseguido fotografiar la sombra de un solo átomo por primera vez en la historia, un único átomo que sitúa el límite extremo de la microscopía.
¿Cuántos átomos se necesitan para emitir una sombra? Esta pregunta es la base en la que se sustentaba la investigación de los investigadores. Y es que según Dave Kielpinski, del Centro de la Universidad de Griffith para la Dinámica Cuántica:
Con lo que hemos logrado llegamos al límite extremo de la microscopía, no se puede observar nada más pequeño que un átomo utilizando la luz visible. Nuestra investigación se basaba en buscar la forma en la que el menor número de átomos tuvieran la obligación de proyectar una sombra. Ahora hemos demostrado que se necesita solo uno.
¿Cómo lo consiguieron? Cuentan los investigadores que la pieza fundamental del estudio fue un súper microscopio de alta resolución, un equipo que permitió al grupo el hallazgo. Fue capaz de "congelar" en el tiempo un sólo átomo y que su sombra fuese lo suficientemente oscura para ser vista.
Para ello atraparon los iones atómicos individuales del elemento químico iterbio para exponerlos a una frecuencia de luz específica. Bajo esta luz, la sombra del átomo fue arrojada a un detector y una cámara digital que fue capaz de capturar la imagen. Según Kielpinski:
A través del uso de un ultra microscopio de alta resolución, hemos sido capaces de concentrar la imagen hacia abajo a un área más pequeña de lo que se había logrado antes, creando una imagen más oscura que a su vez es más fácil de ver.
Un estudio que les ha llevado cinco años de trabajo y que permitirá nuevos modos de investigaciones científicas sobre materiales frágiles como muestras biológicas muy pequeñas, donde la exposición excesiva a la luz o a los rayos X podrían dañar los materiales.