Los fisiogramas son la técnica de pintar con luz. Al configurar la cámara con una exposición larga, podemos dejar el obturador abierto un buen tiempo y utilizar cualquier fuente de luz como un lápiz en un papel. Los trazos de la luz crearán patrones de movimiento en la imagen, tal como un dibujo.

Lo que hace distintivos a los fisiogramas, ademas de ser considerados la técnica de dibujo fotográfica, es que la fuente de luz es visible en la imagen. El chorro de luz saliendo de la lampara es lo que produce el dibujo y, ya que se ubica frente a la cámara, es visible en al fotografía final.

Pintar con luz lenta consiste en utilizar la misma técnica, pero al revés: en vez de utilizar la luz para pintar sobre la imagen, se utiliza la luz para pintar sobre los objetos. En vez de utilizar las lamparas como fuente de información, se recorre con su luz los objetos a retratar. El proceso es sencillo, con una sola fuente de luz, como un flash, se lo acciona en las direcciones que hubieses puesto otros flashes, en caso de que los tuvieras.

El resultado es el mismo que trabajar con varias luces, con la diferencia de que solo utilizas una. Recorriendo objetos, disparando sobre personas puedes iluminarlas a tu gusto y crear atmósferas muy interesantes. Pat David ha jugado con esta técnica creando imágenes como la siguiente:

Esta fotografía no tiene viñeteado digital, sino que los bordes oscuros fueron creados por la propia difuminación del flash aplicado varias veces en una misma imagen. Pat ha explicado como aplicar esta técnica correctamente en su blog y ademas puedes ver otros ejemplos en su grupo de Flickr.

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